Capitulo 6

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Siento mi corazón latiendo desbocado mientras trataba de encontrar una salida.
Tenía que salir de Aqui, Corrí hacia una ventana abierta, el aire frío golpeándome el rostro. Miré hacia abajo. Era una caída considerable, pero no tenía opción. Podía escuchar a Alejandro acercándose.

Sin pensarlo dos veces, me subí al alféizar de la ventana. Pero entonces, Alejandro tomo mi cabello, clave mis uña en sus brazos y me solto, su mirada llena de odio.

-- ¿Vas a saltar? Cuando te agarre vas a ver -- amenaza lleno de odio.

Tengo muecho miedo, pero no quiero que me agarre.

Cerré los ojos y salté. El aire silbó a mi alrededor y el suelo se acercó rápidamente. Aterricé con fuerza sobre mis rodillas, sintiendo un dolor agudo que recorrió mis piernas. Me levanté rápidamente, mis rodillas sangrando y raspadas. La adrenalina seguía bombeando en mi sistema, ahogando el dolor.

Fin del flashback.

-- ¡Bella! -- llama Carlos, sacándome de mi trance.

-- ¿Sí? ¿Qué pasa? --

-- Ven, vamos a desayunar.

-- Bueno...

Me acerco a él y desayunamos mate cocido y masitas con queso y frutillas de postre. Como más frutillas porque me es más fácil de digerir.

-- Vamos a comprar las cámaras de seguridad cuando terminemos de desayunar. Hoy no tengo materias, tendré más tiempo. -- sonríe -- Compraremos lo que quieras, solo no llores más, no tengas miedo, yo te protegeré. Ahora come.

Siento un nudo en la garganta, rompo a llorar y él se acerca a mí, rodeándome con sus brazos fuertes y musculosos. No sé por qué lloro, solo sé que quiero llorar.

Te tengo a vos. Si no fuera por vos, Carlos, no sé qué haría.

Eres como una luz brillante, y eres lo único que necesito.

Debo ser fuerte, mamá no debe verme mal, ya tiene bastantes problemas con la casa.

-- Bella, te daré dinero, tu casa se tiene que construir para que estén seguras. Ya no llores, no tengas miedo, me tienes a mí. Siempre te ayudaré y te cuidaré, lo prometo.

Gracias, muchas gracias.

No podía decir nada, las palabras no me salían.

Me siento inútil, un estorbo. ¿Por qué me apoya tanto? ¿Por qué es tan bueno? No quiero molestarlo después de lo que le dije anoche... No lo merezco.


***

Narra Carlos.

-- Carlos, no puedo aceptar tu ayuda. No quiero molestarte más...

Siento un dolor punzante en el pecho, ¿Por qué rechaza mi ayuda? ¿Acaso hay alguien más? ¿Alguien que la pueda ayudar mejor que yo?

-- ¿Por qué no aceptas mi ayuda? -- digo, levantando la voz más de lo que pretendía. -- ¿Es que no confías en mí? ¿Hay alguien más a quien prefieras pedirle ayuda? ¡No lo soporto, Bella! ¡No soporto verte sufrir y no poder hacer nada!

ArabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora