En este intrigante relato, un escritor novato es misteriosamente absorbido por el libro que le regaló su abuelo. Dentro de las páginas, experimenta la vivencia de su propia escritura y, sorprendentemente, se autodenomina "Dios". Después de descubrir...
Llegó el día tan esperado, el día del eclipse. Mis amigas, la gata Nagisan, Galle y Loli, se encontraban junto a mí, listas para cruzar el portal hacia otro mundo. Sin embargo, antes de partir, Loli llegó sorpresivamente en un misterioso carruaje durante la noche.
Al verla con su ropa elegante haciendo juego con su cabellera media del tono naranja y sus ojos miel. Su deseo era estar con nosotras durante el breve tiempo que teníamos antes de embarcarnos en esta peligrosa misión que nos había encomendado el gremio Las Valkyrias.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las cuatro aceptamos la misión sin dudarlo, sabiendo que el tiempo era limitado. La carta que Loli nos entregó decía lo siguiente:
"Queridas valientes, en el pequeño y encantador pueblo de Manilla, un capitán con un garfio en lugar de una mano está sembrando el caos. Este misterioso capitán ha estado atacando con almas errantes de su antigua tripulación, dejando a los habitantes aterrados y desesperados. Vuestra misión es detener al capitán y liberar a las almas errantes para devolver la paz a Manilla".
La emoción y la determinación llenaron nuestros corazones mientras el sol comenzaba a iluminar el horizonte. Sabíamos que no había tiempo que perder. Nos preparamos rápidamente para enfrentar este desafío desconocido y adentrarnos en el misterioso pueblo de Manilla. Firma Rae.
Después de recibir la misión, decidimos ir a ver al hada encargada de entregarnos los trajes necesarios para cruzar el portal hacia el otro mundo. Sabíamos que era importante tenerlos puestos antes de partir, por si acaso se nos acababa el tiempo. Sin embargo, cuando llegamos, nos dimos cuenta de que solo tenían preparados los trajes para tres de nosotras. Loli se quedó sin traje.
No queríamos dejar a Loli sin protección, así que decidimos preguntarle al hada si podría hacer el favor de crear un traje adicional para ella. Con una sonrisa amable, el hada aceptó nuestra solicitud y rápidamente creó un traje blanco, similar a los nuestros. Pero no podíamos conformarnos con eso, queríamos que nuestros trajes fueran únicos y reflejaran nuestra personalidad y magia.
Usando nuestra propia magia, cada una de nosotras hizo que el color de su traje cambiara. Loli decidió teñir el suyo de un hermoso rosa, Galle optó por un elegante negro, Nagi mantuvo el suyo en un puro y brillante blanco, y, como era de esperar, mi traje se tiñó de un intenso y vibrante rojo.
Loli
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
