Capitulo 12

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Narra Bella.

El espejo estaba frente a mí, mostrando a una niña tan débil, frágil e inútil. Eso era yo, encerrada en mis propios pensamientos, dependiendo de él, de su amor, de sus palabras.

¿De verdad me amaba?¿De verdad esto es amor?

Mi cuerpo lleno de moretones, chupetones, mordidas.

No soy nada.

Soy una inútil.

Dispuesta a todo por amor.

Aguantando.

Ahogándome.

Sintiendo que todo a mi alrededor no vale nada.

Yo no valgo nada.

No sirvo.

No soy suficiente para él.

No lo soy.

Las lágrimas caen, queman, queman como nunca pensé que lo harían.

Tiro todo, la rabia me consume, mi corazón se acelera como nunca pensé que sería capaz, todo a mi alrededor lo destruyo, tiro los muebles, grito, dejo todo hecho un desastre.

---¡¿Por qué?! --- grito solo para dañar mis cuerdas vocales, solo para lastimarme porque no estoy en mi sano juicio.

Porque siento que merezco este dolor.

Lo merezco por no poder defenderme, por ser débil.

Siento sus manos en mi piel, no puedo dejar de sentirlo, y me da asco, repulsión, rabia.

Y no debería sentir eso, no cuando él me protegió de todo, me ayudó, él me quiere y yo estoy siendo una malagradecida con él.

No puedo sentir eso, no quiero.

No, no, no, no, no.

Yo de verdad lo quiero.

Pero tengo miedo de perderlo, esta relación terminara pronto, se cansara de mi...

Salgo de la habitación hecha un desastre, con lágrimas ardiendo en mi rostro. Me dirijo al baño y abro el grifo de agua fría, dejando que el agua helada llene la bañera. Sin pensarlo dos veces, me quito la ropa y me sumerjo en el agua, esperando que el frío adormezca el dolor y calme mi mente.

El agua fría me envuelve, y poco a poco, mi respiración se estabiliza. El baño es el único lugar donde puedo encontrar un respiro de mis pensamientos tortuosos. El frío penetra mis huesos, pero me ayuda a sentirme viva, a mantenerme enfocada en algo más que el dolor emocional.

Después de unos minutos, salgo del agua y me seco lentamente, sintiendo cada gota como un recordatorio de mi fragilidad. Me maquillo con kilos de maquillaje, cubriendo cada moretón, cada marca. Me visto con cuidado, poniéndome el uniforme de la secundaria, mi nueva campera abrigada y mis zapatos hermosos.

Salgo de la mansion, siento el frio. Camino hacia la escuela con una nueva apariencia, tan hermosa que todos voltean a verme, me siento observada, y las chicas del la escuela tambien, creo que algunas me miran mal.

¿Sera que notaron mis moretones?.

Ahogó mis miedos bajo esta ropa y maquillaje, no quiero que me vean mal, tengo que verme bien pase lo que pase, si yo me derrumbó mi madre tambien lo hara y no quiero eso.

Acepte sus sentimientos, porque es lo unico que tengo, le debo mucho y no quiero lastimarlo, ¿como podria? Cuando el lo hizo todo por mi, cuando, literalmente, mando a la quiebra una empresa solo por mi. Sin embargo, no para de pensar en los que hizo.

ArabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora