Sábado 23 de diciembre:
— ¿Qué haces aquí? —pregunto al alzar mi mirada de la decoración que estoy haciendo sobre un pastel de arándanos.
La enorme cocina huele dulce, pero inevitablemente el aroma del rubio aquí presente es tan embriagador e intenso que se liga con el aroma de los pasteles, la vainilla y los frutos sobre la gran isla de la cocina.
Tengo que disimular mi satisfacción al percibir tal aroma tan atrayente. Pero no puedo evitar el calor intenso que me recorre al ver a Safwan.
Está aquí nuevamente, de pie en la cocina, viéndome con interés mientras sus brazos están cruzados cerca de su pecho.
Él ladea un poco su cabeza, movimiento que hace a su cabello moverse con ligereza sobre su rostro. Es tan liso y brillante que se mueve con demasiada soltura con cada movimiento.
Impresionante.
También me fascina su cabello.
Observo un poco más a Safwan y lo noto moverse de su lugar para acercarse.
Por mi lado decido calmar el latir desbocado de mi corazón y me dispongo a seguir mi tarea al decorar pasteles.
Cuando finalmente Safwan llega a mi lado, habla.
— Pensé que lo de hacer pasteles era una etapa que habías dejado atrás —menciona.
— Ante todo el mundo eso es lo que parece, pero hago ésto más seguido de lo que todos imaginan —revelo—. Ésto es lo que realmente amo hacer. No trabajar en una compañía de tecnología cómo vicepresidenta. Eso no es lo mío.
— Vicepresidenta... esa es una posición bastante elevada para una persona de tu edad —comenta.
— Ser una Young tiene sus ventajas. Aunque realmente la posición la poseo gracias a mi madre, ella decidió darme ese puesto en vez de a Eric —le hago conocer—. Mmh... pensándolo bien, como la compañía en gran parte es de ella y no de mi padre, ya que esa es la herencia que mi madre recibió de mi abuelo, significa que no tengo la posición por ser del apellido Young, sino por ser hija de ella.
— Su hija...
— Sí. En fin. Igualmente no es lo mío.
— Pero supongo que ganas demasiado dinero estando en ese puesto.
— Sí. No obstante, ese dinero no me sirve para cosas que realmente deseo hacer. Después de todo, estoy consciente de que están al pendiente de todos mis movimientos. Por eso tengo cuidado de usarlo.
— Ya veo —dice con calma—. Entonces... ¿Pastelería? —dice al tomar sin permiso alguno el pastel que acabo de decorar. Yo solo lo veo, no me desagrada el hecho de que esté aquí y tome el pastel. Si fuese otra persona, tal vez sería más evasiva. Pero con Safwan se siente sorpresivamente diferente, igual que muchas otras cosas más—. Ésto continúa siendo lo que realmente amas hacer —menciona al pasar su dedo índice por la crema de cobertura del pastel. Lleva su dedo a su boca y lo prueba.
Puedo observarlo degustar y luego cómo hace una cara de asco.
— ¿Sabe mal? —pregunto con preocupación.
Nadie jamás ha dicho que alguno de mis pasteles no le gusta. Aunque siendo Safwan, no me sorprendería que fuese el primero en decir que saben horrible.
— Mmh —frunce el ceño. Por algún motivo imito su expresión, mientras lo veo con inquietud. Luego él sonríe de forma ladina y a continuación saca su lengua en forma de burla, acto que me toma absolutamente desprevenida—. Sabe delicioso. Me impresionas, ángel —termina por decir con diversión.
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Sombras Oscuras: ¿Quién es Safwan?
RomanceSaga Their Dark Side: Libro 4. Existe una pequeña línea entre lo que creemos que es cierto y lo que no. Lo que está bien y lo que está mal. Sin embargo, nada te asegura que lo que pienses sea lo correcto y lo que los demás digan sea falso; exact...