Capítulo 13

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Hades Adams

  Estaba con los chicos entrenando en la cancha de la escuela, cuando sentí su mirada sobre mi, sabía que era ella, cualquier chica que me mirase no causaba la misma sensación que ella producía en mi. Entonces me giré y me di cuenta que acerté, era mi rojita quien me miraba como si quisiese comunicarse conmigo, entonces recordé que ella podía escuchar los pensamientos de los demás y me entró un nerviosismo, sera que está escuchando mis pensamientos.

  De un momento a otro me hizo una seña para que me acercase a ella, le dije a la chicos que ahora volvería y me encamine hacía ella.

   Es tan perfecta con su cabello castaño y esos lindos ojos azules parecidos al cielo, esa era la sensación que creaban, cuando mirabas sus ojos parecías estar en el cielo.

  _ Hola mi rojita _ Le dije en cuanto estuve enfrente suyo, ella simplemente rodó los ojos y hasta eso me pareció hermoso viniendo de ella.

  _ Mi hermano me dijo que Hana no quiere hablar con él, así que pensé que me podrías ayudar para que ellos...tú sabes...para que ellos vuelvan a estar juntos _ Que guay, mi cercanía la pone nerviosa.

Oh solo le daba penita pedirte ayuda.

¿Tu crees?

Sí, definitivamente le da pena preguntarte.

Sabes algo, le bajas la autoestima a cualquiera.

Gracias por el cumplido.

De nada.

  Definitivamente eso fue sarcasmo.

  _ ¿Qué tienes planeado? _ Le pregunto mientras me siento a su lado.

  _ Hoy le diré a Hana que necesito hablar con ella.

  _ ¿Y?

  _ Bueno Conner llegará luego de nosotras y trataré de hacer algo para que ellos puedan hablar solos.

  _ ¿Qué pinto yo en todo esto?

  _ Eh...uhmm... necesito que me pases a recoger en cuanto ellos se queden solos _ Sé que eso no significa una cita pero mi corazón se aceleró con tan solo pensar en que estaremos ella y yo solos.

  _ Vale, ¿Entonces unos minutos después de que ustedes salgan, me dirijo a tu casa? _ Ella asintió.

  Luego de unos minutos en silencio, ella se marchó y me dejó allí, en la banca de la cancha.

  Salí de mi ensoñación, pues me había quedado pensando en ella y en el tiempo que pasaríamos juntos, me levanté y me dirigí a donde estaban mis amigos y compañeros del grupo.

  Luego de unos cuantos mini partidos entre nosotros mismos, nos dirigimos a los vestidores, estando allí, me di una ducha y luego de haberme secado me cambié de ropa y me encamine a la salida de la escuela.

  Cuando llegué al estacionamiento y miré hacía ambos lados, vi que Hana y mi rojita se dirigían al auto del padrastro de mi rojita. Espere a que se fueran y que pasarán al menos unos diez minutos. Nada más pasaron los diez minutos, subí auto y me puse en marcha hacia la casa de mi rojita.

  No iba tan de prisa. Quería que le diera tiempo dejar a mi hermana y a su hermano hablando solos.

  Cuando llegué a su casa me la encontré sentada en el porche de su casa, en cuanto me vio llegar se encaminó a mi auto. Luego de haber llegado a donde estaba, dio la vuelta y se sentó en el copiloto.

  _ ¿Eh... cuál es el plan? _ Le pregunte, rompiendo el silencio que se había producido entre nosotros.

  _ ¿A dónde quieres ir? Si estás ocupado, no importa, solo me llevas a casa de jotica y ya está _ Dijo ella mientras jugaba con sus dedos, entonces me pregunté por qué razón una chica mitad ángelcaído-humana, tendría tantos nervios.

  _ No estoy ocupado, ¿A dónde quisieras ir? _ Le dije mientras encendía el auto.

  _ ¿Quieres ir por un café y luego a dar una vuelta por el parque central? _ Con ella me apetecía cualquier cosa.

