Mordida del Juicio Final || ChanSoo [Terminada]

10-Parche

La cabeza le daba vueltas, cada musculo en su cuerpo le dolía e incluso se atrevía a afirmar que los huesos le ardían. Jamás pensó que la unión sería un evento de tal magnitud, además que Chanyeol era un insaciable que permaneció haciéndole el amor por dos días completos. Por supuesto que se tomaban descansos, pero eran tan pequeños que en algún punto creyó morir.

—Eres hermoso—, escuchó la voz ronca de Chanyeol susurrar contra su oreja. Estaban abrazados, él mirando hacia la pared y el alto protegiéndole desde atrás.

—Déjame dormir. —Se quejó de tal forma de Chanyeol comenzó a reírse, él, contagiado por la alegría del alto no tardo en acompañarlo. —Es enserio... eres un animal.

—Mira quien habla, mi omega no dejaba de rogarme que siguiera follándolo hasta la inconsciencia.

—Shhh...

Kyungsoo se removió tímidamente entre las cobijas, Chanyeol solo sonrió acariciando el oscuro cabello del bajo. Busco la marca de mordida, su aspecto era saludable y de un precioso tono rosado, pero sabía que debía realizar la limpieza adecuada para evitar complicaciones en la cicatrización.

El cuerpo entero de Kyungsoo estaba lleno de marcas de dientes, pero ese en su cuello era especial. Era la prueba de su amor, del compromiso que ambos tenían a su relación y el encuentro de almas destinadas que se amaron en épocas lejanas.

—Necesito ir a la enfermería por algunos parches.

—No quiero que te vayas—, mencionó Kyungsoo adormilado dándose la vuelta en la cama para abrazar con fuerza el torso de Chanyeol.

—Vamos, bebé... hay que curar esa herida.

—No me dejes.

—No te estoy dejando, solo iré cinco minutos.

—No puedo estar separado de ti ni por cinco minutos, te lo prohíbo.

Chanyeol sabía que la dependencia surgida por un enlace era mucho más fuerte en los omegas que en los alfa, era algo biológico innato de su naturaleza. Por supuesto que si fuesen otras circunstancias no dudaría en quedarse a su lado, pero la idea de que su omega contrajera alguna infección le hacía tensarse de inmediato. Además, que él usaba su boca para asesinar obscures, tenía miedo de haberle provocado alguna afección a su salud.

—Soosie, mi vida, enserio debo ir por un parche.

—¡Entonces no vuelvas! —, exclamó con fastidio Kyungsoo. Chanyeol abultó los labios, abrazó con mayor fuerza a Kyungsoo repartiendo pequeños besos en su frente.

—Iré cuando estés dormido, no te preocupes volveré en menos de un parpadeo. Ni siquiera sentirás que me fui de tu lado.

—No quiero... no me dejes Chanyeol... no me puedes dejar...— lloriqueó Kyungsoo quien comenzó a llorar.

—No te dejaré, estoy aquí contigo. Jamás te dejaría, eres mi alma gemela.

—Entonces no vayas, no dejes que te lleve el diablo.

Chanyeol frunció las cejas, al acomodarse mejor en la cama noto como Kyungsoo mantenía los ojos cerrados. ¿Estaba hablando en sueños? Exactamente él no sabía lo que estaba pasando, pero con la mayor de las paciencias se mantuvo a su lado brindándole calor, dándole besos y susurrándole cuanto lo amaba.

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—¡Pensé que habían muerto! — Chanyeol se rasco la nuca tan pronto escucho la voz de Junmyeon en el pasillo. —¿Qué llevas ahí?

—Agua oxigenada, algunos parches y lo necesario para curar una herida.

Junmyeon era demasiado astuto por lo que no tardo en comprender la situación, tanto que Kyungsoo había vociferado el jamás enlazarse con un alfa y ahora ya era el omega de Park.

—Lleva algo de dulce, los omegas tienden a tener ataques de ansiedad después del enlace. Me imagino que si estás aquí es porque mi amigo está dormido, más te vale volver antes que despierte... — Junmyeon acomodó el rifle que cargaba en sus brazos—, o tal vez si te tardas solo un poco podrás ver algo interesante.

—¿Algo interesante?

—No te quedes con la duda, pero es mejor que consigas un trozo del pastel que prepararon hoy. Chocolate, el favorito de ese pequeño omega.

Chanyeol estuvo tentando en mencionarle al líder de la resistencia que él también entraba en la categoría 'pequeño', pero obviando el tema prefirió correr a la zona de comidas.

La imagen del alto alfa corriendo de un lado de la resistencia al otro era muy divertida para todos, incluso para los niños que pensando que se trataba de un juego comenzaron a seguirlo por cada lugar.

—Niños, ¿saben quién tiene un pedazo de pastel? — Chanyeol se detuvo a preguntarle a los pequeños que con sus cabecitas negaron rápidamente.

—No hemos visto pastel desde hace mucho.

—¿Cómo? —, mencionó Chanyeol con los ojos abiertos.

¿Junmyeon le había mentido? ¿Todo fue una jugarreta para que él perdiera el tiempo? Un tanto enojado se despidió de los pequeños volviendo a su habitación.

—Yeol... me dejaste... me dejaste...

El alto se tensionó al escuchar los llantos de su omega, su corazón se apretó y del dolor casi no pudo ingresar la clave...

—Cariño...