18

145 24 3
                                    


Jimin no sabía cómo sentirse, después de lo ocurrido el día anterior apenas hablaron, tan solo limpiaron el local y se fueron a casa cada uno por su lado, esa noche no se servirán cenas habían rentado el local por unas horas y solo había que dejarlo todo limpio.

El alfa menor prácticamente había huido del restaurante cuando acabaron, estaba en un pequeño Shock y explicar lo que sentía era demasiado vergonzoso como para quedarse por ello mismo corrió a su casa para refugiarse en los brazos de Jungkook.

Por supuesto que el menor no entendió nada y lo felicito por haber ganado la pelea contra el pálido, a sus ojos su hermano, un alfa que no gozaba de una gran autoestima y que jamás había podido enfrentarse a nadie se estaba recuperando, Gruñia y amenazaba, de una forma en la que consiguió que un gran alfa como Min YoonGi se doblegara ante él, no se alegraba de la pelea, pero sí de que Jimin pudiese atesorar el recuerdo de haberle ganado a otro alfa.

Pero Jimine estaba lejos de recordar esa pelea de esa forma, no se sentía como un ganador, no como un alfa fiero y orgulloso, sino como un pequeño cachorro al que habían mimado por primera vez en años. Definitivamente era una clara forma de describir la forma en la que su pecho se calentó ante el recuerdo. Min YoonGi no se había doblegado ante sus gruñidos por miedo o por respeto, lo había hecho por reconocimiento, no por Park Jimin, sino por su animal. Decidió agachar la cabeza ante su alfa y aunque las razones no estaban claras su animal había caído completamente hacia ese gesto.

Se había sentido escuchado, consolado y en cierta parte protegido. Mientras que cualquier alfa habría usado la información para amenazar, YoonGi le prometió no decir nada, podría chantajear, joderle en la cocina, cualquier cosa, pero en su lugar lo hizo explotar para que sus problemas no lo hundiesen, Lo hizo sacarlo todo para poder liberarse y cuando le grito lo suficiente solo lo acuno en sus brazos como si fuese el soporte que Jimin había necesitado durante años.

Y eso fue lo que lo dejo en Shock, YoonGi, el alfa que lo odiaba, el completo desconocido que le dejo noches en vela, le hizo sentir protegido por primera vez en su vida. Apenas fueron unos minutos, pero ahí, con su cabeza recargada en el fuerte hombro y los ojos cerrados pudo sentirse en paz, como si nadie pudiese perturbar ese momento, como si por primera vez pudiese descansar sin estar pensando en cómo protegerse. Porque Jimin no podía verse débil, era un alfa y encima de ser muy joven era uno que cuidaba de un hermano omega, si se veía débil no solo lo atacarían a él, sino también al pequeño omega con un hermano fácil de herir.

Como o por que eran las preguntas que se repetían en su mente esa mañana y en el fondo se odio por no quedarse a hablar las cosas anoche con el pálido, ahora no sabia como enfrentarlo, siquiera sabía cómo mirarlo a la cara sin sentir vergüenza.

Si antes con el mayor conociendo su secreto no sabia como encararle, ahora que se habia derrumbado en sus brazos ¿que le quedaba? ¿cómo podría gruñir o hacerse respetar en esa cocina si hace menos de un día estaba descansando en sus brazos?

Era un desastre y Jimin perdió la cuenta de cuantas veces se insultó a sí mismo.

Simplemente se centró en cortar las verduras de la mañana lamentándose en su desgracia escuchando a los pinches saludarle como si nada hubiese pasado. No supo el tiempo que pasó así, pero cuando las verduras se acabaron bajo sus manos se encontró con YoonGi mirándolo fijamente a pocos centímetros.

-¡ah!-chillo dando un salto.

YoonGi se rio, esa fue la primera risa genuina que encontró en el palido y no pudo evitar apreciarla mientras se recuperaba del susto.

-No te acerques así a la gente-lo reprendió sobando su pecho como si eso pudiera calmar su acelerado pulso.

-Te traje café-dijo mostrándole el envase el café con hielo, el favorito de Jimin.

Bangtan ChefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora