CAPÍTULO 28

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Safwan:

— ¡Detente!

La insoportable voz de Julienne Vanx aturde mis oídos y mi cabeza. Y por otro lado los gritos de aquellos quiénes le sirven.

Con mi respiración agitada y mi sangre ardiendo, clavo mi mirada sobre él. El deseo erróneo y arrollador de acabar con su vida es lo único que se encuentra presente en éste momento, aparte de mi desespero por ir en busca de aquello que más me importa.

El aire caliente inunda mis pulmones, el olor a quemado es intenso y el ambiente es un terrible caos.

Un caos que yo he provocado.

— ¡¿Quieres que me detenga?! —suelto en dirección al albino, mi voz demuestra rabia e impotencia.

— ¡Si no lo haces, todo ésto va a costarte caro!

Él se encuentra igual que yo. Ambos hemos tenido que enfrentarnos, sin embargo, no puedo perder mi tiempo con un tipo que no quiere aceptar la realidad.

Suelto una carcajada irónica y llena de sarcasmo.

— ¡Tú eres quien lo va a lamentar! —regreso— No tienes ni la más mínima idea de lo que podría estar sucediendo mientras intentas detenerme.

— Deja de inventar estupideces. Asume tus actos y detente.

El malestar desagradable y asqueroso que crece en mi interior a cada segundo que transcurre no hace nada más que inquietarme.

Desde el inicio, desde que dejé a Eris en ese aeropuerto, todo estuvo mal.

El pensamiento incesante en mi cabeza que me grita que debí quedarme con ella y buscar otro plan no deja de atormentarme.

«Vete. Solo vé a por ella. No importa lo que tengas que destruir, solo ve a por ella antes de que sea demasiado tarde. Nada importa más. »

Aprieto mis puños y doy un paso hacia atrás.

— ¡¿Qué haces?! —grita Julienne.

Miro a mi alrededor estudiando mi posición. Sigo rodeado de sus hombres, no obstante, ya no son demasiados; muchos han sido derribados por el fuego, ese que los torturará hasta que ya no puedan soportarlo más, a menos que yo lo detenga.

Continúo estudiando mis posibilidades de escapar de éste jodido enfrentamiento innecesario y sin sentido. Es algo complicado. Vuelvo mi mirada sobre Julienne. Él me está estorbando en el camino, él es mi puto problema ahora. Él está impidiendo a que vaya por Eris.

¿Voy a seguir alargando ésto?

Sopeso mi opciones.

Un pensamiento oscuro me invade. Algo que he tratado de evitar a toda costa, porque sé que cómo persona es completamente incorrecto. No obstante, ya no me importa demasiado. Él sigue siendo el problema que no me deja llegar a dónde quiero ir.

«Acaba con él. ¡Acábalo! Deshazte de él. ¡Vuévelo cenizas! »

La sangre bajo mi piel se siente como lava peligrosa y ardiente ahora. Conozco esa sensación.

Si pierdo el control, no va a importarme acabar con cada ser viviente en éste maldito país.

Niego interiormente.

No puedo perder el control de ninguna manera posible, o de lo contrario no sé si seré lo suficientemente capaz de proteger a Eris.

— Mierda. —mascullo soltando un chasquido.

Una vez más analizo mis posibilidades y allí es cuando encuentro un punto de salida. Sin pensarlo siquiera, me lanzo a por ello. Me impulso y me voy contra uno de los tipos que tengo a uno de mis alrededores, es difícil lidiar con él y con los que le siguen, pero no imposible. A penas puedo alejarlos tomo esa oportunidad para acelerar mi paso y guiar mi camino hacia Sagesh. Sé que Eris está ahí, puedo percibirla tanto a ella como a esa nueva y extraña esencia que ha comenzado a surgir en su ser.

Sombras Oscuras: ¿Quién es Safwan?Where stories live. Discover now