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Me removí un poco incómoda al despedirnos después de haber hecho semejante declaración y los tres pares de ojos miraran en mi dirección con esperanza ocasionando que sintiera la precipitación de mis palabras. Nos mantuvimos en silencio durante gran parte del trayecto a casa, supongo que cada una tiene cosas en las que pensar, y no pude evitar regresar al momento en que nos reunimos con ambos en la sala y encontrarles cierto parecido a la foto de Victoria que hace unas noches Lisa me mostró. Repasando además los motivos que nos llevaron a ese encuentro provocando que volviera a preguntarme dónde está Dios en estas situaciones, dos padres amorosos perdieron a su preciada hija a manos de un hombre violento y con mucho dinero sin poder hacerle justicia, y a otros dos desgraciados les permite hacerle daño a las suyas por una estúpida satisfacción de sus egos y psicopatías; las distribuciones de vida son una mierda por donde quiera que las mires.

–¿Cómo te sientes?-indagué entrelazando nuestras manos haciendo que se detuviera cuando llevábamos ya varias cuadras andadas. Sus orbes buscaron los míos y más allá de la oscuridad en ellos un brillo de tristeza logró llenarme de preocupación, con mis dedos libres acaricié su mejilla animándola a desahogarse.

–Extraña-hizo una mueca parecida a una sonrisa recargándose en mi palma–aunque mi madre haya muerto en el parto siempre me he sentido mal por eso y cuando Victoria se fue creí que yo tenía la culpa-sollozó sobre mi piel y evité cualquier movimiento para que lograra sacar todo de una vez, es terrible como algunas palabras pueden hacer tanto daño en la mente de un niño y como ese hombre utilizó eso para descargar su rabia en una inocente–Aún después de saber que había muerto me seguí sintiendo insuficiente, como si no tuviera algo valioso para que las personas decidieran quedarse a mi lado-un dolor insoportable se instaló en mi corazón cuando las lágrimas se deslizaron de sus ojos conviertiéndome en su reflejo; Lisa es tan jodidamente especial que me molesta que no se de cuenta, su padre la destruyó de tal forma que no puede evitar odiarse y necesita entender que ella es mucho más que las heridas que carga y las palabras crueles que Richard le suele decir.

–No hay nada de malo contigo, solo no tuviste las personas ni las oportunidades adecuadas-la rodeé con mis brazos para que colocara su cabeza en mi pecho cuando su llanto se volvió desgarrador–y tal vez no sirva de nada, sin embargo aquí estoy y no pienso ir a ninguna parte-aseguré apretándola contra mí notándola temblar, aunque quisiera no podría irme, no tendría el valor para dejar de ver esos luceros oscuros y disfrutar de su presencia, de la seguridad que me hace sentir y la que yo le hago sentir–¿Qué te parece otra noche de películas, comida basura y juegos? Podemos llamar a Jisoo también y reunirnos las tres-propuse mientras se reponía secándose el rostro «No soy fan de Kim entre nosotras, pero si eso te hace feliz» se encogió de hombros con desagrado y un suspiro saliendo de sus labios ocasionando que riera. Continuamos nuestro camino disipando a los curiosos que se habían detenido al ver la escena que habíamos montado; llamé a mi mejor amiga encontrándome con la sorpresa de que se dirigía a la residencia Manoban para buscarme.

–Por favor suban en silencio para que Bea no sepa que están aquí, ahora llevaré algunas cosas para comer-murmuró pues la mencionada ha estodo lo suficientemente ansiosa como para impedirnos adentrarnos en la casa por varios minutos al estar trasladándose de una habitación a la siguiente. «Claro que a la señorita perfecta le molesta que la vean con los pobres» soltó el veneno al quedarnos solas en un tono lo bastante bajo para no delatarnos; «¡Jisoo, ya!» la regañé tirando de su mano por las escaleras, Soo por lo general no es mala con las personas, al contrario, mas cuando se meten con alguien que le importa es capaz de transformarse en una víbora hasta el punto en que temes por tu seguridad.

–Chaeyoung regresa conmigo, tú no perteneces a este lugar y estás poniéndote en riesgo al estar junto a Manoban-nos regresó a la misma discusión que tuvimos en la preparatoria esta mañana una vez que estuvimos en la recámara–¿Quién rayos me asegura que una vez que me vaya no va a golpearte otra vez?-cuestionó reanudando sus vueltas en círculos, me dejé caer sobre el colchón cansada de esta conversación, que ingenua fui al pensar que los puntos habían quedado claros–Ella es una mentirosa y manipuladora de primera.

–Creí que habíamos estado de acuerdo en que me apoyarías-recriminé sentándome para observarla, su rostro tornándose de un llanativo color rojo y su piel comenzando a ser perlada por el sudor–Lisa no es mala persona, pasó por cosas difíciles de las cuales pronto te enterarás-y de las cuales yo no tengo el derecho de contarles, si la rubia se siente preparada para contárselo, que verdaderamente lo dudo dada la naturaleza de su relación, o cuando la noticia llegue a los medios, porque definitivamente un filántropo abusador será un excelente tema publicitario, se enterará y sé que cambiará su forma de pensar, al menos un poco. «¿Qué demonios podría tener difícil si solo mira el lugar donde vive?» gesticuló a nuestro alrededor provocando que rodara los ojos, se vuelve muy prejuiciosa cuando lo intenta–El dinero no lo es todo Chu, a veces solo sirve para venderle los ojos a los demás-lo que precisamente ocurrió en este caso, nadie ve más allá de las inmensas donaciones de Richard Manoban y los lujos que le proporciona a su familia; hicimos silencio cuando el motivo de la discordia entró con una bandeja de todo tipo de golosinas dulces y saladas en las manos aumentando sin querer la tensión en el ambiente.

–Si invité a Jisoo aquí, aparte de para que se relacionaran un poco-comenté luego de atraerla para que se sentara a mi lado y fruncí el ceño al ver las muecas de desagrado en ambos rostros ¡infantiles!–también hay otra razón-les confesé con un poquito de culpa al engañarlas de esta manera, mas con sus actitudes no me dejaron otra opción–Lis, la señora Kim es abogada, una de las mejores y muy confiable, podríamos hablar con ella sobre tu caso-Mónica ha llevado casos importantes de corrupción y narcotráfico, de modo que estoy completamente segura de que el dinero no la mueve, ella se graduó para hacer cumplir la ley y es exactamente eso lo que necesitamos. Soo detuvo sus paseos frunciendo el entrecejo en mi dirección «¿Por qué mi madre ahora está en la conversación?» escuché su voz pero decidí ignorarla, después de convencer a la rubia le daría algunas explicaciones.

–No sé, no quiero meter en problemas a alguien que conozco-refutó para mi pesar, pues ya pensé en esa posibilidad y es la que mayormente me detiene de ir en estos momentos y hablarle sin obtener la aprobación de la menor, yo tampoco quiero ponerla en un compromiso peor que el que ya tiene ocultándome de mi familia. «¿Qué problemas?¿De qué hablan?» volví a ignorar a Jisoo concentrándome en las palabras que saldrían de los labios de mi cuidadora a continuación–mi padre es capaz de muchas cosas horribles con tal de salirse con la suya-su voz cargada de emoción me golpeó con una fuerza impresionante y las imágenes grabadas en mi celular se reprodujeron como si aún estuviera viendo a Lis en el suelo y a su padre agarrándola de los cabellos para que le mirara «Soy consciente de eso, y es precisamente esa la razón por la que no podemos ponerte en manos de un desconocido» ese sería un riesgo enorme que podría terminar en tragedia, sin contar que muy pocos abogados tomarían el caso de una adolescente contra su padre, un millonario que si quisiera acabaría con sus carreras si llegaran a perder el juicio–Como decidas entonces.

–¡Deténganse con sus códigos, contéstenme de una vez y dejen de ignorarme!-la pelinegra golpeó la cama haciendo sobresaltar a nuestra contraria, pues yo ya veía venir su sobresalto. «Chu, más adelante te enterarás y te darás cuenta de que yo tenía razón respecto a Lisa» expliqué sin revelar muchos detalles, por más que confío plenamente en Jisoo, que sepa los detalles antes de hablar con un abogado podría traernos problemas en el caso o en su propia vida si el señor Manoban llegase a enterarse antes del juicio–Lo dudo sinceramente-miró de reojo a Lis con una expresión de desagrado, suspiré arta de sus actitudes infantiles decidiendo terminar con esta situación «Empecemos con el maratón antes de que se haga muy tarde y no puedas volver a casa» ambas tuvieron una corta batalla ocular y se ubicaron a mis costados recostándose sobre mis hombros, sonreí descansando el enorme cuenco de palomitas en mi abdomen y llevándome unas cuantas a la boca. Las miré de soslayo sintiéndome victoriosa después de varios meses, al menos se mantendrán en la misma habitación sin matarse, eso ya es un gran logro para mí.

Mi vida no es perfecta (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora