Secuestradas

Función

El motor suena una vez que arrancó el carro.

—- ¡Mierda! -— escucho como gritan.

Siguó manejando con velocidad entre el estacionamiento, entre los carros que están estacionados.

Un grito agudo sale de mi garganta cuando en piedra es lanzada hacia la ventana, me desorienta un poco pero siguó mi camino, veo la cerca a lo lejos acelero para tumbar la estoy cerca de fierro.

Veo por el espejo retrovisor, cómo me apunta con un arma. Mundo no lo piensa dos veces y dispara.

Ingenioso dispara a las llantas de la parte de atrás haciendo que el control del carro se malo.

Intento frenar pero es tarde al momento que chocó contra la reja, mi cabeza se golpea con el volante, me siento desorientada, limpio con la mano la sangre que escurre por mi naríz. La reja se movió pero no la tumbe diablos abro la puerta eh intento bajar del carro para correr hacia la salida caigo al piso siento unas manos levantándome.

—- ¡NOOO! ¡DÉJAME! -— gritó desesperada -— ¡NO QUIERO! —- unos de los hombre de mundo me tapa la boca con su mano para que no grite.

Forcejeo para que me suelte. La salida está cerca. Muerdo su mano y funciona ya que me suelta. Tomo en marcha mi rumbo y corro hacia la reja pero caigo al piso nuevamente cuando escucho un disparo, el dolor que siento en mi pierna hace que me arrastré nunca me habían disparado, aún haci sigo mi camino.

Una vez más las mismas manos me jalan del cabello un chillido sale de mi garganta.

-— No puedes quedarte quieta, ¿Verdad? — Con el arma que me disparó me golpea la cabeza siento como se me nubla la vista.

Lo último que veo es a más personas acercándose.

∆∆∆∆∆∆

Mi pierna duele, una bala impacto en mi chamorro izquierdo, que ahora está vendado gracias a Antonella. No perdí mucha sangre, ella también me sacó la bala.

-— No sabía que también eras enfermera -— digo sonriente a la mujer que limpia el piso.

Como no puedo bailar, o mejor dicho a los hombres no les gusta ver a una mujer con la pierna venda toca hacer de criada, lo cual es mil veces mejor.

-— Hoy es sábado —- Me recuerda, lo sé lunes hice trato con mundo, martes solo trabaje, miércoles intenté escapar, el jueves y viernes solo descansé

—- Lo se —- miedo es lo que recorre por mi cuerpo.

Siguo limpiando el piso al igual que ella, pienso ¿Que estaría haciendo ahorita? Claro, si mi vida fuera como antes. Seguro trabajando.

-— ¿Qué pasó con las mujeres? -— nunca llegaron

Antonella se levanta y se sacude su vestido largo color azul cielo.

-— No lo sé mi niña, no lo sé - reprimo una mueca solo espero que estén bien.

∆∆∆∆

Ya es tarde pero me dirijo a un cuarto donde no había entrado antes, unos de los gorilas vino a decirme que el "jefe" me llamaba que necesitaba verme, pensé que iríamos a su despacho pero no fue haci. Subimos las escaleras al segundo piso no había entrado a este lugar ya que el despacho y el prostíbulo al igual que las habitaciones están abajo.