Capitulo 24

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Durante todo el camino abajo, Tyler miró a su asistente con mala cara, tratando de idear un plan de venganza adecuado hasta que entraron en la sala de música y casi le da un infarto.

Allí, en el escenario, arreglando una guitarra, estaba Bill.

Tyler solo tardó unos segundos en recuperarse y salir de la habitación antes de que alguien se diera cuenta de que habían entrado.

—¿Tyler?— Preguntó Peter, saliendo al pasillo donde Tyler estaba de pie contra la pared, tratando de calmar su corazón enfurecido; ¡era Bill! ¡Bill tenía un álbum llamado Room 304! ¿Eso era sobre él? ¿A cerca de ellos...?

—Tyler, ¿qué está pasando? ¿Estás bien? Estás muy pálido, ¿no te sientes bien? — Peter preguntó preocupado.

—Es Bill— tartamudeó Tyler, mirándolo.

—Oh. Si. Bill Kingsley. Trabaja con Andy en un restaurante chino y- —

—¿Tu sobrino está enamorado de él?— Tyler espetó enojado.

—Eh, sí. ¿Y?— Peter preguntó confundido.

Tyler lo miró enojado. —¡Pues, no puede tenerlo! ¡Bill es mío!—

Peter arqueó una ceja. —¿Disculpa?—

—D-digo... Eso no es... Solo quise decir... Ya sabes lo que quiero decir...— Tyler murmuró estúpidamente.

—No jodas. ¿Ese es tu Bill? — Peter susurró con una gran sonrisa.

—Ay. No... Osea, sí. No, no es mi Bill, pero... ¡ya sabes a qué me refiero! — Tyler refunfuñó avergonzado mientras Peter estallaba en carcajadas.

—Vaya... Tienes razón, ¿qué quiere un chico así con un puto?— Peter finalmente terminó de reír, asomándose por la puerta para echar otro vistazo a Bill. —Es realmente extraordinario. Puedo verte anhelando eso.

—Cállate, cabrón— espetó Tyler, dándole un puñetazo en el brazo.
—¡Deja de mirar!—

Peter solo se rió cuando Tyler cerró la puerta. —¿Entonces, cuál es el plan?—

—No lo sé— gruñó Tyler, pasando una mano por su cabello; necesitaba un cigarrillo.

—Atenuaré las luces de atrás para que no pueda vernos, ¿de acuerdo?— Peter sugirió con esa sonrisa divertida que le dijo a Tyler que estaba disfrutando de su tormento.

—Bueno...— Tyler gruñó cuando Peter desapareció en la habitación. Tyler realmente no quería escuchar la música de Bill, pero... bueno, tal vez sí quería, de cierta manera. Estaba tan asustado de rechazarlo. ¿Y si Bill era terrible?

¿Era esta la razón por la que Bill había estado tan emocionado antes? ¿Quería contárselo durante la cena? Pero, ¿y si tuviera que rechazarlo? Bill estaría devastado. Y por primera vez, Tyler estaría allí para recoger los pedazos de los sueños que había destrozado. ¿Quizás debería darle a Bill el contrato simplemente para hacerlo feliz? Despues de todo, había un montón de malos músicos, ¿nadie se daría cuenta de uno más?

Pero no podía. Iba en contra de su código moral de trabajo. Pequeños favores personales, como audiciones, eran una cosa, pero ¿darle a alguien un contrato discográfico por interés personal? Si comenzaba a hacer cosas así, su empresa iría a la quiebra pronto...

—Tyler, ¿vienes? Todos te estamos esperando— Peter asomó la cabeza fuera de la habitación, dándole una mirada expectante.

Tyler asintió temblorosamente, entrando sigilosamente en la habitación en penumbra; las únicas luces estaban colocadas en el escenario, dirigidas a un impresionante Bill y otros dos tipos a los que Tyler realmente no podía prestar atención en ese momento. A diferencia del normalmente inquieto, nervioso y adorable Bill al que estaba acostumbrado, Bill se veía seguro y orgulloso en el escenario, como si estuviera en su hábitat natural.

Habitación 304 (lgbt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora