–¡Rosé!-los gritos de Jisoo me habían estado persiguiendo todo el día, tuve que entrar de última a los turnos de clase y desaparecer nada más sonará la campana, aún así ha sido capaz de encontrarme cada vez. Miré a mis espaldas intentando localizar su voz sin éxito alguno, sin embargo un grupo de primer año se me atravesaron provocando que retrocediera y chocará con mi objetivo; no lo pensé dos veces y me eché a correr en dirección contraria esquivando, con dificultad, a todos los que me estorbaran–¡Roseanne Park no huyas más de mí!-para mi desgracia ella es mucho más rápido que yo y la tenía pisándome los talones. Intenté decirle a mis compañeros que salieran del camino, mas los sonidos nunca abandonaron mi garganta tropezando con más de uno–¡Ya basta Chaeyoung!-escuché su voz penetrar mis tímpanos mientras me agarraba del brazo y sin esperar un segundo me arrastró en dirección a la sala de música, vacía a estas horas–¡Suficiente con que me hayas ignorado todo el día de ayer!-me empujó hacia el centro pasándole el seguro a la puerta antes de girarse y encararme–Ahora vamos a hablar y quiero que me expliques con detalles que rayos te pasa-mazculló apretando la mandíbula.
–No es nada importante Chu, solo necesitaba estar sola-murmuré de forma casi inaudible forzando mi garganta al máximo para que lograra escucharme. El dolor se extendió hasta mi pecho dificultándome bastante la respiración.
–¿Volviste a perder la voz?-llevó sus dedos a mi cabello peinándolo como suele hacer cuando me encuentro mal; asentí con una sonrisa queda entregándome por completo a la agradable sensación–Es como la quinta vez en este mes que ocurre eso-y cada una más duradera que la anterior–Deberías ir a ver a un doctor, puede ser algo grave-advirtió preocupada y me encogí de hombros restándole importancia, tal vez así ella también lo olvide pronto–Regresemos a clases y por favor no huyas más de mí, si necesitas estar sola me lo dices y me alejo por algunas horas-sus manos acunaron mis mejillas besando ambas de forma delicada antes de llevarme contra su pecho y abrazarme ahí.
–¿Y mi padre?-interrogué a mi progenitora cuando llegué a casa y se encontraba en completo silencio, al mismo tiempo que ella se mantenía en la cocina como de costumbre con esa expresión de amargura y desamor que la caracteriza.
–Está en medio de un operativo, no regresa hasta mañana-un suspiro de alivio se escapó de mis labios acompañado de un par de lágrimas que mi madre decidió ignorar. Me apresuré a mi habitación cerrando con llave la puerta, dejé la mochila sobre el mueble y aprovechando que no tengo deberes cambié mi ropa y me acurruqué en la cama; hoy después de mucho tiempo al fin podría descansar.
–Muy buenos días alumnos-la profesora Kim nos dió la bienvenida a los cinco estudiantes que estamos en el salón, los viernes no son muy concurridos en este instituto–Para iniciar el debate político de hoy me gustaría que vieran las noticias de beneficio nacional que están transmitiendo por la televisión-anunció encendiendo el equipo y alzando el volumen para que pudiéramos escuchar. Presentaban una especie de almacén con muchos hombres en el suelo y la policía sacando a muchos otros esposados; además del sonido de las sirenas de ambulancias mezclándose con los gritos de personas aún invisibles para los espectadores.
–Jefe de la policía Park y sus hombres después de horas de arduo trabajo lograron, esta madrugada, desmantelar una organización de trata de personas que había estado operando en nuestro país durante más de una década-el asco que me provocó verlo sonriente frente a las cámaras me revolvió las entrañas de forma tan potente que creí que terminaría vomitando aquí mismo.
–Aquí podemos ver cuando las jóvenes fueron devueltas sanas y salvas a sus familias, salvándolas de crímenes atroces que estos criminales podrían haber cometido contra ellas. Todo se lo debemos al jefe Park, gracias a él podemos sentirnos seguros de caminar por nuestra ciudad y de que nuestras hijas se mantendrán a salvo-la ignorancia de las personas provoca que hierva mi sangre a miles de grados por encima de lo normal. Todos lo alaban como si fuera un dios, sin lograr ver más allá de sus narices, más allá de la superficie y sin buscar más de lo que les muestra.
–¿Y quién demonios las protege dentro de sus casas? Es toda una maldita farsa-escupí con toda la rabia que llevo acumulando durante años, por un instante perdí el control y deseé gritar toda la mierda que llevo guardando estos años. Lograr que este estúpido país sepa quien es realmente ese hombre al que ellos veneran.
–¿Por qué dices eso?-inquirió apartando su atención del reportaje y centrándose por completo en mí. Me pone muy nerviosa cada vez que hace eso, siempre logra sacarme lo que quiere–Como padre siempre lo he detestado y puedo asegurar que cualquiera lo haría mejor que él-sus palabras se escuchaban tan seguras que casi podría asegurar que son más que pensadas, y ese tono pausado que utiliza cuando pide algo difícil de conseguir me pone los pelos de punta–pero como policía y persona, mientras tú no estés cerca, es bastante bueno ¿o me equivoco?-presionó entrecerrando los ojos, justo ahí quería llegar.
–No lo haces, dije eso sin pensar no le prestes atención-musité apartando la vista de Jisoo.
–Mira Rosé, me cansé de que me trates como una idiota-farfulló tironeándome del brazo hasta que nuestros ojos conectaron y pude ver la angustia y el dolor en los suyos, tanto, que me hizo sentir culpable–Ahora me vas a decir de una vez que es lo que pasa en tu casa-su demanda sería tan fácil de cumplir si no la pusiera en peligro al conocerlo, sería de gran ayuda poder compartir este dolor con alguien a quien verdaderamente le importo–el por qué de que tus padres te traten así y el miedo que les tienes porque...-«yo no...»–Sí les tienes miedo-afirmó interrumpiéndome–Nada de lo que haces es normal, dejar que te golpeen como un saco de boxeo sin siquiera defenderte, evitar hablar de las razones, lo que acabas de decir de tu padre-las lágrimas acompañaron su corto silencio mientras entrelazaba nuestras manos sobre su regazo–Yo sé que pasa algo muy malo-la voz se le quebró y el corazón se me encogió en el pecho–así que por favor no me mientas.
Holis 🙋
Pasé a disculparme por estar tan desaparecida y darles las gracias por siempre apoyarme. AlejandraRosas123 gracias por esperarme. Los amo🥰😘.Bye bye 🙋.
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Mi vida no es perfecta (Chaelisa)
Ficção AdolescentePara Rosé Lalisa Manoban tenía una vida perfecta, envidiada por muchos y muchas, hija de uno de los hombres más ricos y caritativos de Asia. Inteligente, atractiva y líder de las masas ¿qué más podría desear? Lisa envidiaba a Roseanne por su vida pe...