❪❄️❫still with you;; sano manjirō x fem!oc
❛por favor, llama a mi nombre una vez más❜
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➥En dónde Kiyoko Masumi es conocida de muchas maneras; Tenshi, el ángel de la TōMan, el ángel de Mikey, la novia de Mikey... Claro...
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BUSCAR MANERAS PARA DARLE UNA VIDA PLENA A SUS HERMANAS era lo que siempre hacía Kiyoko Masumi; era su deber desde que su madre falleció y su padre, en su propio duelo, dejó de lado a su familia, dejándola a ella con todo el peso y las responsabilidades sobre su espalda. ¿Qué si era complicado? Por supuesto que sí, teniendo incluso que madurar demasiado rápido a la par que cargaba con el dolor de la perdida de su madre al mismo tiempo, una de las peores etapas de su vida.
¿Qué pudo sobrellevarlo sola? Por supuesto que no, porque aunque haya querido bajo muchas maneras encargarse de su vida por si misma, aquellas personas que se terminaron convirtiendo en su familia fueron los mismos que la ayudaron a cargar con su peso, al menos un poco, por mucho que se negó.
—¡Kiyoko-san! —le llamó aquella adorable chica de cabello castaño mientras llegaba casi trotando a su lugar en donde terminaba de entregar unos postres a la mesa—. ¡Otra vez tienes visitas!
Su reputación podía variar demasiado, en un balance entre su naturaleza amable y dulce, donde todos creían que era un ángel caído del cielo, y donde era miembro en los altos mandos de una pandilla, siendo una de los cabecillas allí. Cualquiera que escuchara algo al respecto era algo dificil de creer, debido a que Masumi no tenía demasiada pinta de ser parte de una pandilla, y más encima, ser vicecapitana.
Si, quizás era inusual en ese tiempo ver a una chica con el cabello teñido en mechas blancas, o con pendientes, cualquiera creería que es moda. Pero ver como casi a donde sea que fuera llegaban personas bastante... intimidantes, dejaba mucho por pensar, sobre todo al ver el uniforme que casi siempre usaban.
—¡Tenshi-sama! —escuchó un pequeño coro de voces al momento que se acercó a la entrada de la cafetería mientras guardaba la libreta de pedidos en los bolsillos de su delantal. Sonrió al distinguir a varios individuos de la TōMan que la saludaban con cariño y admiración.