7- Bozal

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Kyungsoo camino de un lado a otro dentro de la resistencia, por el corto tiempo que había permanecido por fuera al parecer todo se había transformado en un desastre. La mayoría de las puertas estaban con carteles de "en celo", lo que hacía que, aunque estuviesen enlazados las sensibles narices de los desafortunados solteros se vieran afectados.

—¿Cómo viste la ciudad? —, cuestionó Junmyeon que realizaba el conteo final de los inhibidores, condones y pruebas de embarazo que habían podido recolectar Kyungsoo junto a Chanyeol.

—Esta vuelta una mierda, ¿qué pensabas? Los obscures parecen estar en todos los lugares. Debemos mantenernos alertas y evitar que entren aquí... sería el fin.

—Mmmh...— Junmyeon levantó la mirada para observar fijamente al omega. —¿Y Chanyeol?

—¿Qué pasa con él? —, detuvo de inmediato su andar para cruzarse de brazos.

—No te hagas, se ve que se gustan.

—¿Y?

Una cosa que Kyungsoo no iba a permitir es que alguien cuestionara su vida privada, y a pesar de estar sumamente agradecido con Junmyeon él no era alguien demasiado cercano como para estar revelando esos eventos. Le daba vergüenza hablar de sentimientos, y si fuese a hacerlo no quería que se tratara del líder de la resistencia, si aquella amistad se revelaba ante los demás podría significar uno que otro problema.

—Hay muchos omegas sin pareja, tal vez deberías amarrarlo pronto.

—¿Quieres que le ponga un maldito bozal?

Junmyeon levanto los hombros. Kyungsoo bastante ofendido por la insinuación no tardo en salir del sitio y buscar al alto. Chanyeol había tenido que esforzarse mucho, y por las muecas en el rostro del alfa no dudaba en que realmente la transformación le dolía demasiado.

—Hola Kyungsoo.

—Hola—, respondió tajantemente el bajo pasando por el lado de Sehun. Las puertas rojas y las decoraciones absurdas en los pasillos le provocaban mal humor.

Como si estuviese escupiendo humo llegó hasta su habitación, cerró la puerta tras él y todo signo de molestia se fue al carajo cuando se encontró con que Chanyeol estaba semidesnudo durmiendo en su cama, no en el suelo como siempre, lo más tierno era la forma en la que el cabello mojado del alfa se pegaba a su frente y arrugaba la nariz entre sueños.

—Cielos, Park, ¿qué me has hecho? — Kyungsoo se quitó sus zapatos, dejo la chaqueta sobre un tumulto de ropa sucia y con cuidado de no despertarle se acostó a su lado. —¿Cómo me pueden insinuar que te ponga un bozal? ¿Piensan que vivimos en el siglo pasado?

Cuando Kyungsoo era solo un pequeño omega de cinco años había escuchado de su padre como lo mejor que podía hacer un omega era usar un collar de protección, pues eran ellos con su olor los que provocaban que los alfa les atacaran. También recuerda como su madre hizo mención del bozal.

Por supuesto la discusión no termino de buena manera, pues después de eso y como 'castigo' su madre se vio obligada a usar ese horrible bozal por todo un mes, además de los hematomas en su bello rostro.

Su padre era una porquería y aunque el impacto inicial de verlo muerto fue abrumador ahora ni siquiera sentía lástima por aquel incidente.

—Jamás te hare usar bozal, confío en ti. — Kyungsoo estiro su mano, peino algunos mechones rebeldes del cabello del alto. Sonrió cuando Chanyeol pareció abultar los labios, sus dedos viajaron hacia estos pinchándolos suavemente. — Eres demasiado lindo, quiero protegerte.

SI un alfa como Chanyeol no era habitual, mucho menos un omega como él. ¿Alguno había dicho en el pasado que deseaba proteger a su alfa? Según las doctrinas de la sociedad eso era antinatural, pero mucha mierda era lo que a él le importaba lo que pensaran.

—Eres mi dulce, dulce alfa. No voy a someterte a tal tipo de trato, no eres un animal salvaje. Eres un humano. — Kyungsoo susurro acercándose más al cuerpo del alto, recostó su cabeza en el brazo de Chanyeol y subió su pierna a la cadera del contrario. — Mi dulce alfa, aquel encargado de llenarme de su amor.

Kyungsoo se río de su propio comentario pues este había sido todo menos inocente, con los ojos casi aguados de la emoción el omega no lo resistió más. Acaricio con su índice los labios del alto, lento y con temor de despertarlo fueron sus propios belfos los que apresaron los de Chanyeol.

"Cuando encuentres a tu pareja especial... lo sentirás en los huesos, harás hasta lo impensable por enamorarle." La voz de su madre reboto en el aire. "Para un omega tan extraordinario como tú, habrá un alfa amoroso que valdrá la pena. Créeme."

Agradecía con el alma haber confiado en las sabias palabras de su madre.

Los labios de Chanyeol eran suaves como nubes, cálidos como el mismo infierno y adictivos como droga, al mismo tiempo se sentía invencible. Con los ojos cerrados Kyungsoo se apartó, pero una mano masculina lo atrajo nuevamente.

—Soy tu dulce alfa, tú mi precioso ángel. — Chanyeol susurró contra sus labios antes de devolverle el beso.

¿Había querubines tocando el arpa sobre ellos? Kyungsoo no lo sabía, de lo que si estaba seguro es que Chanyeol era lo mejor de su vida y que Junmyeon era un idiota por proponerle cubrir ese manjar que los humanos denominan habitualmente como boca.

—¿Qué somos? —, cuestionó Kyungsoo sonrojado mientras su mano acariciaba las orejas del alfa.

—Si me das la oportunidad, pareja... nuestras almas se conocen de tiempo pasado, pero, aunque así no fuera, lo que me haces sentir jamás lo podre sentir con alguien más.

—¿Me querrás, aunque este roto?

—Aunque nuestro amor enojara a los dioses. Yo Park Chanyeol, seré el mejor alfa que exista pues es lo mínimo que un precioso omega como tú se merece.

Kyungsoo sonrió, le bastaba una mirada a los brillantes ojos del alto para comprender su sinceridad.

—Te creo, tonto alfa. — ¿Y cómo poner en duda esas intenciones? El alfa incluso era de los legendarios alfa que mantenían su enlace animal, solo puros de corazón podrían hacerlo.

—Es tiempo de no pensar en los demás, sino en los dos. 

Mordida del Juicio Final || ChanSoo  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora