Nueva presa

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Christian se levantó de ese lugar tenían que desacerce de ese cuerpo.

— Tú te encargas de limpiar — demandó Christian.

León solo hizo una mueca limpiar era lo que menos le gustaba.

Sabiendo que no habría de otra salió por ese largo pasillo y subió las escaleras, esas que dirigían hacia el mismo infierno. Paso por un nuevo pasillo no tan largo, que conducía a la cosina la cual está era ni tan grande ni tan pequeña era de un tamaño aceptable, limpio y ordenado tenía una estufa con estantes pegados a la pared de color blanca una mesa en el centro y un gran ventanal en la esquina izquierda.

Rebuscó en un cajón y encontró unas bolsas negras tomo dos, regreso y observo el cuerpo le quitó la cadena que tenía en el pie agarró el hacha y empezó a cortar su cuerpo una vez acabado este trabajo la metió a la bolsa negra ( las bolsa la había puesto dentro de la otra bolsa negra) subió la pesada bolsa por las escaleras y salió por la puerta principal.

¿Demaciado confiado? Para suerte de ellos vivían en una zona vacacional en el bosque era invierno y por lo general no había gente en invierno. Súmanle que eran las 2:00 AM a si que no se preocupaba, llegó a su camioneta negra y subió la bolsa.

Condujo aproximadamente 3 horas era mucho; si en efecto prefería dejar el cuerpo lo más lejos posible no se arriesgaría a ser descubierto no cuendo era lo mejor del mundo.

Se aparco en un vecindario apenas estaba amaneciendo las 5:13 AM marcaba su caro reloj que estaba en su brazo, simplemente dejo la bolsa en la banqueta volvió a su carro y acelero pensó en ir a su casa pero mejor decidió ir a una cafetería estaba algo retirada pero no quería estar cerca de ese vecindario después de media hora llego a la cafetería entro, se sentó en una mesa y espero a que la camarera viniera para pedir su orden.

No tuvo que esperar mucho, se acercó a él una chica de entre unos 18 o 19, años, castaña, tez blanca y complexión delgada con una cálida sonrisa en sus labios carnosos.

— Buenos días, ¿Qué desea?, ¿Qué le puedo traer? — mencionó sin borrar su sonrisa.

— Un café descafeinado — se limitó a decir.

La miro, sin duda le gustaba y sabía que compartiría la idea con Christian a él le gustaban las castañas pero tenía una debilidad por las pelinegras.

Observo todos su movimientos hasta que llegó a la cosina y después regresó con su café en una charola.

— Aquí tiene, si necesita algo más solo llámeme — después de una última sonrisa se alego de la mesa.

Bebió rápido su café, pero su mirada estaba fija en la chica. La quería para él no habría duda de ello, decidido se levantó de la mesa y fue tras de ella.

— Hola — dijo León sonriente una vez que estubo cerca de ella en el mostrador para ser exactos.

— Hola, ¿Necesita algo más? — preguntó

— Si, me parece que no me has dado tu nombre — agrego con una sonrisa encantadora, era guapo el lo sabía cómo también sabía que esto le facilitaba el trabajo enamoraba mujeres y después las mataba haci de simple.

— ¿Y para que lo necesita? — preguntó con una ceja alzada.

— Pues para invitarte a salir — soltó simple.

Le castaña soltó una dulce risa.

— Gloria, ese es mi nombre — sonrió al decirlo. León miro sus lindas fracciones no tenía exceso de maquillaje, pero si tenía un toque pero no sé pasaba de lo natural — ¿y ahora que? me dirás "Que lindo nombre Gloria" —  el pelinegro río por lo bajo.

— Era justo lo que acababa de pasar por mi mente ¿sabes que era lo segundo? — levantó ambas cejas esperando que Gloria contestará.

— Déjame pensar, ¿Me invitarás a salir? Para eso querias mi nombre ¿No es así?

— Diablos creo que eres adivina, pero ¿si saldrías conmigo? — preguntó mordiéndose el labio.

— No lo sé, apenas te conozco — dudosa le contesto.

— Ese es el punto ¿No?, conocernos — mencionó

— Si, ese es el punto — sonrió — Está bien dame tu número.

León sonrió mientras que la castaña le entregaba una lapicera y una hoja de papel, lo tomo gustoso y puso su número y su nombre.

6646720173
Mi nombre es León ♡

Escribió con una caligrafía perfecta y muy linda, le entrego la hoja. La chica miro el papel detenidamente sonrió al saber el nombre de este chico tan guapo de ojos verdes.

— Te llamaré después para ponernos de acuerdo, León — mencionó sonriendo coquetamente.

— Hasta luego linda — agregó él —  Nos veremos pronto.

— bye —  soltó un brinquito cuando alguien atrás de ella la llamo para que siguiera trabajando, él pelinegro solo sonrio y se dirigió a la salida feliz por qué tenía nueva presa, sabía que ella llamaría no era difícil notar que ella se había sentido atraída por él, León solo tenía que esperar.


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(θ‿θ)

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