Mikey tiene miedo | Maitake/Takemikey [Terminado]

Prólogo

Había algo de frío en la madrugada, pero la ventana estaba abierta. Takemichi se sentía tranquilo, sin embargo.

Algo se removió a su lado, la parte de su brazo lo intentaba acercar en un débil abrazo. Los ojos azules se abrieron con lentitud y de inmediato se giró para quedar frente a frente. Mikey seguía con sus ojos cerrados, respiraba rápidamente y exhalaba con fuerzas.

Estaba teniendo una pesadilla de nuevo.

—Despierta—puso su mano en su mejilla—, Mikey, despierta, estoy aquí.

—¡Takemitchy! —grito abriendo sus ojos. Estaba sudando helado.

—Ven aquí—lo atrajo un poco más para esconder su rostro en su pecho—. Todo estará bien, Mikey.

—Lo siento, te desperté de nuevo—lo intento abrazar de nuevo. Takemichi lo tomo por su codo izquierdo y luego paso la mano por su espalda.

—No importa, tú descansa. Recuerda, son solo pesadillas.

Takemichi siguió abrazándolo hasta que logro recuperar su sueño. Velaría por él como hubiera querido prometer en su nunca boda. Hace año y medio la habían cancelado.

El accidente fue devastador. Mikey se negó a ir a terapia y Takemichi no creía contar con tiempo para eso. Beso su frente suavemente evitando derramar unas lágrimas. Peino sus mechones negros en su frente y luego se dispuso a dormir también. Era domingo, no tendría que trabajar en la tienda de Chifuyu.

Cuando el sol salió Mikey seguía dormido. Acariciaba su rostro contemplando sus facciones, sus largas y definidas pestañas, sus cejas tan perfectamente bien hechas y no supo cuando veía sus labios acercándose con lentitud.

—Buenos días—sus ojos negros aparecieron en la escena—, ¿Qué? ¿Quieres besarme? —pregunto sonriente.

—Supongo—no espero respuesta—¿Qué quieres hacer hoy?

—Takemitchy debemos ordenar la habitación—toco su mejilla con su mano derecha—, y luego si quieres pedimos algo de comer.

—De acuerdo—cayo rendido sobre su pecho—. Y Mikey...

—¿Sí? —pregunto con dulzura.

—Te amo—dijo volviendo a levantarse y tomar entre sus manos su muñón cubierto en vendas.

—Yo también te amo, siempre lo haré, mi Takemitchy.