  _ Por mi está bien _ Dije mientras ponía en marcha el auto hacía el mejor Café de la zona, Coffee and Cookie's.

  Cuando llegué al Café y la mire esperando una reacción de su parte, como un : este no es lugar al que quería ir o creo que mejor me dejas en casa de mi amigo, la verdad es que ya no deseo pasar un rato contigo.

   Pero no, sus ojos poseían un brillo inexplicable y sus sonrisa mostraba cuánta emoción sentía.

  _ ¿No te gusta este Café?¿Si quieres vamos a otro que tú quieras? _ Se que dije que sus ojos mostraban emoción, pero no se qué clase de emoción sería.

  _ ¡Estás loco! Este Café me encanta. De hecho es mi favorito _ ¡Qué bueno que tenemos gustos parecidos.

  _ ¡Pues entremos!

  Bajamos de mi auto y entramos a nuestro Café favorito.  Nos sentamos en la mesa del fondo que tiene como vista un hermoso jardín, que es lo que según yo le da un aspecto de comodidad y calidez al CaféMi rojita pidió un café con leche  y yo uno pero con un poco de crema, lo que si pedimos iguales fueron unas cookies con chispas de chocolates además de unos ricos bizcochos remojados en almíbar. La mujer que nos atendió era una mujer un poco mayor ya, para mí la sonrisa que nos brindó aquella mujer, es esa sonrisa que calienta el pecho y te hace sonreír porque te llena de una gran felicidad.

  Luego de que la mujer se fue, mi rojita  y yo nos quedamos en silencio, pero está vez ni el silencio duro mucho ni ella se marchó. No se como pero cuando hablamos entre nosotros nos entendemos, cualquiera que nos estuviera observando por fuera de nuestra burbuja, que creamos para hacer que el mundo desapareciese, esas personas pensarían, que somos unos simples adolescentes que se han vuelto locos.

  Alguna vez han tenido a una persona que los hace reír con sus ocurrencias, que sin importar que para otros parecieran tonterías, a ti pareciera lo más interesante y divertido que hayas escuchado alguna vez. Pues mi rojita es así, aunque para los demás nuestros temas parecieran temas sin relevancia, para nostros es como el último descubrimiento científico que hubiesen hecho.

  Luego de que esa mujer se fuera y que pasara ese silencio, decidimos ambos por voluntad propia dejar a un lado los nervios y enfrentarnos . Al principio puede que tartamudearamos pero eso no nos impidió que siguiéramos hablando. Al principios eran temas sencillos y totalmente serios, pero luego eran chistes que nos hacían reír hasta ya no poder más.

  Disfrutamos de nuestro pedido que se veía tan apetitoso como siempre. Recuerdo haberle mencionado que se había manchado una mejilla y ella en un intento de limpiarse lo que hizo fue mancharse más, al final tuve que levantarme e ir a donde estaba ella y tomar la servilleta de papel para así limpiarle el rostro.

  Salimos del Café y decidimos que primero daríamos un paseo por el parque y luego recogeríamos mi auto.

  En todo el camino por el parque sentí una picazón en mis manos y sabía a qué se debía, pues sentía unas enormes ganas de tomarla de la mano, pero me abstuve de hacerlo, tenía miedo que me soltase la mano y se largará por lo que permanecí a su lado.

  No se en que momento, pero paso, unos chicos que andaban en patines chocaron con ella y mi acción fue rápida, me moví con gran velocidad para sostenerla para que no terminase en el suelo, pero lo único que logré es que yo me cayera y ella conmigo.
 
  La caída no fue tan dolorosa, cuando abrí los ojos me di cuenta que el rostro de mi rojita estaba muy cerca del mío, entonces ella abrió sus ojos y yo me perdí en ellos, me quedé como un tonto apreciandola.

  Observe cada detalle de su rostro desde sus cejas hasta su tiernos labios. Nunca en mi vida había tenido tantas ganas de besar a una chica.








 

 

Malditamente Enamorado [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora