28-Nudo

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—¡Búscalo! —, gritó con desespero mientras corría en sus cuatro patas.

—Joder... eres un maldito inútil.

—¡Cállate! Sé que la cague.

Loey rodó los ojos con fastidio, su cuerpo se transformó en una nubla negra que se esparció con facilidad por el bosque. Chanyeol esquivaba las rocas, y su nariz intentaba rastrear la fuente del olor del obscure.

—¡Esta allá! —, exclamaron los dos lanzándose de cabeza hacia un pequeño agujero.

—Te voy a partir el cuello, pequeña rata.

Loey tomo al obscure del cuello, le sacudió de tal forma que un chillido similar al de un cerdo logró irritar las sensibles orejas del tigre. Chanyeol gruño, como el cazador que era no demoro en ponerse en una posición de ataque y con sus afiladas garras lastimar el abdomen de la criatura.

El olor de basura hizo que tanto Loey como Chanyeol arrugaran la nariz, del abdomen de la bestia brotaron restos de personas, así como lo que tanto estaba buscando el alfa.

—¡Ahí esta!

—Entonces tómalo, esta porquería huele a mierda. —Se quejó Loey.

Chanyeol solo negó con su cabeza, sus orejas se movieron de un lado a otro, dejando de lado su asco tomo del abdomen del obscure algunos restos.

—Lo tengo...—mencionó con el hocico lleno, Loey le dio el golpe de gracia al obscure.

La mirada de los dos era de completo repudió, Chanyeol escupió en el suelo. Loey se agacho y tomo la pequeña caja.

—No le digas de donde la sacamos—, pidió Chanyeol cambiando a su forma humana. Loey miró la desnudes del contrario y asintió con una sonrisa—, también deja de ver mi pene. Me pones de nervios.

—Es que yo la tengo más grande.

—Idiota.

—Un idiota de pene grande.

—Por eso eres tan exasperante...

Chanyeol tomo la caja en su mano, camino entre el bosque aún desnudo.

—Creo que sería mejor que volvieras a tu forma de tigre, ¿o quieres que te vea el culo en todo el camino?

—No sé cómo es que te dejo vivir.

—Porque me debes una.

—No te debo nada, joder—habló Chanyeol en un tono de voz más elevado. Detuvo su andar señalando al demonio. —Fui yo junto a mi animal interior los que salvamos a Soosie cuando ese obscure nos atacó.

—Habla por ti, pero yo metí mi mano mágica.

Loey flotó en el aire, miró a Chanyeol con una sonrisa juguetona. Negó con la cabeza intentando que el alfa se diera cuenta de que era solo una broma. Chasqueo los dedos, el alfa miró como todo a su alrededor se movía cuando su estómago volvió a estar en orden noto como ahora ya estaba frente a la puerta de su hogar y cubriendo su desnudez un fino traje negro.

—Loey...

—Hombre, ya te dije que es lo que mi Gardenia quisiera que hiciera.

—¿Enserio no puedo decirle a Kyungsoo?

—¿Para qué? Decirle que vengo de un mundo alterno a este, ¿para qué decirle que tanto él como nuestro hijo murieron? Él no tiene por qué saber nada de eso... que siga pensando que mi apariencia se debe a que estuve haciendo parte de ti por años. Aunque él es similar a mi Kyungsoo, no lo es. Aunque a veces tengo el deseo de abrazarlo, llorar en su hombro diciéndole que me perdone no lo entendería... y cuando toda esta mierda se termine mi propio Kyungsoo tampoco lo sabrá.

—¿Y tú? —, cuestionó Chanyeol en voz baja.

—Tampoco lo recordaré, es un reinició... tendré algunas sensaciones y aunque le dije a Kyungsoo que yo sabría cómo solucionarlo la verdad es que no tengo ni la más mínima idea.

—¿Por qué murió Kyungsoo? —, volvió a cuestionar Chanyeol esta vez con un nudo en la garganta.

—Fueron los dioses, ellos me castigaron por enamorarme de un mortal. Cuando en su vientre comenzó a gestarse el producto de nuestro amor ellos intervinieron, sus hermanos avivaron la desconfianza de mi amado... fue en cuestión de segundos. Murió en mis brazos, por más que le rogué a los dioses ellos me condenaron. Dolor eterno.

—Suena a que los dioses son unos hijos de puta.

—Lo son... por eso acepte gustoso ser demonio.

—Bien... supongo hay muchas cosas que no me dices.

—Sí, solo estaré aquí hasta el parto.

Chanyeol asintió, miró la caja en su mano y sonrió. Confiaba en que, así como su amor con Kyungsoo les llevaron a sobrevivir a adversidades Loey encontraría la felicidad.

—Ustedes, son muy raros—, mencionó Loey señalando a Chanyeol.

—¿Por?

—Se van a casar luego de haber unido sus cuerpos.

—Mmm... no me digas que tú te casaste primero, un pervertido como tú no tiene esa pinta. — Chanyeol miró a Loey quien se ruborizo ligeramente desapareciendo en el viento.

El alfa sonrió, abrió la puerta de su casa y camino con cautela hasta el pequeño patio trasero. Su omega le esperaba sentado en una silla mientras le devolvía la sonrisa.

—¿Fuiste a hacer el anillo? —, preguntó Kyungsoo.

—Así es. Los alfa y omega antes se consideraban esposos cuando el nudo en el pene del alfa llenaba por completo a su pareja.

—Eso es tan anticuado.

—Lo sé, es por ello...— Chanyeol por fin se arrodillo frente a su amado Kyungsoo, de la pequeña caja saco un juego de anillos el cual no tardo en poner en el dedo del bajito. —Que yo usaré este nudo para simbolizar la unión de nuestras vidas, para toda la eternidad.

—Por eso eres mi alfa, te amo.

Chanyeol dejo besitos en los nudillos de su ahora esposo, Kyungsoo intento inclinarse para besar al alfa, pero su enorme abdomen se lo impidió. Los dos se miraron con cariño.

—Eres un tonto.

—Y este tonto te ama—,respondió Chanyeol. 

Mordida del Juicio Final || ChanSoo  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora