La anciana despreciaba al niño mientras sus palabras resonaban con un tono siniestro
-Si aún escuchas, no lo tomes personal, esto es solo para llamar la atención de tu hermana Kira-
El sonido siniestro de la bruja ahogando a Josbi con su lengua se mezclaba con los estertores de agonía que emanaban de su garganta. Con una mano, la bruja lo sujetaba del cuello, apretando con fuerza, mientras que con la otra mano sostenía a Axel, a quien parecía no prestarle mucha importancia, rompiéndole el cuello y arrojándolo sin piedad contra una casa cercana.
- Te mataré lentamente, tu sangre es exquisita-
susurró la bruja mientras su lengua se seguía sumergiendo dentro de Josbi, como si quisiera saborear su sufrimiento.
La bruja se hacía llamar Onibaba, pero le dice al joven que le gustaría que le llamará Baba, haciendo que este encuentro sea su primera cita, donde había tenido el descaro de introducir su lengua en la boca de Josbi, burlándose de él con cada palabra.
Para llamar la atención de la pelirroja, la bruja Baba desató su ira sobre el pueblo de Roble, ubicado en las afueras de la famosa mazmorra de Megálieliá, al norte del sombrío centro de Zefira.
La apariencia de la bruja Baba era aterradora. Su pelo salvaje y enmarañado parecía tener vida propia, mientras que su vestimenta consistía en harapos que apenas cubrían su cuerpo, dejando al descubierto una piel arrugada y llena de cicatrices.
En ese momento, Josbi sintió que su vida se desvanecía lentamente, pero justo en ese instante aparecieron Makya y las tres Kira, dispuestas a enfrentar a la malévola bruja.
La hermana original de Josbi se lanzó con una ira abrumadora, sin desatar sus llamas, mientras las otras Kira se apresuraron y tomaron a los dos jóvenes, alejándolos de aquel lugar macabro.
Makya empuñaba una lanza de dragón de color negro, cuya punta emitía un aura roja y violeta, como si estuviera impregnada de la oscuridad misma. Con ella, Makya se movía tan rápido que parecía desvanecerse ante los ojos de los demás, desapareciendo en las sombras.
"Maldita bruja, te mataré, te mataré, te mataré, ¡TE MATARÉ!", gritó Kira con una voz llena de rabia y desesperación, mientras golpeaba una y otra vez con su espada, cortando la carne de la bruja.
Las heridas que ambas mujeres le infligían a la bruja parecían sanar por sí solas, como si la oscuridad que la envolvía la protegiera de cualquier daño. La bruja se reía, una risa macabra y retorcida que parecía surgir desde lo más profundo de su ser, aumentando la furia de la pelirroja.
"Eres una malnacida, ¿cómo pudiste hacerle eso a esos inocentes niños?", mencionó Makya con voz temblorosa, mientras apuñalaba una y otra vez con su lanza, intentando encontrar alguna debilidad en la bruja.
Baba decidió jugar con ellas, fingiendo que la ventaja estaba de su lado. Sus ojos brillaban con malicia mientras su risa se volvía aún más estridente, sumiendo el lugar en una atmósfera de terror y desesperación...
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El misterioso mundo de Atlas
FantasyEn este intrigante relato, un escritor novato es misteriosamente absorbido por el libro que le regaló su abuelo. Dentro de las páginas, experimenta la vivencia de su propia escritura y, sorprendentemente, se autodenomina "Dios". Después de descubrir...