The Golden Rose | HOTD

I. Ha vuelto

Narrador Omnisciente

El sol apenas se filtra a través de las gruesas cortinas, creando un ambiente lúgubre y opresivo. La habitación está en silencio, interrumpido únicamente por el leve crujido de la madera y el susurro del viento afuera.

Envuelta en una maraña de sábanas, Adelya yacía en su lecho, la mirada perdida en el vacío. En su mano, un anillo de oro con una rosa grabada, el mismo que pertenecía a Mace. Lo acariciaba de manera obsesiva, sus dedos recorriendo los intrincados detalles una y otra vez.

Aurora maldice el chirrido que hace la puerta al ella entrar a los aposentos antes de acercarse a una cansada Livia, quien se encontraba sentada en el balcón, vigilando de vez en cuando a Adelya, algo tonto considerando que no se había movido de su posición desde hace quién sabe cuánto.

Aurora: ¿Algún avance?- le pregunta en un murmuro mientras deja la bandeja de comida sobre la mesa, suspirando al verla negar en respuesta

Ambas se encuentran intercambiando miradas de preocupación, pues saben que deben hacer algo para sacarla de aquel estado, sin embargo, la tarea parece desalentadora, más aún al no haber tenido noticias sobre Rhaenyra desde hace días.

Aurora: Debemos intentar que coma algo, no puede seguir así- murmura

Livia: Lo sé, pero cada vez que intentamos hablarle, es como si no estuviera aquí...- toma nuevamente la bandeja de comida y se acerca a la cama- mi Lady, por favor, tome un poco de sopa... necesita recuperar fuerzas- le pide, su tono rozando la súplica

Adelya no responde, sus ojos siguen fijos en el anillo, y su respiración es lenta y superficial. Tras un suspiro, Aurora se arrodilla junto a ella, tomando una de sus manos con firmeza.

Aurora: Adelya, por favor, ¡debes comer algo, lo hacemos por su bien!- le dice con voz suave y suplicante

Livia deja la bandeja en la mesilla y se une a ella, sentándose al otro lado de la cama y tomando su otra mano.

Livia: Mi señora, sabemos que el dolor es inmenso... pero necesita seguir adelante, por aquellos que aún están aquí y que la necesitan- sus ojos se llenan de lágrimas- por favor, déjenos ayudarla...

Adelya finalmente parpadea, sus ojos enfocándose lentamente en las dos doncellas. Un destello de reconocimiento aparece, pero pronto se desvanece, reemplazado por una abrumadora tristeza mientras acaricia el anillo una vez más antes de apartar la mirada.

Adelya: No puedo... no puedo seguir sin él...- dice en un susurro apenas audible, y las doncellas intercambian miradas desesperadas al lograr escucharla

Aurora toma un paño húmedo y comienza a limpiar suavemente el rostro de Adelya, mientras que Livia sostiene la taza de sopa cerca de sus labios, intentando hacer que tome al menos un sorbo.

Livia: Solo un poco, mi señora... hágalo por sus hijos- murmura

Adelya cierra los ojos, y tras unos momentos de tensión, finalmente abre la boca ligeramente, permitiendo que Livia vierta un poco de sopa. Era un pequeño avance, pero para Aurora y Livia, era un rayo de esperanza en medio de la oscuridad.

El ambiente se ve interrumpido cuando las puertas se abren de golpe, revelando a Osmond, quien entra en la habitación con su expresión mezcla de dolor y determinación.

Sin embargo, sus ojos, al igual que los de Adelya, estaban marcados por la tristeza...

Osmond: Hermana...- la llama en un tono suave

Aurora y Livia se levantan rápidamente, haciendo una reverencia antes de alejarse unos pasos para darles algo de espacio. Osmond se acerca a la cama, tomando una de las manos de Adelya en las suyas.