Llevaba toda la mañana lloviendo; tanto alumnos como profesores habían llegado tarde o faltado. Durante las primeras clases, había sido difícil no distraerse con el persistente sonido de las gotas de lluvia golpeando el tejado de la escuela. Por suerte para todos, la intensidad había bajado cuando llegó la hora del recreo.
Tenían prohibido quedarse en las salas o en el piso superior durante el recreo en días normales, pero los días de lluvia podían resguardarse. El ajetreo característico de ese horario parecía más melódico con la lluvia, y los pocos que se asomaban en los corredores y escaleras del recinto lo encontraban reconfortante.
Molly normalmente estaría feliz de poder quedarse dentro de la sala; sería una oportunidad perfecta para leer cómodamente. Pero ese era el lado negativo de los días de lluvia: el ruido y desorden normalmente confinados al patio o polideportivo ahora estaban en la sala. Así que no rechazó a Jessie la idea de ir a charlar a las escaleras cuando apareció en su pupitre.
—¿Qué piensas sobre la fiesta cultural? —preguntó Jessie.
—No sé si estará a la altura de las demás, quizás esas cosas raras que quiere la directora de asignar colores por grados va a acabar en desastre. De todos modos, ya sabes cómo se ponen todos con la fiesta —respondió Molly con una sonrisa.
Habían estado caminando por los pasillos hasta que parecieron llegar a la zona del laboratorio de biología que no se usaba. Así que se acomodaron en la barandilla uno frente al otro. Molly parecía empezar a sentir frío, cosa que hizo a Jessie quitarse la sudadera que llevaba atada a la cintura y extenderla hacia Molly con una sonrisa.
—Toma. No quiero que pases frío —dijo, sus ojos reflejando una ternura que siempre parecía dispuesto a mostrar.
Molly aceptó la sudadera agradecida, sintiendo el olor familiar de Jessie que aún emanaba de ella. Su pecho se calentó al vestirla y no pudo evitar sonrojarse, una reacción que no pasó desapercibida para él. Como había cogido por costumbre, sacó de dentro de la camisa la cadena que ella le había regalado por su cumpleaños, y siguieron hablando de los preparativos que tenía cada sala para la fiesta.

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Molly & Jessie
RomantikEl tiempo había transcurrido desde aquel trágico día en el que la vida de ambos jóvenes se vio separada repentina y abruscamente. A pesar de la promesa que se hicieron el destino les depararía una cruel realidad. La pérdida la sumió a ella en una pr...