Capítulo 26. La facilidad para volar

4 1 0
                                    

Al final llegó el día que tanto llevaba esperando esta semana, aún con el madrugó que eso conllevaba aún siendo desde Ferrol hasta Coruña, por suerte íbamos por la autopista por lo que tardaríamos menos en llegar, eso era una suerte y más sabiendo que el centro de buceo era reconocible según me dijo Kélé además de que ya había hablado con los dos dueños del centro para hacerme la iniciación al buceo, que ellos lo llamaban bautismo de buceo, curiosamente ambos se llamaban igual y ya me anticipó que eran muy majos además de que cualquier duda que tuviera sobre algo acerca del buceo, me lo iban a explicar. También me confesó que había conseguido que fuera ella quien me iniciase en el buceo, estaba muy nerviosa aunque a la par tenía curiosidad, demasiada para ser yo , cuando me quise dar cuenta ya estábamos entrando por Alfonso Molina en dirección al centro de Coruña, pues la escuela me dijo que estaba al lado de la torre de control y yo no pude evitar empezar a hacer mis cavilaciones , por suerte me dijo que íbamos a tardar relativamente poco en llegar tras pasar cerca del centro de ocio del puerto y casi sin darnos cuenta ya estábamos aparcando cerca del acceso .

Cruzamos la puerta de madera, para ver en un lado una instalación de la Fundación María José Joven, en frente a la puerta una zona acristalada con oficinas, tuvimos que caminar un poco hasta encontrar una caseta de madera bastante amplia y debajo de una cristalera se puede ver el rótulo de "Diving Galicia", un poco más adelante nos encontramos con una puerta por la que entré ya que Kélé se fue por otro lado, tras cruzarla me encontré con una tienda con aparejos de pesca, una vitrina llena de cuchillos, brújulas mientras que al otro lado de la caja registradora están las neveras con las bebidas, como dulces, cremas solares, encima de una estantería había un expositor de gafas de sol. Uno de ellos que se presentó como Hugo, recalcó que él era el joven y que había otro más mayor , también me dijo que el precio de mi bautismo ya estaba pagado, aunque tenía que cubrir un par de hojas sobre salud, que tras explicarme las cubrí bastante rápido, tras ello fuimos a la otra zona dónde está pegada a la puerta de la tienda, la zona de las botellas con las diferentes capacidades, en frente está la sala dónde llenan las botellas, a su lado un mueble de madera dónde está en la parte superior unos relojes, linternas y en la mesa está el manómetro de superficie , que sirve para medir la presión de la botella en la superficie, al lado de la zona de las botellas hay un montón de cajas enorme casi todas azules y rojas que son de algunos socios que dejan sus equipos de buceo en el centro, al final se encuentra el vestuario y justo al lado una pequeña clase con unas pocas sillas, una estantería con muchos libros sobre el buceo, con un par de postes; tras dejar mis cosas en el vestuario , me llevó a otra zona cerca de la estatua de un buzo dónde se encuentra la zona dulce, dónde se dulcifica el equipo y la jaula que es dónde están los trajes de neopreno , los cuchillos, las bollas, los cintos de plomos, las gafas y los jackets .

Me fueron explicando paso a paso como se montaba el equipo de buceo, las partes de las que constaba, mi peso para calcular cuántos plomos llevaría y para la talla del neopreno además tuve que pedir ayuda para meterme en el traje de neopreno, mientras esperábamos que llegaba el barco, aún estando nerviosa como un flan y atracó a puerto, donde subieron todos los que por lo visto que llegaban de primera hora, después nos juntamos Kélé para bajar juntas; pude ver que había mucha gente que se conocían , me dio la sensación de que es como una familia. Subimos al barco, colocamos las botellas en los agujeros, había gente de todas las edades y yo estaba algo cohibida aunque tras montar y empezar a hablar un poco con la gente, por suerte Kél me dijo que ibámos a ir juntas, que su jacket lo iba enganchar al mío y ella me guiaría, nuestro destino sería la playa de San Amaro, que era el sitio donde iban todas las personas a hacer el bautismo, tras llegar echaron el ancla y la bolla , luego empezaron a organizarse para bajar por parejas para bucear, ella y yo fuimos casi de las últimas aunque sentí el agua algo fría, sumado a eso me fue explicando cómo íbamos a ir bajando para enseñarme cómo compensar, el tema de la presión en los oídos, estaba algo aterrada aunque empezamos a bajar siguiendo la bolla poco a poco, podía ver como la luz se iba difuminando y se veía en tonos azules; me costó un poco compensar al principio y tuvimos que subir un poco para que no me molestase la presión aunque al llegar al arenal de la playa vi un montón de peces coloridos, muchas variedades de algas, algunas zonas con rocas, también pudimos ver un pulpo camuflado como un par de sepias . Lo cierto es que al estar bajo el mar era muy relajante, estaba de alguna manera en paz y por supuesto estaba volando , al menos lo veía así y ese sentimiento fue tan impactante como gratificante; de lo mucho que estaba disfrutando no quería volver a subir aunque la subida fue menos caótica que la bajada, pese a ello cuando llegamos a superficie me ayudaron a quitarme el jacket y no tenía ganas de subir al barco por lo que estuve nadando un rato cerca y buceando un poco ya que el neopreno hacía que flotase .

Tras una corta travesía de regreso al centro donde nos ayudaron un poco a subir el material y a enseñarnos como desmontar todo el equipo y recogerlo, llegó la hora de quitarse el neopreno y darse una ducha en la zona de los otros vestuarios que hay en las instalaciones, la verdad es que fue muy fácil llegar pese a que lo que más trabajo me dio fue sacarme el neopreno; tras conseguirlo tras varios intentos, me di una larga ducha con el agua lo más caliente que pude y tras salir cuando las manos pasaron de un color rojo a uno más natural por decirlo así, tras vestirme y salir de los vestuarios, nos juntamos todos a la zona de la tienda donde está el tiburón de la entrada, donde se han reunido para sacar fotos además de darnos los diplomas a todos los del bautizo. Al llegar al coche tras lo vivido de manera tan intensa, que sin duda me han dado ganas de repetir y de aprender más cosas sobre este mundo como quién de alguna manera lo forma, hemos tenido que ponernos a hablar de la experiencia aúnque casi me quedo dormida y he de admitir que tengo unas ganas de dormir y comer a partes iguales, me deja cerca de casa, tras subir con pocas ganas hasta casa y yo he olvidado casi por completo que tengo un móvil, he subido por el ascensor y me encuentro con Maya abriéndome la puerta, con el olor de una rica lasaña casera y tras sentarnos nos ponemos a hablar de mi experiencia y mis nervios; tras terminar de comer, me fui a dormir un par de horas y después ya me preocuparía de darme una ducha en condiciones para quitarme toda la salitre del pelo.

Conviviendo con mi pasado y mis demonios  ( 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora