CAPITULO 39

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Al amanecer, unas camionetas negras esperaban a la familia real en las afueras del campamento. Todos se prepararon para abandonar ese lugar y regresar a sus hogares. Mientras que en la manada la multitud esperaba ansiosamente a sus monarcas, fueron recibidos con aplausos y bendiciones. Ya en la mansión, Danna acompañó a Eros a su habitación para que pudiera recuperarse por completo. Tenían la responsabilidad de gobernar dos vastas regiones, y eso requería que se desplazaran constantemente de una manada a otra.

Un mes después, Ares llegaba con el informe de la región del norte. Los reyes estaban pasando una temporada en la manada azul porque Eros no se sentía bien.

-Eros, mi vida, no puedes continuar así. El médico viene en camino a revisarte -le susurró Danna preocupada, mientras le pasaba la mano derecha por la espalda.

Eros tenía la cabeza clavada en el inodoro, llevaba días con el estómago revuelto y todo lo que comía lo mandaba al baño.

-Mi reina, no te preocupes por mí, -respondió casi sin fuerza, mientras sudaba frío -. Debe ser un virus o el clima del norte que me ha afectado.

-Con esfuerzo, se levantó del piso, se lavó la boca con debilidad y caminó hacia su cama, seguido de su mate.

Con una mirada de preocupación en su rostro, la reina se acercó a Eros, quien parecía visiblemente debilitado.

-Tú no estás bien. -Expresó con seriedad mientras lo ayudaba a recostarse en la cama

-.Quiero que el médico te revise. En la habitación, el médico entró y recibió minuciosamente a Eros con atención. Aprovechó la oportunidad para extraer una muestra de sangre. Luego se dirigió a la reina con respeto.

-Majestad, le he tomado una muestra de sangre al Alfa Supremo para descartar cualquier infección bacteriana. Sin embargo, dadas sus síntomas, me gustaría explorar otras posibilidades.

-Explicó mientras abría su maletín y sacaba una pequeña caja. Extendió su mano

hacia Danna, ofreciéndola -. Majestad, por favor, vaya al baño con esta prueba de embarazo.

Danna tomó la caja entre sus manos, sintiendo una mezcla de confusión y ansiedad. Caminó hacia el baño y, una vez dentro, siguió atentamente las instrucciones que se encontraban en el papel que venía dentro de la caja. Concluida la prueba, esperó con nerviosismo durante unos minutos, observando

el reloj en su mano mientras el resultado se hacía evidente.

Eros, preocupado, no podía evitar sentir ansiedad mientras esperaba acostado en la cama. Con voz débil, pero varonil, vociferó con inquietud.

-Mi amor. ¿Estás bien?

Dentro del baño, Danna respondió con calma para tranquilizarlo.

-Tranquilo, mi vida, ya salgo.

Danna, con la prueba de embarazo en mano, sintió que sus piernas temblaban como gelatina mientras avanzaba hacia donde estaban los hombres. La tensión en la habitación era palpable, y cuando se detuvo frente a ellos, se quedó paralizada. Las palabras parecían haberse atascado en su garganta, y sus ojos reflejaban una mezcla de emociones y se tornaron de colores arcoíris.

El doctor, notando la angustia de Danna, se acercó a ella con gentileza, le quitó la prueba de embarazo de la mano temblorosa y miró el resultado con atención.

-Este resultado confirma mi diagnóstico. Nuestra reina está embarazada. -Dibujó una sonrisa cálida en su rostro. Unos segundos después, Eros balbuceó desconcertado.

-¿ Queee? -Pero luego soltó una sonora carcajada que resonó en la habitación. La noticia que acababa de escuchar llenó su corazón de una inmensa alegría y como si le devolviera su energía, se levantó de la cama y abrazó a su hermosa reina con fuerza, luego la levantó en el aire en un gesto de pura felicidad.

DANNA, La Alfa Reina De Los Lobos Sin HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora