B.B
Algo había cambiado bastante y no exactamente la consistencia del jarabe cereza.
Si bien, la mayoría alardeaba que era más dulce a otros días, se seguía vendiendo por doble ración y Bobby tenía la mente demasiado ocupada como para pelear acerca de la cantidad vertida en cada bola de helado.
Por supuesto, no era capaz de reconocerlo. O quizás no quería. No cuando a la mañana siguiente y a la siguiente y así sucesivamente Willy tomó la modestia hecha costumbre de aparecer de un brinquito porque parecía pecar si no pasaba a saludarla. Y de paso, esconder botones entre las paletas de melocotón, los que Bobby no descubría hasta llegar a casa y regodearse en el fastidioso calor que le coloreaba toda la cara.
Jesse la pilló una vez e insistió para mal de su propia hija, molestándola con amenzar al tipo con la única arma de fuego en toda la casa. No iban a postrarla sobre la chimenea como salvajes, eran cristianos y Lula jamás aceptó esas costumbres.
Pero Bobby no había hablado aun, no todo el tema ni dicho nombres. La tarde anterior cuando desmechaba una intrusa margarita que brotó entre las hierbitas del jardín y ponía a fe sus dudas en los pétalos sobre el taburete de la cocina, le preguntó cómo es que supo el momento exacto en el que le gustó mamá. Un error y Jesse, después de hablar sobre misiones de un convento y los lizos mechones rubios de Lula en medio de una misa, la juzgó burlonamente con ambos ojos.
No es como si pudiese contarle todas las cosas más importantes a su papá, de cabida pudo con su primera regla porque no sabía qué hacer mientras le pedía perdón a Dios por robar un caramelo pensando que iba a morir, pero se sintió igual a cuando le dijo que había besado al vecino en los labios cuando tenía catorce años.
Seguramente entendería si fuera varón, pero había espacio para hacerlo porque, entiéndase, tomó varias de sus costumbres y de vez en cuando parecía que en la casa habitaban únicamente chicos. Así que burlarse era un requisito importante para Jesse, siendo su única hija no se iba a reír a sus espaldas con el perro que ocasionalmente dormía en la entrada.
Sin ofenderlo, pero la flor podrida entre sus dedos le dio más información al final de la ruleta, yéndose al fondo junto a su estómago cuando ésta le gritó la obviedad de la situación.
El hecho de que Willy fuera amable con un corriente saludo dejándole botones a escondidas con cálidas sonrisas los últimos quince días no podría significar algo importante...
¿O sí?
Enlisto cualidades y defectos, los que terminaron dentro del mismo dilema planteado en su cabeza, dudando si valía el tiempo pensar sobre todo esto ante la posibilidad de estar confundiendo amabilidad con flirteo. Cosa de la que fue espectadora años atrás y se sintió patético creer que ahora ella estaba ahí desmenuzando el problema. De verdad que era difícil.
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BON APPÉTIT ━━ Wonka.
Fiksi PenggemarBobby Baker comprende que no ha alucinado desde su última alergia, por lo que es aterrador ver como la nueva competencia de Galerías Gourmet llega al pueblo intentando enamorar las papilas de todos con alucinantes dulces mágicos. 🏅5 on #Wonka202...