La segunda comparecencia se hizo más pesada aún que la primera, pues todos sabíamos que posiblemente sería la última, la secretaria de Richard dio su declaración sobre lo excelente que este es, mostró documentos que demostraban sus constantes donaciones a escuelas y hospitales, y algunas otras cosas que ayudaban a mantener su fachada como si no supiéramos eso por los medios de telecomunicaciones.
–Su señoría, lo que alegan los señores Hyung no son más que teorías circunstanciales creadas por mentes expuestas al dolor-refutó el abogado de mi padre una vez que los nombrados terminaron con su declaración–y en cuanto a la acusación por maltrato físico, es la palabra de un hombre que todos conocen, que ayuda al más necesitado y nunca lastimaría a otro ser viviente-su descripción me provocó arcadas teniendo que agantarme, hasta que mis nudillos se pusieron blancos, del borde de la silla para no levantarme igual que la ocasión anterior y terminaran sacándome–contra la de una adolescente desequilibrada, no hay pruebas concretas que impliquen a mi defendido-¿desequilibrada?¡¿Pero qué le pasa al imbécil ese?! «¿Abogada Kim?» se dirigió la jueza incitando a Mónica a tomar la palabra.
–Si me permiten, señora jueza y honorable jurado, exactamente por lo complicada de la situación decidimos mantener una prueba irrefutable oculta hasta el momento justo-rebuscó en su portafolio sacando una USB que reconocí al instante, fue la que le entregué el día de nuestra entrevista con las pruebas visuales para el caso–Aquí hay fotos de como quedó Lalisa después de la última golpiza proporcionada por su padre-les explicó pasando las mencionadas donde me mostraba en ropa interior con todos los moretones y algunas heridas cicatrizantes en la piel a la vista «Eso es un montaje, o se lo habrá hecho en alguna pelea callejera, si fuera real e implicara al señor Manoban la hubieran mostrado desde el inicio» ese hombre es tan molesto ¿acaso no le quedan otros argumentos que enseñar?–Las imágenes se pueden revisar y corroborar que no tiene fotoshoop, y en cuanto a la participación del acusado, aquí también hay un video donde se muestra a Richard Manoban golpeando salvajemente a su hija hasta dejarla casi inconsciente-relató mientras la escena se reproducía en la gran pantalla dejando a todos horrorizados, sus gritos, mis jadeos y por último el ruido del cristal romperse sumieron a los expectadores en un mutismo ensordecedor mientras algunos me miraron con pena.
Abandonamos el local agrupándonos en los pasillos del juzgado cuando el jurado se sentó a deliverar y para sorpresa de todos en menos de una hora nos llamaron de regreso a la sala con un veredicto listo.
–Por decisión unánime, el acusado, Richard Manoban, es encontrado... -los nervios se aglomeraron en la parte superior de mi estómago con una sensación hormigueante en mis extremidades, por alguna razón me parecía que se había detenido en esa palabra para no continuar, aunque estoy segura que lo dijo de corrido sin ningún problema y eran solo ideas mías–culpable, por el delito de maltrato a menores contra su hija Lalisa Manoban y el asesinato de su segunda esposa Victoria Hyung-la escuché y fue como si me dejaran clavada en el asiento, cualquier tipo de sentimiento terminó por abandonarme y mi respiración se volvió pesada al mismo tiempo que mis hombros se destensaron–Es condenado a cuarenta años en prisión sin derecho a libertad condicional, sus bienes pasan a ser administrados por los tutores temporales de Lalisa hasta que esta cumpla la mayoría de edad y se haga cargo de su herencia-continuó leyendo mientras que yo solo podía quedarme helada sin reaccionar ¿realmente estoy oyendo?¿No tendré que soportarlo más?¿Al fin soy... –El acusado saldrá de mi sala esposado y directo al penal.
–Eres libre Lili-la pelinaranja completó mis pensamientos abrazándome luego del veredicto y regresándome a la realidad. «Sí, ahora es tu turno» respondí correspondiéndole el gesto apesar de que la barandilla aún nos separaba, luego podría abrazarla como se debe y celebrar, ya no tendré que preocuparme por cumplir las reglas estúpidas que él me imponía ni fingir sonrisas delante de sus amigos, ahora puedo ser simplemente yo.
Todos los canales televisivos, de radio y algunas de las revistas y periódicos más importantes del país cubrían las noticias tras el juicio por lo que no era de extrañar el bullicio detrás de las enormes puertas de madera del juzgado, lo impresionante es la rapidez con la que se corrió la voz de lo sucedido y la centencia. Los flashes me cegaron en cuanto estuvimos fuera y por instinto busqué la mano de Rosé entrelazándola con la mía, caminamos con suidado entre la multitud de reporteros que esperaban alguna información de mi parte, mas mi único objetivo es llevar a mi contraria a un lugar seguro.
–Tienes que poner la denuncia ya, lo más seguro es que tu padre haya visto las noticias y sepa que estás conmigo-anuncié una vez que estuvimos dentro del taxi, que él lo descubra sugnifica que Rosie no tiene un lugar seguro al que ir y Park puede disponer de ella cuando desee, no lo puedo permitir; mi acompañante asintió dándole la dirección al conductor del cuartel general de la policía que opera en esta área y además dirige su padre.
El auto se detuvo a pocos metros de la estación viéndola bajarse vacilante, le di un leve apretón a su mano con una sonrisa para que supiera que no está sola, me correspondió de la misma forma y se encaminó al interior. Quizás dos minutos transcurrieron antes de que yo saliera también del vehículo y me paseara de un lado a otro ansiosa por el resultado, debí acompañarla y no dejarla sola entre todos esos amigos del monstruo violador que quién sabe qué cosas podrían hacerle, se lo pedí muchas veces en el camino, pero ella insistió en ir sin mí. Cada segundo me parecieron horas interminables, aunque la verdad me asusté cuando salió demasiado rápido y la vi correr en mi dirección con una expresión de espanto.
–No aceptaron la denuncia y casi me encuentro con mi padre cuando salía de la estación-me contó temblando mientras las lágrimas se le acumulaban en los ojos, había notado un auto ingresar por la parte de oficiales, sin embargo nunca creí que fuera el suyo–A estas alturas él ya debe saberlo y me empezará a buscar en cada rincón de esta ciudad-en este momento habla tan deprisa que apenas puedo seguirle el hilo a sus pensamientos costándome bastante procesar sus palabras atropelladas–¿Qué hago Lisa, qué hago?-inquirió desesperada y por instinto la redeé con los brazos apretándola contra mi pecho antes de contestar casi tan alterada como ella.
–Lo único que podemos hacer por ahora, huir.
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
Mi vida no es perfecta (Chaelisa)
Teen FictionPara Rosé Lalisa Manoban tenía una vida perfecta, envidiada por muchos y muchas, hija de uno de los hombres más ricos y caritativos de Asia. Inteligente, atractiva y líder de las masas ¿qué más podría desear? Lisa envidiaba a Roseanne por su vida pe...