Malditamente Enamorado [Terminada]

Epílogo

Heydi Morrison

Después de todo nos habían descubierto, aunque todo salio mejor de lo que creíamos.

Hace una semana había una cena en familia, allí ambos le contamos a la familia que eramos una parejas, todos echaron a reír y dijeron que ya lo sabían, dicen que era muy bueno el teatro que habíamos formado haciendo parecer que no nos soportabamos entre nosotros.

Mis padres me dieron permiso de mudarme al apartamento de Hades ya que quedaba cerca de la universidad a la que iba, me había decidido por estudiar Abogacía.

Hoy era nuestro aniversario, ya le había comprado a Hades su regalo, era una camisa con la imagen de su película favorita de marvel, Venom, además de un póster de Venom.

— ¡Amor ya llegué!— Tan temprano, pensé que después de su ultima clase estaría planeando algo por nuestro aniversario.

Es imposible que se olvide, él siempre se acuerda de nuestro aniversario.

— Amor preparate que iremos a un lugar.— Lo sabía el nunca se olvidaba de nuestro aniversario.

Me puse un vestido con el cual no tenía que usar sujetador, un par de sandalias de tacón bajo.

— Ya estoy lista.— Por un momento creí que el estaba a punto de reírse, pero deseche esa idea.

El me tomó de la mano y nos llevó hasta el estacionamiento, entramos en el auto y él lo puso en marcha.

A medida nos fuimos alejando de la ciudad me pude dar cuenta de que nos estaba llevando al río en el que habíamos tenido nuestra primera cita.

Cuando llegamos que él estacionó el auto y nos bajamos, no dije nada, simplemente me deje guiar por él.

Llegamos al lugar donde habíamos tenido nuestra primera cita, el lugar estaba decorado con pequeños girasoles y en medio había una manta con almohadas, en el otro lado había una canasta.

— ¡Feliz aniversario querida novia, futura-presente esposa mía! — Lo abrace con todas mis fuerzas y lo bese demostrándole cuanto me había agrado su sorpresa.

Mi regalo al lado del de él se ve muy corto.

Demasiado corto.

— Ahora a quitarse la ropa y para el río. — Dijo sacándose su camisa, para luego ir a por sus pantalones.

— Hades hay un pequeño problema.

Me acorde de que no traía sujetador.

— Sé que no traes sujetador puesto.— Y aun así sigue con la idea de bañarnos en el río. — Y no importa, aquí estamos solo tu y yo, y yo mi querida novia ya he visto esos lindos pechos que son muy míos.

Con su ayuda me saqué el vestido y las sandalias, quedamos exactamente iguales.

Desnudos de la cintura para arriba.

Me cargo y me tiro junto con él al río, el agua estaba fría, sin embargo mi cuerpo se adapto rápido a la temperatura.

Nadamos, nos abrazamos, nos besamos.

Envueltos en otra manta que él había traído estábamos allí acurrucados comiendo.

...

Sentí como Hades iba dejando besos húmedos en mi nuca, me gire para darle la cara.

— ¿Lo quieres hacer aquí?— Le pregunté.

— ¿Tu quieres?— Asenti.— ¿Qué es lo que quieres que haga? ¿Qué te folle o que te haga el amor?

— Primero hazme el amor y luego follame.— El bajo sus labios hasta  los mios.

— Será todo un placer.

Realmente.

Este día Hades me hizo el amor como si no hubiera un mañana, beso cada parte de mi cuerpo, y luego me follo sin piedad, claro que sin hacerme daño, fueron estocadas duras, firmes pero a velocidad media.

Me dejo el cuello lleno de mordiscos y yo le deje llena la espalda de arañazos.

Pobre del que allá estado cerca de allí, seguramente lo traumamos.

Nuestro pequeño lugar estaba lleno de jadeos y gemidos entre cortados por nuestra respiración o por nuestros besos, el gimió mi nombre y yo gemí el de él.

Nos amamos mutuamente y nos lo demostramos con cada beso, cada caricia, cada palabra, con cada jadeo y gemido, con cada grito de placer.

Cada vez que llegamos juntos al clímax.

Nos demostramos nuestro amor en cada momento de nuestra vida.