Capitulo 28: El hombre de las nieves

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El ambiente de paz y felicidad en el gremio de las Valkyrias era evidente mientras todos los miembros se reunían en grupos, compartiendo historias y conversando sobre sus experiencias diarias en las misiones. El sonido de risas y charlas animadas llenaba el lugar, creando una atmósfera de camaradería y compañerismo.

Mientras disfrutaban de la celebración, los aventureros probaban pequeñas botanas con aderezos deliciosos y brindaban con vinos y champaña, elevando sus copas en honor a los logros y la unión del gremio. La comida y la bebida fluían, añadiendo un toque de festividad y satisfacción a la velada.

Por otro lado en las profundidades de la mazmorra, Josbi y Axel caminaban valientemente por los pasillos, enfrentándose a monstruos feroces en cada encuentro. Al llegar al tercer pasillo, se encontraron con una horda de lagartos marinos de dos patas, protegidos por armaduras y capaces de lanzar poderosas bolas de agua. Los jóvenes aventureros se detuvieron, observando cautelosamente la situación mientras planeaban su estrategia.

Era evidente que los números de los monstruos superaban con creces las habilidades de Josbi y Axel. Sabían que enfrentarse a todos ellos en una lucha directa sería un desafío abrumador. Sin embargo, su determinación y valentía no se desvanecieron. Comenzaron a idear un plan, analizando las debilidades de los lagartos marinos y buscando la mejor manera de enfrentarlos.

Josbi propone en llamar la atención de la mayoría de los lagartos en el centro del pasillo,  ya que los pasillos son casi como una cueva gigante, esto le permite a los lagartos en posicionarse en las paredes y cada rincón de la otra entrada al pasillo. Una vez atraído la atención, Josbi congelaria a los monstruos para disminuir la cantidad de lagartos, mientras que Axel, explotara los cuerpos congelados de los enemigos.

Josbi coloca una mano en el suelo y crea un niño de hielo haciendo que se dirija hacia el centro, logrando atraer la atención de los que estaban pegados en las paredes y el techo. Estos atacaron con una lanza con una punta envenenada al niño de hielo y se activo un sistema de auto destrucción creando una columna de hielo gigante atrapando  la mayoría de lagartos.

Con determinación en los ojos de Josbi, desenvainó su espada de cristal, sintiendo cómo el poder helado fluía a través de sus venas. Con movimientos ágiles y precisos, se enfrentó a los lagartos marinos, utilizando su espada para congelarlos y crear tornados helados que los envolvían. Cada golpe de su espada era una exhibición de destreza y control sobre el hielo, dejando a los enemigos atónitos mientras se debilitaban bajo el frío intenso.

Axel se posicionó estratégicamente a distancia, desplegando su arco y seleccionando una flecha con la habilidad de fuego. Con un movimiento fluido, disparó la flecha hacia el enemigo, observando cómo explotaba en un estallido de llamas al entrar en contacto con su objetivo. Las explosiones causaban estragos entre los lagartos marinos, dispersándolos y debilitándolos aún más.

La sincronización entre Josbi y Axel era impresionante. Se movían en perfecta armonía, combinando sus habilidades únicas para enfrentar a los enemigos con eficacia. Josbi congelaba a los lagartos marinos, creando oportunidades para que Axel lanzara sus flechas explosivas con precisión mortal.

La pelea se volvía cada vez más intensa y épica, con los jóvenes aventureros enfrentándose valientemente a la horda de monstruos. A medida que avanzaban, utilizaban tácticas cada vez más audaces y creativas, aprovechando al máximo sus habilidades y trabajando en equipo para superar los desafíos.

El sonido de las espadas chocando, las explosiones y los rugidos de los monstruos resonaban en el pasillo de la mazmorra, creando una sinfonía de acción y valentía. Josbi y Axel no se rendían, luchando con toda su fuerza y habilidad para abrirse camino a través de los lagartos marinos.

El misterioso mundo de AtlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora