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"Su Alteza es el caballero superior más joven y destacado del Reino de Kinhar, y los caballeros superiores pueden literalmente derribar montañas y murallas. No es una metáfora, es real. Si busca un camino adecuado hasta Monshan, puede abrir un camino. Si Su Alteza se esfuerza durante uno o dos meses, podría crear caminos inexistentes".

Eugene estaba un poco preocupado de que sus consejos sonaran vacíos para los demás, pero afortunadamente las palabras fluían sin problemas. De hecho, esto también era un spoiler.

Después de la muerte del Barón Linweisen en la novela, Alexis no pudo reclamar ningún derecho sobre el territorio de Linweisen. Y el rey buscaba la mina de piedra mágica de manera mucho más descarada que ahora.

No se sabía cuánto había molestado el rey ni cuánto se había enfadado Alexis. De todos modos, Alexis abrió un camino en las montañas en lugar de ofrecerle la mina de piedra mágica al rey. Fue una escena que mostró lo temible que era Alexis, con un fuerte orgullo y determinación.

"No es totalmente imposible, pero sería una tontería hacerlo".

Hacer esa tontería. Eugene se contuvo las ganas de gritar. En su lugar, se rió suavemente después de tomar el último bocado del pescado bien cocido.

"De todos modos, no es que no haya forma de hacerlo, así que no importa si el rey dice cosas extrañas. No te preocupes por mí. Ahora que me he vuelto rico, ya no necesito un soborno".

Eugene se preparó para la peor situación posible en el encuentro con el rey.

La trama de la novela cambió con la supervivencia del Barón Linweisen. En el encuentro con el rey, no era el momento adecuado para que ocurriera algo importante. Aun así, a Eugene no le gustaba la idea de ser acorralado por el codicioso rey.

Con el poder de mover montañas, Alexis no necesitaba casarse. Gracias a la recompensa de Infertian, Eugene tenía suficiente dinero en su bolsillo y en su corazón para renunciar al soborno.

En realidad, quería decirle a Alexis que pospusiera el matrimonio y se uniera al protagonista masculino, el heredero al trono. Sin embargo, era un tema político demasiado sensible para mencionarlo fácilmente. Además, era probable que los dioses no permitieran spoilers.

Eugene presentó la opción más moderada y realista. Sin embargo, Alexis pareció tomarlo como una broma y se rió.

"Me aseguraré de tener en cuenta la opinión del Barón".

"Sí, por favor téngalo en cuenta".

La conversación terminó de manera cálida. Después de la comida, se sirvió el postre. Eugene sonrió ampliamente ante la dulzura de la tarta de zanahoria cubierta de crema.


◇◇◇


El día de la confrontación. Eugene estuvo ocupado desde temprano en la mañana.

El único sirviente de Eugene era una persona leal. Se esforzó al máximo para embellecer a Eugene, diciendo que el día de la audiencia con el rey debía ser el mejor día. Siguiendo las instrucciones de Robert, Eugene se encontró con Alexis y subió al carruaje, luciendo deslumbrante.

La casa de la ciudad del duque de Ivilaron estaba cerca del palacio real. No pasó mucho tiempo antes de que el carruaje en el que iban los dos llegara al palacio.

En el palacio central, el Sir Lukenart, el enviado real de la corte, esperaba. Debido a un retraso en el programa de la audiencia, Lukenart informó a Alexis que solo podían realizar una audiencia pública.

Cariño, cariño, cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora