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"Tengo una propuesta"

"Dime"

"Cada invierno, los caballeros salen a cazar a los espíritus malignos. Me gustaría que me acompañaras en eso. No necesitas unirte al frente de batalla, solo tienes que esperar en la retaguardia ¿Qué te parece?"

"Ah, jajaja. Lo haré. No parece difícil"

Eugene rió incómodamente, ya que sabía lo que iba a pasar en el futuro. En realidad, era algo difícil. En el norte, donde hay muchas montañas y bosques, había muchos espíritus malignos. Y este año, aparecieron muchos más espíritus malignos que en años anteriores.

Después de la epidemia, el invierno en el norte se volvió extremadamente severo debido a la propagación de los espíritus malignos. Alexis también había trabajado arduamente para cazar a los espíritus malignos.

Sin embargo, Eugene pensó que, si podían evitar que la epidemia se propagara, no sería tan difícil. Solo tendrían que esperar en la retaguardia.

También pensó en que podría recibir más recompensas. Pero aparte de eso, también era una cuestión de lealtad y afecto hacia los dioses. Realmente quería ayudarlo.

"Me imaginaba que aceptarías"

"Porque estoy del lado del duque, quiero decir, de tu lado. Nos ayudamos mutuamente ¿verdad?"

La mitad era adulación con intenciones comerciales, pero la otra mitad era sincera. Si simplemente tomar la mano de Alexis podía ayudarlo, Eugene estaba dispuesto a hacerlo sin importar cuánto.

"Estamos del mismo lado"

"Así es"

Eugene sonrió ampliamente. Solo después de convertirse en alguien solitario en un mundo desconocido, pudo pensar profundamente en el valor de las personas. Solo tener a alguien que lo apoye era suficiente para calmar su corazón.

El hecho de que Eugene pudiera sobrevivir en este mundo no se debía solo a que conocía lo que iba a suceder en el futuro. También se debía a la dedicación de Robert. Si no fuera por Robert, Eugene no se habría adaptado tan cómodamente.

En ese sentido, tanto Alexis como Lyen y Ludvina eran preciosos para él.

Esperaba que su conexión con ellos continuara incluso después de un divorcio pacífico.



◇◇◇



La capital del Reino de Kinhar, Wieste, era una próspera ciudad situada en la parte baja del río Lihok. Al oeste de Wieste, junto a uno de los afluentes del río Lihok, se encontraba el hipódromo de Laed Shaintholben.

El hipódromo, que abrió durante la temporada de sociedad de este año, estaba lleno de gente. Bajo las nubes blancas que se elevaban en el cielo azul, la gente estaba emocionada.

¡Wow!

Cuando los caballos corrían por la pista recta, las aclamaciones desesperadas se volvían aún más fuertes. La gente gritaba tan fuerte que sus gargantas se ponían rojas, ya que el primer lugar cambiaba constantemente por una pequeña diferencia. Eugene miraba a su alrededor con calma, tratando de no dejarse llevar por el ambiente.

Al norte, se construyeron edificios en forma de línea recta para que se pudiera ver el campo de carreras cubierto de césped verde. No había un solo asiento vacío para la nobleza.

Cariño, cariño, cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora