18. ABRIL (Primavera. París)

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HYUNGWON

Una cita. Iba a tener una cita. Ya no recordaba cómo era. La única vez que había hecho algo parecido fue en el instituto, cuando invité a cenar a la chica que me gustaba solo porque quería que después, antes de llevarla a su casa, nos lo montásemos en el asiento trasero de mi coche. O durante el último año de universidad, cuando tonteé con una profesora y no me equivoqué al pensar que un poco de conversación sería todo lo que necesitaría para terminar subiendo a mi apartamento poco más tarde.

Pero en aquel momento no pretendía nada.

Bueno, follarme a Kihyun siempre era una pretensión. Pero también era algo más.
Quería que disfrutase de lo que no pudo tener tres años atrás: la libertad, poder pasear por la calle simplemente cogidos de la mano o besarnos frente a cualquier portal.
Quería ser valiente, abrirme con él y darle todo lo que quisiese coger de mí. Quería…, no sé, quería tantas cosas que estaba abrumado y nervioso y tenía ganas de comerme el mundo.

Me apoyé en el alféizar de la ventana del salón y encendí el móvil mientras me fumaba un cigarro. Tenía mensajes de Hyunwoo, una llamada de mis padres y un par de asuntos de trabajo, pero lo ignoré todo y busqué el nombre de Hoseok en la agenda.
Respondió al tercer tono.
Hablamos de cómo nos iban las cosas sin entrar en muchos detalles; le conté cómo había sido la exposición y los avances que Kihyun estaba haciendo.

—Aún me alucina que estés aguantando allí tanto tiempo. Tú, sin mar, en una ciudad enorme. Ver para creer. Entonces, ¿Kihyun está bien?, ¿contento?

—Creo que sí. O eso espero.

—Cuídalo, ¿vale? Esta vez lo digo en serio.

Reprimí una sonrisa antes de darle otra calada al cigarro.
—En realidad, te llamaba para contarte que esta noche tengo una cita con él. Tú tenías razón, no fui un amigo ejemplar, te mentí y la jodí, así que he estado pensando mucho y he llegado a la conclusión de que quizá debería contártelo todo. Y para eso tengo que remontarme a unos días atrás, cuando lo besé y, aunque las escaleras no son el lugar más cómodo, terminamos haciéndolo allí…

—Joder, Hyungwon, ¡cállate! La hostia.

—¿Quieres que te filtre la información?

—Sí, quiero que me la filtres mucho. Me basta con saber que esta noche sales con él y que vas en serio, que no le harás daño. Ya está, ¿de acuerdo?

—Vale. Pues eso es todo.

—Eres un imbécil —se echó a reír—. Tengo que dejarte, Bega está esperándome para seguir viendo juntos unos veinte catálogos más sobre bodas. Una maravilla.

—Sé fuerte —me despedí entre risas.

—Sé fuerte —me despedí entre risas

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KIHYUN

Scarlett removió su café con calma y elegancia mientras me miraba. Sus ojos, grandes y expresivos, tenían ese magnetismo que toda ella desprendía. Cuando recibí su llamada y me dijo que Hans le había dado mi teléfono porque deseaba tomar algo conmigo y charlar a solas, me inquieté, pero lo cierto era que la reunión estaba siendo agradable, aunque yo me limitaba a escuchar todas las anécdotas e historias increíbles que Scarlett me contaba con su marcado acento inglés.

Lo que somos 2° Parte // HyungKi (Ad3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora