Capitulo 19

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Tyler esperó con impaciencia mientras sonaba el teléfono de Bill, pero no hubo respuesta y finalmente fue a su buzón. No dispuesto a dejar un mensaje, colgó. ¿Bill se había ido a la cama? Maldita sea, debería haber contestado antes cuando el chico había llamado.

No dispuesto a admitir lo decepcionado que estaba, regresó al club. Como sea; simplemente follaría con esas dos chicas. Premio de consolación.


Tyler tomó otras cuatro bebidas fuertes para poder seguir adelante con eso, y al final de la noche se dio cuenta de que solo se había obligado a hacerlo porque quería demostrarse a sí mismo que no estaba obsesionado con ese estúpido chico. Un chico estúpido que era más que adorable, tierno, sexy, lindo, tímido, y completamente fascinante.

Eran casi las 5 de la mañana cuando finalmente llegó a casa y se tambaleó en su propia cama delirando, odiándose a sí mismo por la noche que había pasado y deseando que Bill estuviera allí para darle un abrazo.

'Que asco, ¿qué me pasa?' Pensó, disgustado por sus propios pensamientos patéticos.

Eventualmente decidió culpar sus ridículos sentimientos en las grandes cantidades de alcohol que terminaron haciéndolo vomitar por toda la alfombra junto a su cama. Maravilloso. Todo esto fue culpa de Bill.

~ * ~

Lo primero que hizo Bill a la mañana siguiente después de despertarse, fue revisar su teléfono; como siempre, con la secreta esperanza de que había llamado Tyler. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los días, el hombre realmente había llamado.

Extasiado, Bill estaba a punto de devolverle la llamada, solo para darse cuenta de que la llamada había llegado muy tarde y Tyler probablemente todavía estaba durmiendo. Tendría que esperar hasta más tarde. Mucho más tarde porque hoy tenía el turno de almuerzo en el Koi. Y como siempre, estaba tarde.

Apresurándose con su rutina matutina en un feliz frenesí, Bill solo llegó 13 minutos tarde.

—Ahí estas— susurró Andy riendo. —Te cubrí y le dije a Li Jing que estabas fumando, ¡así que date prisa con esas órdenes!—

—Gracias— se rió Bill, agradecido de que Andy no se lo hubiera tomado a mal por haberse ido tan repentinamente la otra noche.

Los pedidos pronto comenzaron a acumularse a medida que avanzaba la fiebre del almuerzo del domingo, y durante unas horas agitadas, Bill logró olvidarse de Tyler. Desafortunadamente, no fue por mucho tiempo porque a las 4 p.m., los clientes se habían reducido, y Bill logró tomar un descanso para fumar durante el cual no pudo pensar en nada más. Sorpresa, sorpresa.

Andy pronto salió para unirse a él. —¿Qué tal?—

—Estresado. Debería estar estudiando pero no he hecho nada en absoluto. Me siento tan culpable— se quejó Bill con tristeza. —Mis padres me van a matar—

—¡Oh, vamos, eres un artista! Debes ser creativo y no desperdiciar tu talento con basura como la escuela — Andy sonrió alegremente.

—¡Eso es exactamente lo que siempre les digo a mis padres! Pero lamentablemente no lo ven así— agregó con un suspiro.

En ese mismo momento, Li Jing de repente abrió la puerta trasera de la cocina para dejar salir a George y Victor. —Ahi esta. Fumando cómo siempre— Ella negó con la cabeza antes de volver a la cocina mientras los Chicos se acercaban.

—Hola chicos, ¿qué están haciendo aquí?— Bill preguntó sorprendido.

—Estábamos en el vecindario y pensamos que pasaríamos a ver cómo te estaba yendo— dijo George alegremente. —¿Y quién es ésto?— preguntó inocentemente, mirando a Andy con una amplia sonrisa.

Habitación 304 (lgbt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora