By Tom.El día de hoy, no nos despedimos de la cama, durmiendo y reponiendo fuerzas.
¿Que si me arrepiento?
No.
Cuando por fin desperté el estaba hay, a mi lado. Durmiendo tan plácidamente, soltando suspiros y sonriendo entre sueños.
Mi niño.
su cabecita estaba recostada en mi pecho.
Sobaba su cabello y acariciaba sus piernas, nalgas cintura con mi mano derecha.
Amaba estar así con el, ser tan cariñoso y poder decir con certeza "el es mío"
Sus lindos ojitos empezaron a abrirse y su boca soltó un leve bostezo. Sus uñas recorrieron mi abdomen y pecho, dándome pequeños escalofríos.
-¿Gustav?
Mi corazón se rompió y una lágrima todo por mi mejilla.
Unos pequeños sollozo y mi respiración se cortó.
-Tommy... -se levantó un poco y tomó con sus manitas mi cara. -S-solo era una broma, no llores amor.
El alivio se apoderó de mi cuerpo, mi corazón sano y latio con más fuerza que nunca antes.
-Joder... Perdoname ¿si?
-¿me dijiste "amor"?
En seguida, soltó mi cara, se sonrojo y me dio la espalda cruzado de brazos.
-idiota.
Sonreí tiernamente y me senté para poder tómalo de la cintura.
-me encanta.-le dije en un susurro al oído para dejar un besito en su nuca.-me encantas tú.
-Tom... ¿Que somos?
-¿que quieres que seamos?
No respondió. Guardo silencio y parecía pensárselo demaciado.
-Billy, amor... Mi niño. Sabes que en mis ojos , no habita nada ni nadie más, que no seas tú... Y que no me puedo fijar en otros ojos por más bellos que sea, por que se, que ninguno es capas de siquiera igualar su brillo y hermosura.
Tome su manita y el me miraba atento, con una gran sonrisa.
-casate conmigo.
Juro que un brillo sin igual se instaló cortos segundos y soltó su manita de entre las mías.
-Tom... -me ayudó a levantarme de mi arrodillamiento. -Sabes que te amo. Lo sabes muy bien... Pero me dejaste muy dañado.
-Amor...
-No te estoy diciendo no. Pero tampoco te doy el si. Esperame un poco.
-Ya espere demasiado...
-ya has esperado demaciado... Solo espera un poco más, porfavor. Aun no soy estable, no quiero salir lastimado nuevamente de esto.
-¿lo pensaras?
Asintió quitando una lágrima de mi mejilla.
-Si en algún momento decido aceptar formar una familia con vos... Quiero estar seguro.
-entonces... Se mi novio. Quiero tenerte a mi lado.
Bajo su cabeza negando.
-porfavor.
-¿Prometes no hacerme daño?
Alse su mentón con mi mano, conectando miradas.
-Te lo prometo, se que te e echo mucho daño. Creeme que me arrepiento, pero justo por eso, quiero reconquistarte.