Capítulo 15: Paz

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Le parecía increíble que después de tres semanas el anillo siguiera en la vitrina, como si estuviera hecho para que lo compre él. Suspiro con pesadez, no habían sido días fáciles, las horas extras lo tenían mal, absolutamente cansado, pero todo fuera por reunir el dinero restante necesario.

Camino a su trabajo, no usaba el metro, mucho menos taxis, eran un gasto que ahora lo creía innecesario.

—Al fin llegas—Chifuyu le extendió una pala apenas en la entrada—, ayúdame a sembrar los árboles que llegaron esta mañana.

—¿Qué? —la tomo para seguirlo. Pasaron toda la tienda, la oficina trasera y salieron al patio trasero.

—Bien, ¿ves esas bolsas? —las señalo apuntando—Ahí están, empieza a hacer los agujeros, luego vuelve a la tienda.

—Pero los gatos...

—¿Estas sordo? —no era secreto que desde sus disculpas en su apartamento todo se volvió diferente, un poco más pesado y sus horas extras rozaban la explotación laboral.

Asintió rendido, sus palabras al final fueron ciertas. Si no estuviera sosteniéndose de tan poco dinero no seguiría ahí. El sol de la tarde era su única compañía, junto al recuerdo de los ojos negros que tanto amaba, honestamente solo seguía por ello.

Apenas terminando corrió de regreso chocando con alguien antes y casi cayendo al piso.

—¿Estas bien? —Kazutora casi suelta una risa—¿A dónde vas?

—Los gatos, he estado ocupado allá atrás que no he podido verlos.

—Pero, ¿Qué hacías ahí? Tu trabajo no está allí, Takemichi.

—Chifuyu me pidió-

—De nuevo—se quejó en voz alta—, son horas extras, no que le estes ayudando con tonterías.

—Lo siento—pedía perdón como lo hacia antes, cuando su vida estaba acabada y era un miserable.

Su día terminó dos horas después, con que tuvo que casi correr a casa. Tan solo quería echarse a dormir, pero al abrir la puerta encontró a un Mikey mirando la televisión con su peluche abrazado, suspiro sintiendo algo de paz.

—Bienvenido—le miro entrar con una mirada perdida—¿Estas bien?

—Más o menos-casi se arrastró hasta el sofá—¿Ya cenaste?

—Pues...-miro a la cocina intentando evitarle la mirada—Algo así.

Takemichi miró su muñón, estaba vendado como siempre, pero tenía unas demás un poco más arriba y una pequeña mancha roja casi llegando al exterior lo delato. Le tomo el brazo casi sacándole un susto.

—¿Qué es esto, Mikey? —y este comenzó a respirar rápidamente.

—Nada, solo intentaba hacerte de comer, pero las cosas salieron mal—abrazó al gato intentando cohibirse—, lo siento, sé que suficientes problemas tienes con las horas extras.

—Chifuyu esta peor que antes—admitió soltando su brazo—, tan mandón que me enferma, solo actúa como mi jefe, no creo que sea más mi amigo.

—¿Por qué sigues haciendo horas extras? —rio a su pregunta—¿Qué?

—Es una sorpresa—lo abrazó por su cintura alzándolo para sentarlo en sus piernas—, es matador, pero lo valdrá.

—No empieces—soltó su peluche para rodearlo por su cuello—, habla, Takemitchy, acaso ¿nos vamos a mudar ya?

—No, aún no... además creo que los precios han aumentado.

—¿Entonces? —recostó la cabeza en su hombro—¿Qué estas planeando?

Mikey tiene miedo | Maitake/Takemikey  [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora