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Llegué a casa poco después de oscurecer y la sensación cálida que tuve en mi pecho durante las últimas horas fue sustituida por un hundimiento asfixiante, realmente no quiero entrar ahí. Lisa se había despedido de mi unas cuadras antes para evitar inconvenientes si alguien, mis padres, nos ve, aunque hubiera preferido que siguiera sosteniendo mi mano en este momento. Me escabullí en silencio a mi habitación sin que mis progenitores me vieran, prefiero saltarme la cena antes que toparme con él.

Cerré con pestillo apoyándome en la madera respirando pesadamente ¿de verdad todo esto va a acabar?¿Realmente no tendré que esconderme y desear con todas mis fuerzas que la felicidad que alguna vez tuvo mi familia regrese?¿No voy a volver a ser una reclusa en mi propia casa? Preparé algunas de mis pertenencias más importantes, artículos de aseo personal, material escolar y todos mis ahorros antes de tomar un baño y sentarme a esperar. Escuché el picaporte moverse cerca de la media noche y presa del pánico clavé mis ojos en la madera, y no me di cuenta de lo fuerte que estaba mordiéndome el labio inferior hasta que el sabor metálico de la sangre se me coló en el paladar. Cuando los golpes en mi puerta se hicieron presentes fingí estar dormida, al menos mañana no tendré que enfrentar las consecuencias de mi arrebato de valentía.

Al detenerse los ruidos fuera del cuarto y oír los pasos de mi padre alejándose, me instalé en la ventana mirando de un extremo al otro para ver si la veía venir. Otra hora transcurrió sin noticias de ella y empecé a preocuparme. ¿No me vas a fallar Lisa, verdad? Por favor tú no. El celular vibró y un mensaje de la rubia brilló en la pantalla, suspiré con alivio y me enganché la mochila al hombro tomando la valija en la otra mano. Le sonreí recibiendo una aún más brillante de regreso; lancé la maleta por el balcón antes de bajar yo por un árbol al lado de la casa lo suficientemente fuerte como para soportar mi peso.

¿Es una locura sentir libertad nada más poner mis pies sobre el suelo?

–El taxi está esperando en la otra cuadra-anunció tomando mis pertenencias y sujetándome con su mano libre mientras me arrastraba fuera del jardín. Di un última vistazo a la "perfecta casa de una familia normal" que había sido mi mayor tortura durante la adolescencia para luego aflojar el paso e inquirir «¿Por qué tardaste tanto?» en un murmullo apenas entendible. Ella se encogió de sin apartar los ojos del auto amarillo que nos esperaba–Realmente llevo un par de horas esperando en la esquina, solo quería asegurarme de que estuvieran dormidos para no ponerte en riesgo-sonreí con el calor acumulándose en mis mejillas, presioné el agarre y musité un «Gracias» ocasionando que me diera una mirada rápida donde me pareció ver un brillo diferente, aunque fuera por solo unos segundos. Me abrió la puerta del vehículo para luego poner mis pertenencias en el maletero y subirse conmigo, le entregamos la dirección al chofer y alrededor de media hora después ya estábamos en nuestro destino. Toqué el timbre esperando por una respuesta que obtuve luego de un par de minutos.

–Vengo a pedir refugio, aunque esta vez es de una forma más permanente-le anuncié a mi amiga y di unos pasos al costado mostrando a la rubia aún llevando mi maleta. «¿Y qué te hizo cambiar tan rápido de opinión? El otro día no querías ni que tocara el tema» cuestionó permitiéndonos pasar, su mamá se puso de pie al instante al ver la mudanza–Solo voy a pedir una cosa, nadie puede saber que yo estoy aquí, mucho menos mis padres-la señora Kim realizó una mueca dudosa antes de asentir. Sé que no resulta fácil recibir a una adolescente que acaba de escaparse de sus padres, mucho menos sin tener siquiera un mínimo conocimiento de lo sucedido.

–Te puedes quedar el tiempo que necesites Rosé, estaremos más que encantadas de recibirte en nuestra casa-aceptó dándome un abrazo cálido para después subir las escaleras lista para dormir. Creo que supuso que habrá una gran discusión, las expresiones de mis contrarias no son amigables en absoluto.

–Ellos no notarán que me fui hasta mañana después de la escuela-comenté tratando de bajar la atención, si logro entretenerlas tal vez no se maten hoy. Tenemos un margen de tiempo bastante grande hasta que se den cuenta de mi ausencia ya que regularmente me escapo en la mañana antes de que despierten y compro el desayuno por el camino–donde primero buscarán será aquí, pero yo me iré a casa de Lisa por una noche-continué y el estómago se me encogió cuando mis orbes conectaron con los suyos por un momento, y el corazón me revoloteó en el pecho como premisa de pasar toda una noche a solas, me encantaría ver más de esa Lalisa que ha estado mostrándome durante estas horas–luego regreso ya que no hay lugar más seguro que donde una vez miraron y no encontraron nada-un sabor amargo inundó mi boca al pronunciar esas palabras, esa es la frase que mi padre solía decir más, quizás aún lo haga, mas no soy lo suficientemente masoquista para quedarme escuchándolo, sin embargo debo decir que es totalmente acertada .

–¿Y vas a confiar en ella?¿Acaso olvidaste lo que te hizo?-Jisoo se exasperó intentando tirar de mí a su lado, sin embargo logré resistirme quedando a medio camino entre ellas dos.

–Mira Jisoo, yo sé que no confías en mí y tampoco te pediré que lo hagas-la rubia mazculló cortando la distancia entre ambas casi cubriéndome el cuerpo con el suyo; alcancé a sujetarla del brazo antes de que avanzara demasiado y la situación se complicara–solo quiero ayudar a Rosé y mi padre se va mañana por negocios, conociendo nuestra relación nadie buscará en mi casa-el tono que utilizó no dejaba paso a las dudas y así es ella, firme en todo lo que se proponga, capaz de enfrentar cualquier cosa, excepto a quien la lastima a ella. Hice un ademán en dirección a Jisoo para que se calmara, ya que nada de lo que diga me hará cambiar de opinión. Lis se despidió dejando un beso en mi mejilla y un gesto con la mano para Soo, más por educación que por ganas de interactuar.

Seguimos los pasos de nuestra mayor y nos preparamos para dormir, cada una en su lado de la cama como de costumbre. Cerré los ojos respirando con tranquilidad mientras me cobijaba con una enorme sonrisa, con un ligero temor a lo que pueda ocurrir mañana, pero la felicidad lo cubre por completo. Esta decisión cambió la vida de ambas, de Lisa y mía, o más bien, es un pequeño paso para el gran cambio que necesitamos.


Holis🙋
Me encantaría agradecerles por todo el apoyo que está recibiendo esta historia y las demás que estoy escribiendo o ya terminadas. Realmente cuando comencé a publicar esta creí que no tendría apoyo en absoluto y a nadie le gustaría, y no hay algo que me haga más feliz que ver sus votos y leer sus increíbles comentarios. Muchísimas gracias por estar siempre conmigo. Los amo😍🥰😘.

Bye bye🙋.

Mi vida no es perfecta (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora