AXEL
La tensión sexual que había entre nosotros me mataba, así que no me juzguen por tener una erección. Ella me vuelve loco, y ya llevo mucho tiempo soportando sus tentaciones. Sexualmente suelo ser muy volátil, con otras chicas no hubiera soportado al primer intento de seducción. Y eso no significa que Elizabeth no parecía sexy, es solo que no quería que se arrepintiera de ello. Si quería estar conmigo debía estar segura si en verdad eso era su deseo.
La tensión se esfumó un poco cuando le extendí el collar que ella había querido desde hace mucho. Larga historia que no les pienso contar...
Ja, ¿Se la creyeron? Pero de una vez les digo, no es tan larga, solo quería verlos sufrir.
Unas semanas antes de nuestro rompimiento, ella me había mencionado que deseaba un collar con un dije de girasol encapsulado en un corazón transparente, con las palabras “TE AMO” grabadas en él. Tardé mucho en conseguir algo tan específico como eso... Pero lo hice. Pensé en dárselo mucho antes, pero nunca ví el momento justo para eso. Decidí que sin importar qué pasará, se lo daría esa noche, pero como saben... Todo salió mal.
Pero al estar aquí... Justo frente a ella, tocando el dije de mi collar. El cual era una placas de identificación que usan los militares, porque siempre me han gustado. Ví que no había mejor momento para eso.
Después de hablar un poco decidí llevarla al lago, ella acepto enseguida.
Al llegar nos sentamos justo en el mismo lugar donde fue la tercera cita. Mi mente viajó justo a ese momento y recordé lo que había hecho con las rocas ese día. Hace tanto que no lo hacía.
Me levanto, tomo una y la lanzo al lago. Ésta da 5 saltos sobre el agua y miro a Elizabeth, la cual aún está sentada y ya me estaba mirando.
Tengo una idea.
— Te reto a hacer esos saltitos de rana — Con mi dedo índice apunto en dirección a donde se fue la piedra
— ¿Quién? ¿Yo? No — Niega rápidamente
— Vamos, hazlo por mí — Suplico con un puchero
— No sé cómo se hace
— Yo te enseño — Le ofresco mi mano para ayudarla a levantarse
— Ash, bien — Rueda los ojos y toma mi mano. Al estar a mi lado me mira y ladea un poco la cabeza — ¿Y ahora qué se supone que tengo que hacer?
— Simple, solo tomas una roca, preferiblemente con una forma esférica — Le doy una tal y como dije — Luego solo trata de apuntar sobre el agua, así ella irá saltando
— ¿Podrías hacerlo de nuevo?
Tomo una y hago el mismo procedimiento, está vez solo da 4 saltos. Después de algunos de sus intentos fallidos logro hacer que la roca diera un par de saltos.
Otra idea.
— Hagamos una cosa, si tu roca da al menos 5 saltos ganas, si no yo gano — Ella asienta — Y si yo gano me tendrás que dar un beso
— ¿Y si yo gano?
— Te daré un beso
— Que premios tan simples — Rueda los ojos con una sonrisa
¿Simples? Estoy empezando a creer que ella está siendo demasiada directa. Y me encanta.
— Entonces... — Me coloco tras ella, la abrazo y mi aliento en su cuello hace que un suspiro escape de su boca y se estremece — Si yo gano... Hoy mismo serás mía. Pero si tú ganas decidirás cuando lo haré — Dejo un pequeño beso en su mejilla — ¿Ok?
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Try Again? © #1 [✓]
RomansaUna noche cambio sus vidas, su primera mirada, su primer intercambio de palabras, y el primer ponche frío derramado sobre la camiseta de Axel. A pesar de sentir un amor único uno por el otro, luego de una noche deciden tomar caminos separados. Luego...