23• la Costa

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• una salidita solos no le hace daño
a nadie •

Despues de una siestita hasta las 6 de la tarde, la alarma de Abril sono por lo que los dos se levantaron cansados y frustrados

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Despues de una siestita hasta las 6 de la tarde, la alarma de Abril sono por lo que los dos se levantaron cansados y frustrados. no esque los obligaban a levantarse, pero tenían que hacerlo para hacer algo productivo o algo para no estar encerrados.

los dos se levantaron quejosos pero igualmente lo hicieron.

por más que Valentín insistio en quedarse un ratito más, Abril como pudo ya que no era tan fuerte hacia las súplicas de el, le nego para los dos levantarse.

cuando terminaron de hacer sus necesidades (lavarse la cara, los dientes, cambiarse etc..) salieron de la habitación para ir a el comedor y buscar algo para merendar.

- concha, no hay medialunas -hace pucheros Abril viendo como esque habían muchas cosas para la merienda, pero no habían de sus medialunas.

- ay gorda tenés más para elegir si querés -señalo Valentín a las facturas que habían de varios sabores, pero esta nego enseguida.

- no quiero, gracias -niega agradeciendo ya que no era maleducada- voy a tomar café y fue, no quería igual -alza sus hombros haciéndose la otra.

el colo se rió chinito.

el vio como esque la rubia agarro una taza con café para sentarse en una de las mesas mientras que este la seguía, por lo que con pucheros tomo su café.

- vení gorda vamos -estiro su mano Valentín para que esta la agarre, pero lo miro confundida.

- ¿dónde vamos? -pregunto Abril frunciendo sus cejas pero no se le negó en agarrar su mano levántense con su otra mano agarrando la taza de café.

- vamos a comprar medialunas para merendar -responde el colo fijo en sus palabras, por lo que la miro y esta tenía una sonrisa de lado a lado.

- no gordo ni ganas, vamos a merendar esto y fue -agradece igualmente Abril acariciando su mano dejando el café en la mesa para querer volver a sentarse pero este la detiene.

- vamos a comprar medialunas Appy -repite este para entrelazar sus manos juntas y empezar a caminar hacia la salida del comedor.

- mi café Valen -lo mira mientras que caminaban.

- compramos en alguna cafetería o en tentaciones -Valentin no dejaba que ella deje de sonreír enamorada.

tenían la suerte de su lado ya que no tenían que cambiarse, antes de bajar hacia el comedor se habían cambiado bien poniéndose las zapatillas y hasta Abril tenía un buzo de el rojo y Valentín uno negro por el frío que había además de la lluvia.

𝗦𝗜𝗡 𝗔𝗥𝗥𝗘𝗣𝗘𝗡𝗧𝗜𝗥𝗦𝗘   •ᵛᵃˡᵉⁿᵗⁱⁿ ᵇᵃʳᶜᵒ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora