Omegacember Veneria~

parche

Nuevo día, la marca de Venezuela estaba totalmente curada, solo quedaba contarle a sus padre que por fin se habían unido.

—Por que tengo que ponerme esto? Me gusta la marca— decía el veneco con un puchero mientras el sirio ponía un parche de feromonas en el cuello del Omega que tapara la mordida.

—Sabes que mi padre nos mandó a llamar, no se para que, pero se entera que te marque y no estamos casado va a matarme— decía algo nervioso el alfa, bien su padre era alguien que no creía que sus hijos tenían que seguir su ejemplo, pero les enseño a sus hijos, todos alfas que a un Omega se le corteja, se le quiere, y luego del matrimonio es que viene la marca.

—Pe-pero yo no quiero, tu papá me da miedo — el veneco hizo un puchero y el sirio le dio una mirada de "a mi tambien" beso el puchero del venezolano y salieron de la casa tomados de la mano, la casa del árabe mayor no estaba tan lejos así que podían ir caminando.

El latino iba tranquilo pero algo molesto, le gustaba su marca ¿Por que debia ocultarla? miro al sirio y recordó el motivo de esconder la marca, mantener vivo a su alfa, suspiró derrotado y solo camino .

Al llegar a la puerta, tocaron el timbre y abrió una de las mujeres que limpia la casa, que le dio un abrazo al sirio el cual correspondio, el latino sonrió divertido, esa mujer es como una madre para el árabe, le daba de comer, le ayudaba con sus tareas, lo curaba cuando era necesario, y lo cuidaba cuando su padre estaba molesto, por ese simple hecho pudieron haberla despedido hace mucho tiempo.

—Por que creces pequeño? Quédate como estabas— el sirio sonrió y volvió a abrazar a su madre.

—Nana, el es mi pareja, Venezuela—  sonrió el sirio presentando a los dos amores de su vida, su madre y su pareja.

—Un gusto en conocerla— Dijo el veneco haciendo una corta reverencia a la mujer que sonrió divertida.

—Este es el chico por el que te derretida de joven?— pregunto la nana "inocente" a el sirio que solo se sonrojo y volteo hacia otro lado, el veneco solo se río leve y se sonrojo.

— Nana está mi padre?— pregunto el sirio ya más calmado a la mujer que solo le asintió cambiando su expresión risueña a una más preocupada.

La mujer hizo a los dos contrys pasar y el padre del alfa estaba sentado en la mesa tomado te, con una Omega sentada en las piernas, el sirio sintió asco pero no lo demostró.

—Padre, podrías bajar a esa chica de tu cuerpo por favor? Para que me llamaste?—

—Siria! Hijo mio, mira te tengo una noticia, además hola Venezuela— el adulto se veia, feliz? Esto es extraño.

—Hola señor, para que nos mandó a llamar?—saludo Venezuela con una sonrisa algo incómoda.

—Sere directo, Siria te conseguí omega— Dijo el imperio sin más rodeos.

Siria jadeo de sorpresa, poniendo a el omega detrás suyo, el cual sintió una opresión en su pecho, tomo la mano del sirio y solo suspiro.

—Padre, no, solo no— el dijo el sirio bastante molesto, lo demostraba en su mirada.

—Cual es el problema? Eres un alfa soltero, además sería un beneficio para nuestra familia— decía el imperio viendo a su hijo con duda y firmeza en su mirada.

—padre con todo el respeto que te mereces, no lo haré, tengo una pareja— decía el sirio tomando con más fuerza la mano del venezolano sin lastimarlo.

—Sabes la oportunidad que pierdes? Etiopía es un buen omega— se levantó el árabe mayor, dejando caer la Omega que tenía en sus piernas, haciendo que el latino se acerque y la ayude a levantar.

—Etiopia!? Lo respeto como Omega pero no me llama la atención en sentido romántico— el sirio se acercó a los omegas y sentó a la chica en una silla ya que se golpeó la cabeza.

— Esa pareja tuya no debe tener ni clase— hablo el imperio algo molesto.

El sirio molesto se acercó a su omega y le quitó el parche con cuidado de su cuello, y se lo mostró a su padre con una cara de pocos amigos.

—Pues, veras padre, tengo Omega, está marcado y lo tienes en frente— tomo a Venezuela de las caderas y lo beso con cariño, beso que le fue correspondido.

Se separaron luego de unos segundos y el sirio tomo la mano del Omega dispuesto a irse.

—Siria!— se levantó su padre molesto, para luego levantar su mano y plantar una abofetada en la mejilla del sirio, que no se inmutó ni un centimetro— Eres una desgracia.

El latino se acercó al sirio que veía a su padre molesto, el árabe mayor tomo a Venezuela del brazo con fuerza y lo miro a los ojos con evidente furia.

— Tu, maldito latino— Estuvo a punto de golpear al omega si no fue por qué este le mordió la mano, y le dió un patada en el estómago, sacandole el aire al alpha mayor.

—Vuelvame a tocar y jurao' que no respondo— tomo la mano del sirio y se fue de ahí, ignorando los gritos del sirio mayor, recordó a la Omega y la tomo de la mano para llevársela, mejor prevenir que lamentar.

Pasaron los minutos y los tres caminaban en silencio, no se decían nada, la chica tenía la chaqueta del latino puesta, ya que no traía mucha ropa que digamos, a el poco tiempo, llegaron a un parque, no tenía muchas personas así que se sentaron en una banca, se pusieron en frente de la chica para revisarla, su cabeza se estampó con el suelo, no llego a detener el golpe.

—Vez borroso?— la chica negó —Estás mareada?— la chica asintió— Te sientes mejor?— la chica sonrió y asintió.

La chica puso dos dedos en su frente, dando la señal de que no hablaba, el sirio miro al venezolano que asintió, hicieron una seña con la mano para decir que la entendían.

En conclusión, después de mucha "charla" la chica se llama Leyla Triflovski, viene de Rusia, y estaba en casa del sirio mayor ya que el le había ofrecido dinero solo si ella se acostaba con el, se sentía asqueada, y sucia.

Al pasar las horas, dejaron a la chica en su alojamiento, y caminaron con cuidado hasta su propio departamento, andaban por las frías calles de la noche, en un silencio bastante cómodo, al llegar, abrieron la puerta sin ningún esfuerzo y se miraron a los ojos

Venezuela le sonrió al sirio y acaricio su mejilla, y este solo sintió sus ojos llenarse de lágrimas para apartar la mirada, el latino tomo entre sus manos la cabeza del sirio haciéndolo que lo volteara a ver, le dedicó una linda sonrisa de nuevo

El sirio no puedo mucho más con esto y derramó una lágrima, y luego otra y otra, hasta que terminó llorando a mares silenciosamente, abrazando al venezolano y escondiendo el rostro en su hombro.

<«Ya tienen marca, se aman, para que ocultarlo con un estúpido parche?>»

(Perdón por tardar! En mi defensa, ayer se me fue la luz, MADURO COÑO E' TU MADRE!! pero en fin, espero disfruten, esperen un poquito que el otro capitulo aún no lo termino)