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se movía con delicadeza, como si tuviese miedo de tirar algo, pero a su vez era rápido, los platos iban y venían por su mesa, vaciaba las sartenes y decoraba cada comida como si fuese a ser la última del comensal y eso lo estaba desesperando.

le gustaba en cierta forma, en verdad daba una gran imagen a la cocina del restaurante, pero la gente esperaba más por un plato que era realmente simple. Oh y eso le daba la oportunidad perfecta a Min para buscarle un problema al nuevo.

El séptimo gruñido del día escapó de sus labios mientras bebía su sprite desde la pajita.

-si intentas intimidarlo que sepas que bebiendo con la caña pierdes bastante-hablo Namjoon apoyándose en la pared a su lado.

-No reacciona a nada, es de hielo-se encogió de hombros.

ël no era la persona más indicada para hablar de indiferencia, de normal ignoraba todo a su alrededor, pero sí que era susceptible ante los olores y los gruñidos, su animal no los soportaba con facilidad.

Sin embargo Jimin lo ignoraba, se puso a su lado y prácticamente lo asfixió con su aroma, sin conseguir nada, ni un bufido, le gruño, bufo, miro mal, empujo cuando por tomar un utensilio entró en su espacio personal, nada, simplemente lo ignoraba y seguía trabajando.

-baek las salsas aún no están-le recordó al ver como el chico iba hacia las sartenes que aún no estaban en ebullición.

-Es cierto-rió algo avergonzado soltando el limón que llevaba en las manos.

Eso era lo que más le molestaba al pálido, seguía siendo tan tranquilo, manejaba veinte cosas a la vez y controlaba a los pinches, pero no perdía ni por un segundo la calma, su tono seguía siendo suave y amable. No tenía sangre en las venas y para trabajar en una cocina se necesitaba un nervio especial. Jimin no lo tenía.

-aun así trabaja muy bien-comentó Namjoon restándole importancia.

-lento-negó más que serio.

-Apenas hay gente, no te pases con el nuevo-rio palmeando su espalda.

-tengo que adiestrarlo, cuando haya gente no puedo tenerlo asi-señalo antes de cruzar sus brazos.

-ni que fuese un perro-rodó los ojos.

-algo así-asintió-¡Park sube el ritmo! ¡La gente entrará a la cocina si les haces esperar mas!

-YoonGi-le reprendió Namjoon.

no llevaba bien los gritos, nada bien, patéticamente un cuchillo había resbalado de su mano haciéndole saltar, no le paso nada, pero había que tener cuidado.

suspirando trato de calmarme para no contestar de una mala manera, pero al alzar la mirada vio esa mirada de suficiencia en su cara, quería humillarlo y Jimin estaba harto de eso.

apenas llevaban tres días trabajando juntos y se sentía a prueba todo el tiempo con el pelinegro, no era justo, él no le hizo nada y tampoco había nadie para examinarlo.

-si vuelves a tu trabajo seguro que conseguimos sacarlo mas rapido-bufo molesto.

-tu perro muerde-se burló Namjoon antes de salir de la cocina.

-Controla ese tono Park-gruño-te recuerdo que soy tu mayor.

-¿por eso tienes descansos cada veinte minutos? ¿se te baja el azúcar o que? abuelo-cuando estaba enfadado su lengua salía a flote.

-¿que acabas de decir?-siseo conteniendo un rugido.

quiso girarse para amenazar, pero Jimin corrió con una pequeña risa hacia la otra parte de la cocina para usar el horno.

Bangtan ChefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora