Mordida del Juicio Final || ChanSoo [Terminada]

9-Mordida

Chanyeol sonrió dulcemente, se apartó del cuerpo de Kyungsoo lo suficiente para apoyar su peso en las rodillas. Con cautela y mucho cariño empezó a desabotonar la camisa oscura del omega, sus dedos se hundieron en la blanquecina piel de su novio.

—Eres precioso, siento que puedo admirar tu belleza por toda la eternidad.

La cadera de Kyungsoo se elevó debido al placer que le produjo la voz ronca del alto, sus manos y piernas temblaron cuando las uñas de Chanyeol se enterraron levemente en su abdomen.

—Chanyeol...

—Shh... déjame ir despacio.

—No quiero...—susurró Kyungsoo, estaba demasiado ansioso. Cualquier signo de celos había sido lanzado al diablo, pero no podía dejar de anhelar tener la marca del alto en su cuello.

Chanyeol solo mordió sus mejillas evitando que la sonrisa en su rostro comenzara a doler, inclino su cuerpo dejando que sus labios saborearan el dulce néctar en la clavícula de Kyungsoo. Los dedos de los pies del bajo se contrajeron por el placer, la lengua de su alfa era tan cálida, suave, gloriosa y solo él tenía el placer de sentirla.

Sus muslos fueron apretados por las grandes manos del alto, un nuevo jadeo deseoso se escapó de su boca.

—Ohg... oh cielos... Channi

—Cariño...

El apelativo cursi solo hizo que mariposas alborotadas hicieran aparición en su abdomen bajo, sus manos buscaron refugio en los hombros del alto. Un impulso de su cuerpo le llevo a volver a mover su cadera hacia arriba, la sensación del pene de Chanyeol contra su trasero hicieron que su libido se disparará hasta las nubes.

—Tan duro...

—Tú eres el motivo, bebé.

Una nueva punzada en su pecho que se esparció como deseo en su piel, Chanyeol mordisqueo la clavícula de Kyungsoo mientras sus manos seguían apretando con afán las piernas del bajo.

—Quítame la puta ropa—, ordenó el omega entre lloriqueos deseosos.

Chanyeol no pudo evitar reírse, aparto su cuerpo y con la mayor paciencia del mundo empezó a desabrocharle el pantalón a Kyungsoo incluso, como si se tratará de una mala broma, le quitó los calcetines.

Kyungsoo un poco desesperado le empujo con el pie al deshacerse de su ropa interior, con las cejas fruncidas y los labios rojos se sentó sobre la cama para romper de un tirón la camisa del alto. Chanyeol no se quejó, en cambio le ayudo a terminar la tarea.

Camisas, pantalones, calzoncillos, medias. Todo fue arrojado al borde de la cama, Kyungsoo mordió su labio inferior al ver el glande de su novio tan húmedo y brillante que incluso su ano se contrajo, deseoso de tenerlo en su interior.

—Tenemos que...

—Cállate—, interrumpió Kyungsoo volviendo a recostarse en la cama solo que, con las piernas totalmente abiertas, desde arriba Chanyeol observo como las nalgas del omega estaban húmedas y su erección apuntando hacia el norte. — Sé que eres un bendito romántico, enserio lo aprecio, pero ahora mismo solo quiero que me folles... méteme el pene y muérdeme. Joder, luego podemos hacerlo tan despacio que seas tú quien me ruegue aumentar el movimiento de mi culo.

—Cariño.

—Eso no sirve ahora, enserio Yeol...

Chanyeol asintió con un sonrojo cubriéndole las mejillas, se acomodó entre las piernas de Kyungsoo y con cautela paseo su erección por entre las nalgas del bajo. Kyungsoo no estaba totalmente en celo, por lo cual habría algo de resistencia y aunque sinceramente Chanyeol deseaba prepararlo con cuidado el olor dulce del bajo le dificultaba las cosas.

Por naturaleza el cuerpo de Kyungsoo estaba totalmente listo para recibir el amor de Chanyeol, todo se había acomodado como piezas de rompecabezas en el momento que se miraron a los ojos en el callejón. Eran destinados, sus almas y cuerpos se necesitaban con urgencia.

—Mi alma me pide decirte algo...—mencionó Chanyeol, una de sus manos tomo la base de su erección para poder guiar su miembro dentro del culo de Kyungsoo.

—Mmmh...

—Te amo.

Fue pronunciar esas importantes palabras para que el líquido lubricante de Kyungsoo pareciera salir a chorros de su apretado orificio, Chanyeol astuto como era tomo la oportunidad de ingresar de golpe su erección. Demasiado para sus cuerpos anhelantes.

—A-agh... d-dios... O-oh C-chany-yeol... —, gimió el bajito que de inmediato enterró sus uñas en los antebrazos del alto.

—Cariño...

—M-muérd-deme

—... S-sí...

Chanyeol cerró momentáneamente sus ojos para acostumbrarse a la sensación de tener su pene dentro de la mejor cárcel jamás existente, el calor dentro de su pecho hizo que el sudor se resbalará por su cuerpo. No estaba ni cerca de sentirse satisfecho, y sabía que Kyungsoo estaba igual, pero ambos necesitaban con urgencia sentir la unión de sus almas.

El alfa inclinó su cuerpo, con un suave movimiento de pelvis tranquilizó a Kyungsoo. Su animal interno tomo el control de sus acciones. Sus dientes dolieron y tan pronto su nariz fue guiada al cuello del bajo no dudo en enterrar con fuerza sus dientes.

—¡Mierda! — Gritó Kyungsoo quien abrazo con sus piernas el desnudo cuerpo de Chanyeol, cada musculo le dolió y al mismo tiempo se sintió tan liviano como una pluma.

Imágenes de dos tigres corriendo juntos se instauro en su mente, dos hombres que jugaban con rocas en una época colonial, dos pingüinos nadando en frías aguas. Tantas vidas en las que se habían encontrado. Lágrimas de felicidad se derramaron de sus grandes ojos.

—Más... — pidió Kyungsoo indicándole a Chanyeol que no dolía, y que estaba listo para mantener la marca de mordida en su cuello para toda la vida.