VI. Eyrie

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Narrador Omnisciente

Jeyne: Por varios siglos muchos y muchos ejércitos se han despedazado en mi Puerta Sangrienta...- le explica a Rhaena, la cual miraba absorta por la ventana, contemplando el paisaje majestuoso de Vale- ¿estás escuchando?- intenta captar su atención, sin embargo, la peliblanca parece perdida en sus pensamientos

Ronin: Rhae*...- la llama suavemente, colocando su mano en el brazo de ella, haciéndola reaccionar y voltear a ver a ambos

Jeyne: Eyrie es impenetrable... a menos, claro, que uno descienda desde el cielo- comenta, provocando una expresión de desconcierto en su nieto

Rhaena: Le prometió a la Reina Rhaenyra quince mil soldados- le recuerda con voz firme

Jeyne: A cambio de protección, un dragón...- añade, sus ojos evaluando cada reacción de la Targaryen

Rhaena: Entonces ha excedido los términos, ella envió a dos- se encoge de hombros, sintiendo la tensión en el aire

Jeyne: Ambos aún húmedos del huevo, tengo a sabuesos de caza que son más temibles- se mofa

Ronin: Sin embargo, son dragones abuela- interviene, tratando de calmar la situación

Rhaena: No recuerdo que especificara el tamaño de las bestias en su solicitud- responde con un tono de irritación, mirando de reojo a Ronin, quien contenía una risa ante sus palabras

Jeyne: ¿Te burlas de mí niña, cuando tu techo y comida dependen de mi placer?- espeta con sus ojos entrecerrados, notando que su nieto se coloca discretamente delante de la joven

Ronin: Los dragones crecerán... con el tiempo- la defiende

Jeyne: No tenemos tiempo, no me gusta sentirme impotente- se queja

Rhaena: También yo...- murmura, conteniendo la respiración cuando la mujer se levanta

Jeyne: Esta será tu recámara, la de los niños se encuentra a la derecha... las de Johan y Ronin están a la izquierda, son las mismas de siempre- informa- espero verlos para la cena esta noche...- pide con tono autoritario, dirigiéndose hacia la puerta pero deteniéndose en el umbral- mis condolencias por la muerte de tu abuela- le dice a la peliblanca antes de irse

Ronin: Iré a hablar con ella... nos vemos en la cena- murmura antes de seguir a su abuela, dejando sin saberlo a la joven sola con un nudo en la garganta

Los aposentos parecían emanar una energía vibrante que provocaba una sonrisa inmediata al entrar, o al menos eso sintió Ronin, pues al abrir las puertas, su rostro se iluminó al contemplar la escena

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Los aposentos parecían emanar una energía vibrante que provocaba una sonrisa inmediata al entrar, o al menos eso sintió Ronin, pues al abrir las puertas, su rostro se iluminó al contemplar la escena.

Los trillizos estaban sentados sobre una manta en el suelo, entretenidos con juguetes de madera, mientras Johan los observaba atentamente, demasiado incluso, pues sus ojos estaban fijos en ellos sin siquiera pestañear. Cerca de ellos, Joffrey estaba con Aegon III y Viserys II, viendo a sus pequeños dragones morder unos juguetes haciéndolos reír.

The Golden Rose | HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora