🍫━━CHAPTER X.

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El murmullo de voces hundiéndose a través del canal para la ropa sucia tenían a Willy bebiendo victoriosamente de una taza con infusión de eucalipto, contemplando con burla mientras los ecos se escurrían alrededor del ducto.

Planificar un romance a base de mentiras fue más sencillo de lo que pensó y oír los frutos era agónico para sus compañeros de trabajo, sobre todo para el comediante hilarante de Larry Chucklesworth. Por cada ronroneo que Fregoso entonaba, éste se aplastaba las orejas tarareando constantemente una sinfonía sin rumbo con tal de no ser cómplice de cada inocente arrumaco celebrando una unión inesperada.

Noodle podía distraerse ocasionalmente en su pizarra practicando divisiones, pero seguía siendo escalofriante oír y ver a tan inhumana mujer siendo víctima de las flechas de cupido y los galantes pantaloncillos de Lejía. Ella quien constantemente subía con tal de no ser encerrada en el ático o ser obligada a otros trabajos forzados, desviando la mirada al cesto porque prefería ver los calzoncillos de otras personas a ver los besos de esquimal derrochando cariño en todo su esplendor.

Y, para ser el segundo día sobreviviendo al plan, todo estaba yendo a la perfección.

—Yo hubiera preferido encerrarlos en el ático, pero —Abacus Crunch decía ahogándose en un despojo de cansancio, abotonándose los gemelos de ambas muñecas— ha sido tu mejor plan hasta ahora.

Fue sorpresa para todos descubrir que Willy era un chocolatero con pinta de novato, sobre todo para Abacus, quien no perdió tiempo en contarle a cerca de las cuestiones que tenían aliados a los hombres que alguna vez despertaron inspiración en el muchacho viendo la misma gotera lastimando el recoveco que era su cuarto para dormir. O al menos intentarlo.

Las viejas anécdotas de Crunch tuvieron a Willy por los dientes clavados en los pellejos viejos de sus dedos, un recordatorio ínfimo sobre el azúcar que ingirió antes de acostarse, pero sobre todo por el presunto cargo de estrés que Abacus tenía al haber contado todo.

Que, si salía por ahí después de pagarse la deuda con Fregoso y Lejía, temía que la policía diera con él, pues se creía muerto desde hace tiempo tras su despido.

—Willy no se rebaja al nivel de los demás —Noodle contó riendo—. Aunque, quizás seas peor.

—Por supuesto —alardeo el muchacho, poniéndose de pie—. ¿Acaso conoces a alguien más que le ponga licor a los chocolates?

—Sigue así y te condenarán a cadena perpetua por intentar alcoholizar personas.

Probablemente su único crímen, el resto era envidia.

El Cartel Chocolatero, como Crunch los había llamado, era lo que más atareado tenía a su órgano sanguíneo. Tras haber mencionado la cuenca de chocolate que tenía el Cartel (aparentemente para sobornar a la competencia que ni bien tenia oportunidad), sabía que no sería sencillo tener una tienda por ahí.

BON APPÉTIT ━━ Wonka.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora