El centro comercial estaba concurrido, seguramente había música por los parlantes, pero él no escuchaba nada. Takemichi seguía viendo las vitrinas de la joyería, una joya en especifico había llamado su atención. Brillaba mucho, casi igual al precio, era elevado para su presupuesto, le faltaba mucho.
—Mikey—susurro mirando su celular. El fondo de pantalla era una foto de ambos, días antes del accidente. Se podía alcanzar a ver en su dedo anular el anillo de compromiso, mismo que le fue arrancado incluso con su mano.
Quería proponerle matrimonio de nuevo. Lo había meditado todos esos días, desde el aniversario de un año de su accidente. Quería unirse de nuevo a él, de una vez y para siempre. Suspiro recordando la tienda y mirando el anillo de plata la última vez. Debía ir a su trabajo.
Los primeros días que regreso apenas había cruzado palabras con alguien, incluso ayudo con la limpieza de todo lo posible, el entablar una conversación con alguno le frustraba. La campana sobre la puerta sonó y supuso que era algún cliente.
—Que bueno que te encuentro, Takemichi—giro de inmediato. Un par de ojos marrones le miraban con arrepentimiento.
—Hola, Baji—continúo limpiando la repisa—¿Pasa algo? —temía que fuera despedido de una vez.
—No, vine a ver a Kazutora ya que terminé temprano y de paso a Chifuyu...
—Oh, están dentro, quizás comiendo algo—se acercó a este—, y yo lamento lo de la semana pasada, Kazutora te llamo en medio de tus clases.
—No fue nada—puso la mano en su hombro—. Además, quiero que cenemos juntos aprovechando que salí temprano.
—Claro, les avisare para que vengan, yo me quedaré en la tienda.
—No, si no vas a venir con nosotros te iras temprano—sus ojos fueron a su camisa, le era extraño verlo usando cuello de tortuga—. Te ves algo cansado.
—Un poco—admitió—, han sido noches algo largas... Mikey ha estado un poco alterado.
—Me imagino—su mirada fue al piso empezando a caminar hacia dentro—, bien. Ve a sacar tus cosas, me llevare a mi par a comer algo.
—Muchas gracias, Baji—después de días había vuelto a ser tratado de forma amable—. Le contaré a Mikey que te vi, se alegrara mucho.
—Claro, si se puede—escucho como los tres hablaban de algo que no fue capaz de escuchar del todo. Su nombre, algunas quejas, luego silencio.
Los pasos fueron acercándose. Kazutora le sonrió levemente, sentía algo de vergüenza por lo ocurrido aun cuando lo había defendido. Baji no tenía problemas en hablarle naturalmente y luego Matsuno apenas levantaba la mirada.
—¿Te iras? —intentó hacerle conversación cuando lo noto ordenando su mochila.
—Aja, quiero hacer varias cosas, Chifuyu—no se molestaría en no hablarle. Tan solo quería distancia por el bien de ambos.
—Nos vemos—extendió su mano como saludo.
—Hasta mañana—le paso de largo colgando su mochila por su espalda. La puerta se abrió como así de rápido cerro. Chifuyu dejo su mano estática, quería remediar las cosas, no le agradaba estar de esa forma con su mejor amigo.
Baji lo tomo de la mano evitando que lo siguiera, debían darle su espacio, después de lo ocurrido y sabiendo que ha pasado un año de ese día lo menos que podían hacer era respetar sus decisiones.
Takemichi quería comenzar a enamorar a Mikey sin importar que llevaran años juntos, si iba a proponérselo de nuevo, repetiría desde sus inicios. Se detuvo a comprar varias cosas para su noche, lo primero fue un ramo de flores, recordaba que la primera cita en su adolescencia le llevo uno lo cual resulto en su primer beso. Lo siguiente fue la comida, pero de eso se encargaría más tarde.
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Mikey tiene miedo | Maitake/Takemikey [Terminado]
RandomHistoria localizada en la última línea temporal. Personajes mayores de veinticuatro años de edad. Mikey y Takemichi eran felices. Lo tenían todo, no había nada imposible para ellos. Estaban juntos, fueron amigos y se dieron cuenta que también estab...