09. Defensa

69 18 53
                                    

AXEL

Era de mañana, las 7:11 para ser exactos.

Nathan me preguntó porqué estaba tan distante.

¿La respuesta?

Era Elizabeth, por ella. Porque el día anterior había sido un completo desastre, y me sentí como un completo idiota dejándola sola. Quería quedarme, pero sabía que ella no estaría de acuerdo, al fin y al cabo, yo era el culpable de su sufrimiento.

Unas horas después de estar en la oficina mirando por la ventana del edificio, con todos motivos para aventarme de ahí, escuché como alguien había entrado, sus pasos dejaron de oírse.

Giré sobre mi propio eje para ver de quién se trataba, y para mí sorpresa... Era Bryan.

—Hey, ¿Cómo estás amigo? —saludó mientras se acercaba a mí para darme un abrazo.

—¡Bryan! —saludé con sorpresa de que estuviera ahí.

Se supone que estaba en Francia visitando a su familia. No esperaba su visita.

Él deshizo el abrazo y me miró con una sonrisa de oreja a oreja.

—Hace mucho que no sabía de ti. Casi muero por intoxicación y tú solo te hubieras recibido la invitación a mi funeral.

—¿Intoxicación? ¿Cómo pasó?

—En realidad no pasó, solo quería ver tu reacción.

—Ya me hacía falta tus estupideces —sonrió negando con la cabeza.

Él ignoró mi comentario y miró hacia todos lados, supongo que detallando la oficina.

—Lindo lugar —exclamó en modo de admiración—, quién habría imaginado que tendrías un lugar tan arreglado.

—Entonces no vayas a mi casa.

—Preferiblemente no —se paseó un poco y luego se dirigió a mi escritorio. Se sentó en mi silla y colocó sus pies sobre la mesa—. Ayer me encontré con una personita.

Ignoré completamente su noticia.

¡Tenía sus pies sobre mí escritorio!

Lo miré con cierto disgusto, él miró sus pies y al instante entendió porque lo miraba así.

—Lo siento —bajó sus pies me dedicó una sonrisa nerviosa aclarando su garganta—, viejas costumbres. Bueno, como te decía, me encontré con Elizabeth.

—Bryan no estoy de humor para hablar sobre Elizabeth. Le basta con solo saber que no quiere volver verme ¿Para qué hacerme sufrir más? —ladeé un poco la cabeza con cansancio.

—Tal parece que te afectó mucho verla de nuevo —chasqueó con su lengua mientras giraba sobre la silla.

Anda pregunta, total, la curiosidad te mata.

Suspiré y me coloqué frente a él.

—¿Y bien? ¿Qué te dijo?

—Bueno, solo me dijo lo que pasó ayer cuando se encontraron, pero sin detalles, ya sabes cómo es de aburrida—dijo con decepción fingida y paró de girar—. Algo que si pude ver claramente es que ella aún no lo ha superado, creí que sí. Confieso que lo poco que conversamos durante todos estos años no te mencionó ni una vez. Pero dijo que al verte de nuevo—

—Fue como si hubiera vuelto cuatro años atrás —completé para darle a entender que ya me lo había dicho.

—Sí, y si lo ves bien, es muy complicado. Ni el doctor de corazones, Bryan Jones, sabe que hacer.

Try Again? © #1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora