CAPITULO 16

472 38 0
                                    


Eros dejó escapar un profundo suspiro, cargado de tristeza. Se levantó lentamente de su asiento y se encaminó hacia su despacho. Mientras avanzaba, escuchó una voz tenue que lo llamaba. Sorprendido, detuvo sus pasos y se volvió hacia la entrada de la mansión. Allí se encontró con unos ojos brillantes como el cielo azul, que le devolvieron la esperanza.

-¡ Alfa guapo! ¡Alfa guapo! -Eos empezó a gritar, cuando vio que captó su atención expresó- te estoy esperando para pasear. Solo un ratito, por favor. Tú conoces lugares bonitos. Di que sí ... por favor ... -Eos se soltó de la mano de Gina y salió corriendo hacia él.

Eros se agachó con una sonrisa alegre que iluminaba su rostro, mientras se disponía a recibir a su hija. La niña respondió con una sonrisa coqueta y, con gesto juguetón, posó sus pequeñas manitas en su cuello.

Él la levantó con facilidad entre sus brazos fuertes.

-Por supuesto, mi princesita. Para ti, tengo todo el tiempo del mundo. Sabes que haré lo que me pidas -dijo Eros con cariño, dirigiéndose a su hija.

Luego, giró la cabeza hacia Gina, quien mostraba en su rostro preocupación por la reacción de la reina -.

Gina, Yo me encargaré de la princesa. No te preocupes por Danna. Yo

asumiré la responsabilidad de lo que pueda surgir a partir de esto -añadió mientras salía a pasos suaves de la mansión.

Eros estaba contento porque el alfa guapo, hacía lo que ella quería y no la regañaba.

Danna, desde las escaleras, observaba en silencio. Solo esperaba que su hija no sufriera cuando se fueran de esas tierras.

No podía negar que Eros se desvivía por su hija. Sumergida en sus pensamientos, fue interrumpida por Maya.

-Danna, intenta no enojarte con ellos. No podemos negar que hay un vínculo de sangre entre ellos, y la manada la reconoce como propia.

Yo estaba en el pueblo y la manada la ve como su princesa y la adora. Además, Eros ha dejado una impresión positiva en Eos.

No podemos ignorar que es un alfa elegante, atractivo, fuerte y encantador. Solo digo esto con buenas intenciones, amiga. Permítele a ese lobo cuidarla y consentirla un poco.

-Es que me molesta esa cercanía que tienen. Yo sufrí mucho sola cuando supe que ella existía. Él solo me traicionó. Tú sabes lo que hice para que ella pudiera sobrevivir.

Tengo la impresión de que mi hija sabe que él es su padre real, por eso se aprovecha y lo está disfrutando. Pero me da miedo que todo esto la haga sufrir -dio un largo suspiro para continuar -. Mejor vamos a prepararnos para visitar a Gin en el calabozo.

En la parte trasera de la mansión se extendían las plantaciones de árboles frutales. Eros llevó a la niña para mostrarle los árboles de moras que después de 5 años estaban colmados de frutos. Eos sonrió emocionada y con sus pequeñas manitas tomó las moras, mientras el alfa experimentaba una sensación de paz y serenidad en su interior. En ese momento, su única preocupación era su hija.

Después de un rato, la tranquilidad fue interrumpida. Lamia no le importaba la presencia de la niña y comenzó a hablar.

-Eros, el consejo de ancianos te estaba esperando y no te presentaste. Necesito hablar contigo con urgencia respecto a Gin. Todo fue un terrible malentendido. Ella no tenía intención de causar daño a la princesa.

Como sabes, estamos en medio de una guerra, y su intención era simplemente comprobar si la niña estaba alerta ante el peligro. Sin embargo, se puso nerviosa al ver tu reacción y te hirió sin intención alguna - explicó Lamia, buscando aclarar la situación.

-Gin recibirá el castigo en manos de la reina Danna. Casi le corta la manito a su hija. No me importa lo que pase con ella -Eros acomodó a la princesa en sus brazos y estaba dando la vuelta para retirarse.

Ya no quería seguir escuchándola.

-Eros, tu deber es proteger a la gente de tu manada. Sabes que el consejo no permitirá que lastimen a tu gente. Gin merece que el alfa la perdone por el error que cometió.

Además, tú eres el alfa de alfas de esta región, y si hablas con la reina, ella debe acatar una orden tuya.

Ella no tiene derecho de hacer nada aquí. Eros se enfureció. Quería matar allí mismo a esa loba, pero tenía a su hija en brazos, que parecía que no prestaba atención a lo que pasaba.

Suspiró para calmar sus emociones y decir.

-No me importa el consejo de los lobos. Pronto hablaré con ellos. Ya te dije que Gin será castigada por la reina, porque ella tiene más derecho que yo y tú sobre esta manada. Y eso es todo.

No me molestes, que estoy ocupado con la princesita.

-Eros, ¿por qué le das tanta importancia a esa niña? Deja de estar diciendo que la princesa es tu hija o te meterás en problemas con las manadas de la región

-expresó altanera.

Eros se volteó a mirarla, sorprendido por lo descarada que era esa loba. Todavía no entendía por qué se dejó manipular por el consejo, todo por el bien de la región.

Todavía no había encontrado en Lamia algo que le indicara que podía llegar a ser una buena luna. Todo porque era nieta del alfa Fabricio y podría ser beneficioso para su dinastía.

Cuando estaba por gritarle, escuchó una vocecita que lo calmó.

-Alfa guapo, esta loba es muy vivaracha. ¿Por qué no le dices que eres mi papi de verdad y vas a hacer todo lo posible para casarte con mami?

Porque eres la pareja real que la diosa Selene le dio.

Alfa guapo, ¿por qué esta mujer loca vive aquí?

Quiero que la saques de tu casa, no quiero verla -dijo la niña haciendo pucheros.

Hércules saltaba de alegría porque su cachorra lo aceptaba como su papá. Eros sintió su corazón galopar a toda velocidad. Estaba derretido de amor por ella.

-Ya escuchaste a mi hija. No tengo tiempo para tus estupideces. Si quieres abogar por Gin, puedes ir a hablar con la reina de las tierras altas del norte -Eros volvió a darle la espalda y caminó con su hija en brazos.

Eos asomó la cabeza por el hombro de su padre y le sacó la lengua a Lamia, junto con una sonrisa burlona.

Lamia se enfureció al ver el gesto de la niña. Salió a buscar al consejo de ancianos. Tenía que hacer que los alfa viejos sacaran a esa omega de la región del sur. No podía permitir que esa simple omega se quedará con lo que ella siempre había soñado.

DANNA, La Alfa Reina De Los Lobos Sin HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora