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Narra tn;

Me quedé un momento pensando en lo que había dicho, tenía sed de sangre, ¿eso era algo malo?

Sus ojos entonces se tornaron en un rojo más oscuro.

Si, definitivamente era algo bastante malo.

-ahm, bueno, espera...- iba a caminar, pero entonces el me toma del tobillo y me detengo en seco

-¿no estás menstruando?- preguntó de la nada

-a cabron, no- fruncí el ceño y el cambio de expresión a una de enojo, yo me quedé así quieta sin hacer algo

-voy a matarte maldita puta- me apretó fuertemente

-bill, tranquilo, ya- me quejé -me estás lastimando-

-¿crees que me importa?- alzó su tono de voz

-a ver, mira mejor tranquilízate ¿quieres?- moví mi pie para safarme del agarré de bill -esperame aquí-

Salí lo más pronto posible del salón, iba a avisar que tendría que salirme de la universidad, "por problemas personales", bueno después de todo era verdad, lo que le pasaba a bill ya era personal también. Entre a la clase de literatura y pedí disculpas, tome me mochila y volví corriendo a dónde había dejado a bill.

Lo tome de la mano y salimos de la universidad, se miraba demasiado ansioso y su humor no estaba del todo bien, en cualquier momento podía enloquecer.

Tomamos el primer autobús que pasó, lo importante era llegar a la mansión antes de que hiciera algo malo, sentí que nos observaban al salir del instituto y también al subir al transporte, más sin embargo no le tome tanta importancia, no pensé que fuera algo grave, pasaron unos minutos, llegamos a la carretera que llevaba al bosque, bajamos y entonces empezamos a caminar hacia allá, pero bill no se miraba bien, estaba agitado y las manos le sudaban, se miraba demasiado ansioso, demasiado enojado, como apunto de golpearme. Finalmente llegamos a la mansión, abrí la puerta, y bill entró directamente por la puerta que se encontraba abajo de las escaleras, sin antes decirme "ni te atrevas a seguirme, o juro que te arrepentirás".

A veces si me daban miedo los cambios de humor de bill, pues de la nada se enojaba, se reía o de la nada se calentaba, y todo eso lo soportaba por qué de verdad que lo empezaba a amar como nunca pude amar a alguien, de verdad que solo quería estar con el.

Me gustaba, a pesar de que fuera un estúpido conmigo.

Yo estaba en el sofá de la sala, me había quedado dormida por unas horas y no supe por cuántas, solo que me desperté por un grito, yo me asusté y casi caía de dónde me encontraba, aquel era un grito de dolor, y no entendía de dónde provenía.

Entonces la puerta de la escalera se azota de repente, bill sale por ella con el teléfono en el oído, parecía bastante molesto, solo me quedé viéndolo.

-¡¿como putas se va a escapar ese culero?!- bill gritó enojado, y me volteó a ver con una mirada fría

No sabia con quién, ni de quién estaba hablando.

-voy para allá- colgó el teléfono y soltó un suspiro

-¿todo bien?- pregunté y el volvió a verme

-tom tenía escondido a Richard, pero al pendejo se le escapó y vamos a valer verga- se rascó la nuca.

-pinche Richard, espero que lo atrapen- hice una mueca, y bill se acercó hacia mi, me tomo del mentón y me besó, a lo que yo correspondí, ese beso duro unos largos segundos hasta que nos separamos.

-ya me voy mi vida, nos vemos al rato- se acomodó su chaqueta -no te acerques a esa puerta, y no salgas-

Sin más, salió de la mansión, yo me quedé en el sofá pensando en mamá, no sabía nada de ella desde hace unos días, solo por eso a veces me arrepentía de haber venido aquí a vivir, nunca me había separado tanto de mamá como hasta ahora, maldita sea, solo estas cosas me pasaban a mi, pero de lo que no me arrepentía era de haber conocido a bill, era sin duda la mejor, aunque si, fuera un vampiro y un arrogante.

Vᴀᴍᴘɪʀᴇ Hᴇᴀʀᴛ ( Bill Kaulitz ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora