Capitulo 9

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Narra Ana.

Aún recuerdo la primera vez que lo vi. Carlos era tan guapo, amable, y sí, tenía mucho dinero. Siempre me trataba con tanta dulzura y respeto. Me regalaba cosas, pequeños detalles que demostraban cuánto le importaba. Pero en mi mente siempre buscaba más, siempre quería más.

Carlos, era aún un niño para mí. Estaba acostumbrada a recibir y exigir, y cuando Alejandro apareció en escena, con sus promesas y lujos, todo cambió. Alejandro me ofreció ropa de diseñador, joyas brillantes, autos lujosos, y hasta una casa. Todo a cambio de dejar a Carlos. Y así lo hice. Sin pensarlo mucho, cambié lo real por una fantasía de riqueza.

El primer mes con Alejandro fue un sueño. Me colmaba de regalos y atenciones, como si quisiera comprar mi amor. Pero pronto, la máscara cayó. Alejandro se mostró como lo que realmente era: un imbécil arrogante y manipulador. Me usó y luego me dejó a un lado sin más, como si fuera uno de sus objetos desechables.

Desesperada, intenté volver con Carlos. Pero él ya no me quería. Su atención ya no estaba en mí. Observé cómo miraba a otra chica, ¡una niña! No podía creerlo. Sentí la amargura de mi error, la estupidez de haber dejado a alguien genuino por alguien superficial.

Me arrepiento tanto. Ahora, viviendo las consecuencias de mis decisiones, puedo ver con claridad. Carlos era real, su amor era sincero. Y yo, cegada por el brillo del oro, lo dejé ir. Lo perdí todo por una ilusión vacía, y ahora, todo lo que me queda es arrepentimiento.

El me esta amenazando, diciendo que me arrunara por completo, subirá unos video de nosostros teniendo intimidad.

¡Hijo de puta! Aun encerrado, el sigue tenieno poder.

¡Lo odio! ¡lo odio! ¡LO ODIO! ¡AH!

--- ¡¿Me escuchaste, Guacha?!. --- grita Alejandro, furioso delante mio.

--- Si, bastardo. ---

--- Hija de puta, si llegas a fallar, hare que desees morir. ---

--- Le voy a dar la pastilla a Carlos, no te preocupes, Carlos saldra en las noticias y despues del ultimo veredicto tal vez puedas ser libre.

--- Mas te vale, o los perros de mis amigos te devoraran viva.

--- púdrete.

Me voy no sin antes darle una mirada de querer asesinarlo.

No se porque me meti en esto.

Mierda y mas mierda.

***

Narra Carlos.

Caminé de vuelta a casa con la mente hecha un nudo. Las palabras de Fernández resonaban en mi cabeza, amenazando con desgarrar la frágil seguridad que había construido. ¿Y si tenía razón? ¿Y si Bella se cansaba de mí, como Julieta se cansó de él? La posibilidad me aterraba.

¡¿Por qué tiene que volverse cada dia mas hermosa?!

Llegué a casa, tenia que pedir perdon por la bofetada que le di. Entre a mi casa y encontré a Bella en la sala, tratando de mantener la compostura. Su sonrisa parecía forzada y sus movimientos, tensos. No pude evitar fijarme en cómo sus ojos se dirigían repetidamente hacia la cocina.

ArabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora