Taekook| Taehyung es un heredero al trono de la división de la constelación de Capricornio, el único alfa puro de su familia, quien toma el trono antes de tiempo por el fallecimiento del gran rey Sehun por las guerras por el territorio extenso que t...
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Dos meses después de la coronación
—Oh vamos, Jungkookie ¿es todo lo que tienes para dar? —dijo Taehyung.
—Le encanta alardear, alteza —dijo intentando superar a Taehyung en una guerra pacífica de espadas en la que claramente estaba en desventaja.
—Sí puede que un poco, pero es que tienes que estar a la altura de ser mi escolta personal ¿no crees? —preguntó Taehyung con un tono un poco coqueto —, no seas cobarde y pelea por la carne de la comida, Jungkookie.
Jungkook rio por el último comentario de Taehyung y dijo —: lo estoy, Alteza solo que usted se emociona demasiado y hace cosas que nunca me enseñaron y que son solo parte de su estilo de pelear —dijo quejándose un poquito.
—La forma en la que uno se pavonea al estar cómodo con la espada que trae es algo independiente, no es algo que se aprende mi querido amigo es algo que sale natural, una vez que tienes control de tus movimientos el pavoneo o quererse lucir, como dices tú, sale natural si tienes el control correcto —dijo Taehyung parando un momento con el enfrentamiento —, la situación allá fuera es complicada Jungkook, y tienes que aprender a estar un paso delante de tu contrincante o morirás.
Jungkook jadeo por un poco de aire pues ya llevaban casi media hora en la que Jungkook intentaba fielmente en arrebatarle la espada al Rey, pero aun así asintió ante el consejo que le acababa de dar Taehyung.
—Daré aún más esfuerzo, alteza.
—Me preguntó ¿cuánto tiempo va a pasar para que me vuelvas a llamar por mi nombre? —dijo sonriendo, mientras a lo lejos veía como una de las sirvientas se aproximaba a ellos.
—Alteza, el Señorito Park está aquí.
Taehyung asintió, —gracias Grettel, hazlo llegar a mi estudio, voy en un momento —dijo y la mujer asintió, regresando rápidamente por dónde vino.
—Ve a darte una ducha y te espero en mi estudio —dijo Taehyung a Jungkook antes de caminar al interior del castillo.
—Sí alteza, gracias —agradeció reverenciando.
Taehyung caminó a toda prisa dónde Jimin lo esperaba pues tenía cosas pendientes antes de la coronación del Omega, tenían que firmar un par de alianzas que tenían pendientes. Se apresuraba porque la impuntualidad era algo que él no apreciaba, era algo que si bien le molestaba, era un símbolo no solo de irresponsabilidad, sino que también de inmadurez, dos cosas que Taehyung no tenía en su vocabulario.
Al entrar en su estudio vio al rubio recargado en el balcón admirando el hermoso paisaje blanco por la nieve que al darse cuenta de la presencia del rey volteo viendo que cerró la puerta tras de sí.
—Príncipe, es un gusto tenerlo aquí —saludó con una sonrisa, caminando hacía su escritorio —, desde la coronación no he tenido el gusto de verte, que lo trae por aquí.
