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-chicos saltear las verduras con mas cuidado, no me gustan los fogonazos-les advirtió abriendo los hornos. Trataban de hacerlo tan rápido que el aceite se derramaba alimentando las llamas.

-perdón-se disculpó Baek con una sonrisa inocente.

Jimin siguió con sus hornos tratando de que su vista no se desviase a Jennie la cual seguia maldiciendo porque la crema pastelera no quedaba como ella quería.

-solo batela de nuevo-pensó para sí mismo, era tan sencillo, solo batirla para que quedase con más consistencia y poder usarla en el pastel, pero no, ella solo añadía más y más azúcar.

-¿te gusta?-pregunto Jin moviéndose a su lado.

-está demasiado suelta-negó viendo la crema, no podría usarla si seguía así.

-¿cómo?-El castaño casi se atraganta al escuchar aquello.-ni siquiera has hablado con ella.

-¿que?-sus ojos volvieron a Jin dándose cuenta de lo que hablaban-dios no, no me refería a e-ella ¿como podría decir algo asi?

Las carcajadas del mayor llenaron la cocina mediante JImin tomaba mas color.

-¿estabas hablando de su crema?-señalo divertido-creo que tienes una obsesión con la cocina.

Jimin solo suspiro sacando la carne comenzando a trincharla.

-aunque quizá le vendría bien algo de ayuda-comentó curioso.

era raro ver a Jimin preocuparse por los postres, los alfas no solian acercarse a esas cosas, ellos eran de carne, pescado, grandes comidas, no finos postres.

-¿por qué no le dices nada?-lo alentó acercándose un poco más.

-¿yo?-se señalo nervioso-no s-soy un omega.

-los alfas también pueden hacer postres-defendió serio.

-claro-sonrió escondiendo algo de tristeza en su pecho-Yo me quedo con los hornos.

Daegu era otra ciudad, mucho más grande y abierta, pero él no quería jugársela. que fuese pequeño ya era algo difícil de esconder, no le daría más razones a nadie de pensar que era un alfa raro.

Jin vio con pena como los ojitos cafes perdían algo de brillo, no llego a entender que estaba pasando realmente, pero no insistió, apenas llevaban una semana trabajando juntos, no lo presiona de mas.

quiso cambiar de tema y continuar con una amena charla, quería conocer más a ese chico, pero vio a Baekhyun echar de nuevo limón a una de las salsas sin que esta estuviese hirviendo. Era algo que no debía hacerse, la mayoría de las salsas se acababan cortando dejando una consistencia desagradable y Jin le había reñido por eso mismo un millón de veces, pero el menor iba tan distraído que con las prisas nunca esperaba que estuviese lo suficientemente caliente.

-Baek, es la última vez que te digo lo del limon-le advirtió.

-¡Lo siento!-chillo subiendo el fuego con rapidez.

-la próxima te pondré a pelar patatas por un mes-le advirtió.

Jimin hizo una mueca con sus labios, las discusiones siempre habían sido habituales en sus lugares de trabajo y aunque estas eran mucho más suaves seguían sin agradarle. Estuvo a punto de moverse para ocuparse él mismo de las salsas cuando escuchó la puerta abrirse dejando ver a un muy enfadado Taehyung.

-Jimin-lo llamo serio.

-¿pasa algo?-se giró confundido con un par de platos en sus manos.

-A mi despacho. ahora.-ordeno serio.

Bangtan ChefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora