The Golden Rose | HOTD

IV. Madres

Narrador Omnisciente

Jacaerys: Es el más bajo de los villanos, mancilla la sepultura de su hermano- se queja durante el funeral, viendo con molestia como enterraban a Sir Erryk junto a Sir Arryk

Rhaenyra: No podemos culparlo por mantener su juramento- murmura

Jacaerys: ¿Y qué de los que lo enviaron?- continúa, sin embargo, su madre no le contesta, en cambio, solo lanza un puñado de tierra dentro de la tumba en silencio

Insatisfecho con la falta de respuesta de su madre, Jacaerys se marcha furioso, seguido por Ronin, Sir Lorent, Sir Steffon y Sir Logman. Cuando Rhaenys se acerca, Adelya suspira antes de tomar a Johan en brazos y marcharse, dejando que la mujer y Rhaenyra tengan un momento a solas.

Johan: Adiós...- se despide con la mano de la tumba de los gemelos, un puchero adornando su triste rostro

Tras dejar a Johan con sus doncellas, Adelya se dirige a las afueras del castillo, encontrándose con Mysaria apreciando a Seasmoke chillando a lo lejos mientras circulaba por el océano cercano.

Adelya: Me dijeron que regresaste de tu barco para advertirnos- le dice, llamando su atención

Mysaria: No se me creyó al principio- responde antes de inclinarse respetuosamente al ver a Rhaenyra llegar detrás de la castaña

Adelya: Salvaste mi vida y la de mis hijos, e incluso te diría que salvaste la vida de nuestra Reina- le agradece

Mysaria: ¿Y cuánto valen sus vidas estos días?- pregunta

Adelya: Deseas recompensa- afirma

Mysaria: Yo pensaría que ustedes querrían recompensarme- se encoge de hombros

Rhaenyra: ¿Y qué precio le pondrías?- le pregunta

Mysaria: Un lugar en su corte- sugiere, luego señalando que sus espías y su conocimiento del funcionamiento interno de la Fortaleza Roja serían invaluables para su causa

Cuando Rhaenyra le pregunta por qué quiere ayudarla, Mysaria admite que es en parte para castigar a los Hightower por intentar matarla, pero también porque cree que la peliblanca, que mostró su misericordia cuando no tenía por qué hacerlo, es más adecuada para gobernar a la gente común de King's Landing que Aegon.

Mysaria: ¿Ellos siempre son así?- pregunta con una mueca al escuchar con frecuencia los chillidos de Seasmoke interrumpiendo su reunión

Rhaenyra: Es Seasmoke, el dragón de mi difunto esposo... últimamente está inquieto, no sabemos por qué- responde

Mysaria: Tal vez se siente solo...- murmura

El crepitar del fuego en la chimenea proporcionaba el único sonido en la silenciosa estancia, Adelya estaba de pie, mirando las llamas danzar, mientras los reflejos del fuego iluminaban su rostro. La puerta se abrió lentamente y Rhaena entró, caminando con pasos pesados hasta una silla donde se sentó sin mostrar expresión alguna, su molestia evidente en cada movimiento rígido.