—Realmente está vacío—sintió la arena y la brisa marina. Se sentía tan vivo después de tanto—. Me gusta así, nadie nos molestara.
—Te lo dije, Mikey—beso su mejilla para luego caminar más adelante—. Vamos, el agua no debe estar fría.
Se tomaron de la mano para correr a la orilla, fueron salpicados y luego casi tragados por una ola, era agradable. Takemichi se tiro a la arena momentos después para admirar a Mikey a los metros. Tan perfecto como siempre, su mano derecha tomaba arena para luego solo dejarla ir.
Por recomendación de Kazutora busco un sitio donde no hubiera nadie, porque no quería exponerlo a que fuera algo demasiado público y sobre todo quería privacidad. Se arrastro a este para envolverlo entre sus brazos, Mikey se confundió un poco, pero correspondió como pudo.
—Takemitchy—se separaron—, gracias por traerme, tengo algo de vergüenza aún, pero por el agua no se ve—le mostró su amputación y sonreía con inocencia.
—Mikey, así me gustas—ambos se sonrojaron—, no tienes idea de cómo...
—Cuando me pediste ser tu novio hace años empezaste así—rompieron distancia con beso simple, pero suficiente—. Estas algo coqueto, Takemitchy.
—Es que me siento enamorado, Manjiro—lo atrajo por su cintura y ambos tomaron un tono más coqueto, algo juguetón entre sus roces de narices.
Y la desesperación comenzó. No tenía idea si aceptaría cuando se comenzaron a besar siendo golpeados por el agua salada y sin embargo sus labios se sentían dulces, el amor que le quería proponer era dulce. Y también un poco amargo.
—¿Comeremos algo? —se colgó de su cuello—Takemitchy, vayamos afuera un rato.
—Bien—lo alzo para llegar a la arena, donde habían dejado sus cosas incluido el peluche que Mikey había insistido en llevar. Sentados uno junto al otro supo que era momento, tomo su pequeño bolso para sacar la pequeña caja.
Inhalo profundo varias veces observando al horizonte, donde ansiaba ir alguna vez junto a él. Su corazón latía tan de prisa que solo miraba a Mikey a su lado, perdido entre la vista de enfrente abrazando su mullido gato.
—Mikey—acaricio su cabello—, ¿sabías que me gustas?
—Tú a mí—hablo bajo como si alguien pudiera escucharlos.
—¿Sabias que estoy enamorado de ti? —le asintió no entendiendo a donde quería llegar—¿Sabías que quiero estar contigo para siempre?
Revelo lo que escondía por su espalda provocándole un susto al otro. Mikey solo pudo concederse llorar, su mano temblaba intentando acercarse al anillo.
—Lo sé—notó como el otro también lloraba—. Yo también quiero estar contigo para siempre, por eso estoy aquí. Justo ahora.
—Manjiro—quito el anillo y tomo su mano tomando aire—, quiero proponerte esto de nuevo, pero ahora para siempre, juro que será toda la eternidad, que te amaré tan fuerte que no van a poder separarnos así se destruya el universo.
Le asintió no creyendo que volvería a escuchar eso, que lloraría de felicidad como antes.
—¿Quieres casarte conmigo? —Mikey soltó un grito de euforia.
—¡Sí! ¡Quiero casarme contigo, Takemitchy! —coloco el anillo en su dedo anular y se volvieron a unir en un beso. El resto de su vida empezaba en ese momento. Acariciando la joya y viendo la playa abrazando a su alma gemela.
—Prometo que todo será sencillo y usaremos los trajes azules.
—Me encantaría—admitió haciendo más fuerte su abrazo—, te amo.
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Mikey tiene miedo | Maitake/Takemikey [Terminado]
RandomHistoria localizada en la última línea temporal. Personajes mayores de veinticuatro años de edad. Mikey y Takemichi eran felices. Lo tenían todo, no había nada imposible para ellos. Estaban juntos, fueron amigos y se dieron cuenta que también estab...