E P Í L O G O
Axel caminaba por aquel pequeño camino que conducía hacia el lago, concentrado en los sonidos del bosque.
Solo había pasado un mes desde que Elizabeth se había marchado. Y aunque era poco el tiempo que había estado en soledad, él sentía que había pasado una eternidad.
Pero había aprendido a soportar lo suficiente como para no morir de tristeza.
Bryan le decía que parecía un perro melancólico. Pero solo lo decía para molestarlo, porque sabía lo mucho que Axel que la amaba. Él trataba de no hacerle caso, al final de cuentas, era Bryan el que lo decía, y le valían un pepino sus palabras.
Damien, por su parte, se comunicaba a menudo. Solo para saber cómo estaban ambos, pero sobre todo Elizabeth.
Al llegar a lago, el panorama estaba como siempre: Los árboles verdes rodeándo el mismo, moviéndose al compás del viento que los mesía; y la luz del sol reflejándose en la cristalinas y calmadas aguas de aquel lago.
Recordó en día el que llevó a Elizabeth a ese lugar por primera vez. Cuando ella era inocente el cuanto al amor, pero a la vez experta. Porque a pesar de no haber estado antes en una relación, había sido la mejor novia que Axel había tenido en su vida.
Sonrió ante aquel grato recuerdo y se inclinó para tomar entre su mano una roca.
Al lanzarla al agua, ésta dió solo tres saltos, y no pudo evitar pensar en aquellos intentos que había hecho Elizabeth aquel día.
Justo en ese momento recibió una videollamada de ella. Y al instante contestó.
-¡Hola! -saludó ella con una gran sonrisa, parecía que estaba caminando.
-¡Liz! Justo estaba pensando en ti -confesó mientras caminaba de nuevo hacia la cabaña.
-Es imposible que dejes de pensar en mí -coloca su mano libre en su pecho para señalarse a sí misma.
-Anda, di la verdad, también piensas en mí -entrecerró sus ojos y ella fingió estar pensativa.
-Uhm... No lo sé. Tal vez un poco, no mucho -burló con una sonrisa para luego negar rápidamente-. Obvio que pienso en ti todo el tiempo. Incluso más de lo que debería.
-Eso está mejor -ríe pasa una de sus manos por su cabello-. ¿Y cómo has estado? ¿Qué tal vas con las clases?
-Pues... Bien -se ve como cierra una puerta tras ella y coloca el teléfono en una mesa-. De hecho mañana tengo un examen. Y confieso, que no quiero hacerlo -finge estar triste deja caer su cabeza sobre la mesa.
-Ahí la desventaja de estudiar -bromeó encogiendo sus hombros.
-Si mi querido novio me ayudara -dejó la frase en aire y miró a Axel con inocencia.
-Lo siento pero mi amor tiene límites -aclaró con mucha seriedad, aunque por dentro moría de risa.
Elizabeth fingió quedarse sin aire y como el dorso de su mano sobre su frente, en señar de tragedia.
-Sabía que tú amor era falso -cerró sus ojos con fuerza como si aquello la hubiera lastimado más.
-Claro que no. Es solo que eres más inteligente que yo... Y si lo intento, seguro mi cerebro va a explotar.
Ella vuelve a abrir su ojos y regreso a la posición de antes.
-Ay sí, como si eso pusiera pasar -rueda sus ojos con una sonrisa de boca cerrada.
-A ver, mirá, solo pienso en la palabra filología y mi mente hace -axel empuña su mano libre, la coloca en su sien derecha y hace como si explotara junto con un "¡Pum!".
Ella se ríe mientras niega con la cabeza.
De un momento a otro miro a Axel con con una sonrisa para luego dar un suspiro.
-Te extraño mucho -confesó colocando un mechón tras su oreja.
-Yo también te extraño. Pero pronto estaré allá, ya encontramos un posible edificio para formar una sucursal allá.
-¿De verdad? -preguntó con algo de emoción.
-Sí, pero nada seguro ¿Ok? No te emociones mucho. Sé que quieres ver al idiota cursi, pero aún no puedo darte un tiempo específico de cuando estaré allá.
-Vale. Aunque creo que te equivocaste con lo de que estoy emocionada. No lo estoy, tal vez tú sí.
-Pues yo no niego.
Elizabeth levanta la vista y el fondo se escucha una voz femenina. Ella regresa la vista y sonríe.
-Axel me tengo que ir, mi compañera de cuarto insiste en que salgamos a comprar algo de comer. Y ya mi panza empieza a protestar.
-No te preocupes. Yo seguiré aquí... Solo, en la total y triste soledad -hace un puchero y mira al suelo como perrito regañado.
Ella cubre sus ojos y empieza a reír.
-Dios, ¿Porqué tienes que ser tan exagerado? -al quitar sus manos de su cara coloca su cabello tras su hombro y ladea un poco la cabeza-. Te llamaré en cuanto termine, ¿Ok?
-Ok. Solo espero que no se te olvide.
-¿Cómo puedo olvidar al dulce idiota cursi de mi novio?
-Al menos le agregaste la palabra "dulce".
-Lo hace más soportable. Bueno me tengo que ir, si no, a Gis le da un infarto.
-Está bien, hablamos luego. Te amo.
-Yo igual, besos -lanza un beso y con eso cuelga.
Elizabeth trataba de seguir adelante, sin cambiar su forma de ser. Extrañaba a Axel, pero tenía más que seguro que pronto estaría a su lado. Y cuando se sentía insegura, solo tocaba el dije de su collar y recordaba que las palabras que estaban grabadas en él era las mismas que le decía con todo el corazón: "Te amo".
Con todas su cicatrices cerradas y curadas, y después de tanto tiempo recordar el pasado la hacía sonreír.
Gracias a que se brindaron una segunda oportunidad ya no tendrían que desear que aquella noche hubiera sido diferente. Y para los dos, ambos seguirían siendo su primer, y único amor. Aquel que los había sacado de los hoyos en los cuales se hundían.
Aquel que se volvió su luz y los saco de su densa oscuridad.
Y el que marcó un punto de reinicio en sus vidas.
F I N
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Try Again? © #1 [✓]
RomanceUna noche cambio sus vidas, su primera mirada, su primer intercambio de palabras, y el primer ponche frío derramado sobre la camiseta de Axel. A pesar de sentir un amor único uno por el otro, luego de una noche deciden tomar caminos separados. Luego...